Joaquín Sabina y Jimena Coronado: así es la musa, salvación y esposa del cantante
La fotógrafa peruana lleva al lado del artista desde hace dos décadas y, como el de Úbeda reconoce, “me ha salvado la vida más de una vez”
Este lunes 29 de junio, casi en secreto, Joaquín Sabina y Jimena Coronado contraían matrimonio en el juzgado de la calle Pradillo de Madrid ante el ministro de Interior y con la presencia del cantante y amigo personal de la pareja Joan Manuel Serrat. El enlace ha puesto la guinda a una relación que ha sobrevivido a un cuarto de siglo, que se dice pronto. La fotógrafa peruana es no solo la nueva mujer del de Úbeda, sino, como el propio artista reconoce, la persona que “me ha salvado la vida más de una vez”.
Fue precisamente el autor de la mítica 'Mediterráneo' el que desveló, en noviembre del año pasado, la gran noticia durante una gira de ambos en Argentina: tras 20 años de relación, con anillo y rodilla en el suelo como mandan los cánones, Joaquín Sabina le pedía matrimonio a su pareja.
“Yo tengo 70 años, el día que la Jime cumplió 50 doblé la cerviz y en verso…”, decía Sabina en el programa argentino 'Teleshow', al que ambos habían acudido como invitados, tras lo que Serrat, incapaz de contener la emoción, sentenció: “Fue tan hermoso”.
Amores de barra
Jimena es la mujer que se ha vuelto imprescindible para Sabina. La Rosa de Lima que le ha rescatado de algún naufragio y con la que ha formado un perfecto tándem personal y profesional. La pareja se conoció en 1999 en la capital de Perú, donde ella acudió como fotógrafa del diario local 'El Comercio' para realizarle un reportaje. Desde entonces, no se han separado.
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“Yo estaba detrás de la cámara y estaba haciendo fotos para una revista. Lo saqué al balcón para hacerle unas fotos con Lima detrás y en ese momento aprovechó y me preguntó: ‘¿Y dónde vas unas copas después?’. Le respondí: 'Yo voy a un lugar llamado La Noche’. Y me dijo: ‘¿Y a qué hora vas a ir’?”. Así relata el diario limeño 'Perú 21' el inicio de su relación.
Jimena confirmó que estaría a las diez de la noche en el bar y a las diez llegó. Joaquín, en cambio, hizo su entrada triunfal pasada la una de la mañana, cuando ella ya estaba con varias copas encima. “Pasé por delante de su mesa para que me viera y me dijo: ‘Jimena’. Se acordó de mi nombre y me senté”. Aquella noche fue una de las tantas que pasaron juntos. En palabras de Sabina, por ese tiempo él era un "joven cantautor que iba redescubriendo América” y jamás pensó toparse en el Perú con la mujer que lo acompañaría el resto de su vida.
Coronado, hija del expresidente del Banco Central de Reserva del Perú, se ha convertido en una pieza clave en la vida del artista andaluz, en la salud y la enfermedad, además de ser musa e inspiración para muchas de sus canciones.
La peruana se convertirá así en la segunda esposa de Sabina, que ya estuvo casado con Isabel Oliart, la hija del ministro de UCD Alberto Oliart, con quien decidió fundar una familia. Tuvieron dos hijas y una relación excelente... una vez que se hubo terminado el matrimonio. Sus palabras sobre Isabel son siempre impecables, a día de hoy reconoce que "de haber sido una elección premeditada, nunca habría podido escoger una madre mejor".
Este lunes 29 de junio, casi en secreto, Joaquín Sabina y Jimena Coronado contraían matrimonio en el juzgado de la calle Pradillo de Madrid ante el ministro de Interior y con la presencia del cantante y amigo personal de la pareja Joan Manuel Serrat. El enlace ha puesto la guinda a una relación que ha sobrevivido a un cuarto de siglo, que se dice pronto. La fotógrafa peruana es no solo la nueva mujer del de Úbeda, sino, como el propio artista reconoce, la persona que “me ha salvado la vida más de una vez”.