Fernando Fernández Tapias escenifica su sucesión y nombra heredero
El conocido empresario abandona las funciones ejecutivas del Grupo Tapias y será presidente honorífico. Su hijo Juan Carlos, Tito, lleva las riendas de la mayor parte de sus negocios
En el año 2010, Juan Carlos Fernández-Tapias García-Courel, hijo del conocido empresario, fue protagonista en la prensa estadounidense. “Tuve que volver a pedir dinero a mi padre. Le dije lo que había pasado, agaché la cabeza y se enfadó mucho conmigo”, comentaba Tito (como le llaman familiarmente) con tono amargo en el 'Miami New Times'. Cabizbajo y escaldado, el chico había puesto en marcha un club en South Beach junto a otro socio, pero casi desde el principio todo había salido mal. Aunque el afamado naviero le echó un buen rapapolvo, algo debió ver en él de su propia raza emprendedora. Hoy, once años después de esa aventura, Juan Carlos encarna, de hecho, el relevo en los negocios más significativos de su padre.
Aunque el proceso lleva en marcha mucho tiempo, el último movimiento empresarial de la familia lo escenifica: el pasado 15 de febrero, el BORME hizo oficial el cese del empresario y el nombramiento a su vez de Juan Carlos Fernández-Tapias como nuevo presidente de la Naviera F Tapas Galicia. "Don Fernando ya no ostenta el cargo de presidente del Consejo, si bien ostenta el cargo de presidente honorífico del Grupo Tapias", matizan en la empresa. Según ha podido saber Vanitatis, no se trata de una cuestión de salud, "está como una rosa", sino más bien de edad (tiene 82 años).
"¿Abdicar? No. Un empresario debe seguir trabajando o se muere. Piensa que además de mis hijos mayores tengo dos pequeños. ¿Qué quieres, que me vean como un anciano viento la tele en casa?". En 2014, en una entrevista a 'ABC', el empresario no parecía tener intención de dejar los bártulos. Sus amigos tampoco lo aventuraban. Lalo Azcona, en declaraciones a 'Vanity Fair', aseguró que Fernández Tapias moriría "con las botas puestas". Pero con siete stents en el cuerpo, quizá ha llegado la hora de disfrutar más de la vida. Incluso en una ocasión, ante la misma pregunta con guiño al Rey emérito, el empresario respondió a quien esto escribe: "En absoluto, trabajaré hasta que me muera, cuando uno deja de trabajar empiezan los achaques y se acaba todo".
Fernando Fernández Tapias no era buen estudiante. Durante su adolescencia, trabajaba en la fábrica de conservas de su padre en Cambados. Se casó muy joven con Victoria de la Riva, hija de un almirante al que Fernández Tapias consideró siempre un segundo padre. "Era un fuera de serie. Me hizo ir a Deusto a hacer un curso de dirección de empresas". La cabeza y las ganas del naviero hicieron el resto. En el año 1976 creó Interoll, el germen de la que sería la Naviera F Tapias, en su día la naviera especializada en petróleo más importante de España, la tercera de Europa y la décima del mundo. En el año 2004 la vendió a Teekay Corporation por más de 1.350 millones.
Después de la venta de Naviera F. Tapias, S.A. a esta multinacional se crearon dos holdings, F. Tapias Desarrollos Empresariales, S.L. y F. Tapias Grupo de Sociedades e Inversiones, S.L. con el fin de desarrollar actuaciones en distintos sectores empresariales; "fundamentalmente en el sector marítimo, en el que se cuenta con amplia y probada experiencia", explica la empresa, y en el transporte de mercancías. Hoy en día, el núcleo de su negocio se encuentra en México, donde tienen amplias perspectivas de crecimiento a través de diversas sociedades.
Su hijo Juan Carlos es administrador único de estos dos holdings, en cuya estructura corporativa se puede leer la fértil vida sentimental del naviero. Fernández Tapias tuvo cuatro hijos con Chiqui de la Riva: Fernando, Borja, Íñigo y Bosco (que falleció en 2010 por un fatal accidente de buceo, aunque su cuerpo no fue encontrado hasta dos años más tarde). Después, se casó con Juana García-Courel, con quien tuvo a Juan Carlos y a Sandra. Tras el divorcio (se dice que fue uno de los más caros de la historia de España), Fernando volvió a casarse con Nuria González, con la que ha tenido otros dos hijos más. Los nombres de todos los hermanos mayores aparecen de una u otra forma en las empresas paternas, además del de la tercera esposa del naviero, en representación de los intereses de sus dos hijos menores de edad.
En realidad, Juan Carlos lleva perfilándose como heredero de su padre desde el año 2016, cuando este le nombró consejero delegado de la naviera gallega. "Mi hermano Tito y yo nos ofrecimos a trabajar con él hace dos años, para apoyarle después de lo de Bosco. 'No queremos que nos pagues, queremos estar contigo', le dijimos. Pero insistió en pagarnos. Es muy generoso", contó Sandra a 'Vanity Fair' en 2015. De los hijos del naviero, es la más conocida por su faceta como artista. Sandra compagina su tiempo entre su alter ego, DJ La Santa (acaba de presentar el álbum ‘Malik Arya Kala’ junto al prestigioso Blueheist), y la búsqueda de vías de negocio para las empresas familiares.
En el año 2010, Juan Carlos Fernández-Tapias García-Courel, hijo del conocido empresario, fue protagonista en la prensa estadounidense. “Tuve que volver a pedir dinero a mi padre. Le dije lo que había pasado, agaché la cabeza y se enfadó mucho conmigo”, comentaba Tito (como le llaman familiarmente) con tono amargo en el 'Miami New Times'. Cabizbajo y escaldado, el chico había puesto en marcha un club en South Beach junto a otro socio, pero casi desde el principio todo había salido mal. Aunque el afamado naviero le echó un buen rapapolvo, algo debió ver en él de su propia raza emprendedora. Hoy, once años después de esa aventura, Juan Carlos encarna, de hecho, el relevo en los negocios más significativos de su padre.