La herencia económica de Jordi Rebellón: una finca en el Montseny, su joya de la corona
El actor, fallecido esta semana, tenía varias empresas y propiedades. En 2013 se compró una finca en las montañas de Barcelona que convirtió en su refugio
A los 31 años, Jordi Rebellón decidió dejar un empleo fijo en el banco para dedicarse a su pasión. El actor, fallecido esta semana, sabía de números, algo que queda patente en su legado económico. Conocido por su papel de doctor Vilches en ‘Hospital Central’, Rebellón logró invertir sus ganancias de forma equilibrada con empresas y propiedades que apuntalaron su economía.
Nacido en Barcelona en 1957, siempre recordaba su infancia en Águilas, de donde eran sus abuelos y a donde le llevaron para reponerse de unas quemaduras. Por eso no es extraño que gran parte de su patrimonio inmobiliario esté en esta zona murciana.
En Águilas tenía a su nombre tres propiedades, entre las que se cuenta un dúplex de 119 metros cuadrados que compró en 2015. El patrimonio de Rebellón era más extenso: adquirió su casa de Madrid, en el barrio de Lavapiés, en 2003. El tristemente desaparecido actor tuvo que afrontar hace dos años ser noticia por sus problemas con Hacienda, cuando fue condenado a pagar 1,34 millones de euros a la Agencia Tributaria por facturar indebidamente a través de una sociedad entre 2005 a 2007, años en los que era una estrella en ‘Hospital Central’. Por esta multa vio como parte de su piso de Madrid era embargado por Hacienda.
Nos tenemos que remontar al otoño de 2019. El intérprete había perdido dos recursos contra Hacienda por su declaración del IRPF, tal y como avanzaba 'Cinco Días'. Los jueces de la Audiencia Nacional ratificaban entonces lo que señalaron los inspectores, que el actor facturaba su trabajo en series, películas y publicidad indebidamente a través de una sociedad. Además, se deducía gastos que no tenían nada que ver con su función como actor.
"Allí desconecto"
De todas sus propiedades, la joya de la corona es una finca en el Montseny, un parque natural situado a poco más de 70 kilómetros de Barcelona, donde el actor compró una propiedad en 2013. Se trata de una vivienda de tamaño discreto en un solar de 1.600 metros cuadrados. Este era su refugio, tal y como había contado en alguna entrevista: “Mi casa de El Montseny, allí desconecto de todo y, cuando regreso a mi trabajo, me siento nuevo”.
Todas las propiedades de Rebellón están solo a nombre de sus empresas porque, como él mismo decía, prefería vivir solo “que mal acompañado”. Divorciado de un matrimonio que duró tres años, se le atribuyeron numerosas parejas durante su etapa de éxito aunque él nunca quiso confirmar nada. Centrado en su carrera de actor, a la que entregó sus años adultos con esmero, Rebellón se forjó un patrimonio inmobiliario que administraba a través de varias empresas. Gestión Inmobiliaria Integrada Siglo XXI es la sociedad con la que gestionaba sus propiedades, una empresa que fundó en 2013 y que tiene su sede en su casa madrileña.
Empresario
Además, Rebellón tenía otras empresas. Era administrador único de Verolino Image AIE (agrupación de interés económico) desde 2011, sociedad dedicada a la consultoría de gestión empresarial que cuenta con un capital social de 1,18 millones de euros, tras una ampliación suscrita ese mismo año. También ocupaba el cargo de administrador único en Traspapelat SL, de la que era el único accionista.
La empresa, fundada en 2005, se dedica a las artes escénicas y tiene su sede en la finca del Montseny. Sin embargo, no presentaba cuentas desde 2014, cuando declaró un patrimonio de 1,37 millones de euros. En 2011 fundó otra empresa destinada a la actuación: Desarrollos Alquería 2011 SL, dedicada a “actividades de postproducción cinematográfica, de vídeo y de programas de televisión”.
Seguramente fue su trabajo en el banco, el mismo que dejó a los 31 para dedicarse por completo a la interpretación, el que le permitió ordenar sus finanzas de forma equilibrada. Aunque era su vocación como actor el motor que movía su vida: “Con 18 años me iba a fichar la Gramanet, en Tercera División, pero les dije que jugaría los domingos, pero que no entrenaría, porque por las noches iba al teatro a ensayar. Y, evidentemente, me dijeron que no. Empecé haciendo teatro a los 15, para mí era un veneno. Luego trabajaba en un banco y lo alternaba con el teatro amateur. Hasta que llegó un momento en el que decidí que quería intentar vivir de lo que me gustaba. A los 31 años rompí con todo, aunque no empecé a ganarme la vida como actor hasta los 41”.
Soltero y sin hijos, como decíamos, Rebellón sufrió un duro golpe en marzo de este mismo año: la muerte de su madre. El intérprete lo anunció en una emotiva publicación en redes sociales con la que quiso destacar el trato recibido por el personal sanitario: "El trato impecable de cariño, generosidad y profesionalidad en los últimos momentos de vida de nuestra madre Paquita. Gracias. Descanse en paz", escribía Jordi junto a una imagen de él y su madre. Amante de los animales, hace un tiempo perdió a Bruce, uno de sus perros, y todavía tenía a Gorg, quien queda ahora sin dueño.
A los 31 años, Jordi Rebellón decidió dejar un empleo fijo en el banco para dedicarse a su pasión. El actor, fallecido esta semana, sabía de números, algo que queda patente en su legado económico. Conocido por su papel de doctor Vilches en ‘Hospital Central’, Rebellón logró invertir sus ganancias de forma equilibrada con empresas y propiedades que apuntalaron su economía.