El acto que ha reunido a José Bono y su ex, Ana Rodríguez (y el buen rollo que tienen)

Hace un par de años, el programa de Televisión Española 'Lazos de sangre' revelaba la parte más personal de José Bono. En ella se repasaba una infancia marcada por las ausencias, su paso por un internado, su vida profesional y también su relación con Ana Rodríguez Mosquera, la que fue su mujer durante casi tres décadas y con la que tuvo cuatro hijos: Amelia, Ana, José y Sofía.

Su separación tuvo lugar hace más de una década y los motivos siempre han sido un misterio, y aunque en un primer momento la relación entre ellos no fue buena (ella llegó a declarar que no eran ni siquiera amigos), el tiempo fue poniendo las cosas en su lugar y ya en 2017 el discurso daba un giro: “Nos llevamos bien. Nos llevamos muy bien. Por ejemplo, las últimas Navidades las hemos pasado toda la familia juntos, mis hijos querían y lo hemos hecho, lo cuento con alegría. ¿Que ha habido problemas? Sí, no lo niego, ¿pero quién no ha tenido problemas? Ahora tenemos una buena relación", explicaba el político en el programa de Bertín Osborne ‘Mi casa es la tuya’.

Desde que anunciaron la ruptura, allá por 2010, les hemos visto en numerosas ocasiones juntos de viaje o en distintas reuniones familiares. Una de las más emotivas se producía el año pasado cuando el exministro y tres de sus hijos (José, Ana y Sofía) llevaban a su madre a un lugar muy especial: su colegio.

El tiempo todo lo cura

Este miércoles, 9 de febrero, Bono y su ex volvían a encontrarse y a demostrar que entre ellos sigue habiendo muy buen rollo. Ambos acudían al coloquio del Club Siglo XXI, un espacio que ha sido punto de encuentro de las diversas ideas del pensamiento cultural, político y social de cada momento. Por allí han desfilado todo tipo de personalidades relacionadas con el mundo de la política de todos los espectros políticos (desde Pere Aragonés a Inés Arrimadas), pero también de otras ramas sociales como el Padre Ángel o Juanma Castaño. Sonrientes, y con un look formal pero relajado, la expareja llegaba al Club y posaban, entre otros, junto a Paloma Segrelles.

El político solo tiene buenas palabras para la que fuese su mujer y, junto a ella, ha compartido fechas importantes en su familia como son bodas, vacaciones, cumpleaños... El exmatrimonio consiguió anteponerse a lo complicado que resulta una ruptura y hacer todo lo posible para sacar a su familia adelante, sobre todo, por el bien de sus hijos.

Aunque cueste imaginarlo, de esta situación, Ana Rodríguez Mosquera sacó cosas positivas y, de hecho, en 2015 publicaba su primer libro, ‘El club de las perfectas divorciadas’, en el que explica cómo logró experimentar una segunda juventud a raíz de su divorcio. No hay más que pasearse por su Instagram o ver cada uno de los planes que comparte con sus hijos para constatar el gran momento que atraviesa y lo en forma que se encuentra, manteniendo la belleza que siempre la caracterizó.

“Ana me ayudó mucho en la presidencia (de Castilla La-Mancha)”, declaraba a Bertín en aquel programa. “Ella podía haber tenido su trabajo y su oficio, y se ofreció a ayudarme. Tuve su afecto y su lealtad, no solo como marido, sino también como presidente". El político se refería a unos agitados años en los que pasaba poco tiempo en casa y que algunos vieron como el origen de los problemas entre la pareja. "Un día llegué y le pedí un beso. Ella me respondió: 'Que te lo dé Castilla La-Mancha".

30 años de relación

Ana Rodríguez y José Bono se conocieron cuando ella era estudiante de Sociología y él un abogado laboralista ocho años mayor que ella. Compartían ideas políticas (estaban afiliados al Partido Socialista Popular) y se casaron en 1980. Ella trabajó en el Ayuntamiento de Madrid e intentó mantener su vida profesional separada de la personal hasta que Bono llegó a la presidencia de Castilla La-Mancha.

Su divorcio ("de mutuo acuerdo y de manera amistosa") revolucionó a la prensa rosa que les había convertido en personajes de portada, entre otras cosas, por la relación de su hija Amelia con Manuel Martos, hijo del cantante Raphael y Natalia Figueroa.

Ana se borró del mapa y no reapareció hasta un año después, dando una entrevista para una revista en la que se veía resplandeciente, pero no entraba a contar detalles comprometidos sobre lo que había ocurrido.

Hoy han vuelto a demostrar que el pasado pasado está, que el tiempo todo lo cura y que la buena sintonía entre ellos sigue vigente. Algo que, por cierto, también ha ocurrido con Amelia, que tras su divorcio sigue guardando una buena y estrecha relación con su ex.