Susana Molina, la influencer que ha conquistado a la prensa económica
Conocida por ganar 'Gran Hermano' en 2013 y participar en otros realities, ahora cuenta con más de un millón de seguidores en redes y una empresa que crece a doble dígito
En noviembre de 2020, Susana Molina y Guillermo Valle lanzaron al mundo su gran proyecto. El que habían imaginado como un momento feliz se convirtió en el peor de su trayectoria. Se trataba de una aplicación que trata de ser la herramienta para profesionalizar el contacto de las marcas con los influencers. Aunque era algo aparentemente sencillo, causó polémica en un inicio y recibieron innumerables críticas tachándoles entre otras cosas de clasistas.
Sin embargo, todo aquello forma parte del pasado, la pareja disfruta ahora de lo cosechado durante el último año, y los números, dicen, les avalan. "La aplicación cumple su primer año de vida con un 600% de crecimiento en la facturación anual, un 30% de crecimiento de usuarios mensuales y un 90% de tasa de fidelización con las marcas con las que colabora", aseguran. Ahora protagonizan artículos en la prensa económica.
Los dos han trabajado mucho en que esto funcionara, aunque no dudan en confesar que comenzaron la partida con las cartas marcadas. Susana ya era una influencer muy reconocida (ahora mismo cuenta con más de un millón de seguidores); el primer restaurante que quiso formar parte de la aventura, antes incluso de que se lanzara, fue la cadena del reconocido chef Dani García, y el círculo de amigos -entre los que se encuentran otros grandes influencers como Dulceida o Marta Riumbau- que hacen uso de la aplicación aporta credibilidad al negocio.
Lo tenían todo a favor, supieron verlo y aprovecharlo, y ahora están disfrutando del éxito y trabajando para hacerlo más grande. ViveApp es un sueño cumplido, que aquella Susana Molina que ganó 'Gran Hermano' en 2013 y en 2019 puso a prueba su relación con su anterior pareja en ‘La isla de las tentaciones’ ni siquiera podría haber imaginado.
Estáis viviendo ahora un momento muy dulce en la trayectoria de la empresa, ¿cómo os sentís?
Susana: Ahora mismo estamos asimilándolo todo. Tras las dificultades del primer año, estamos viviendo una nueva era y recibiendo muy buen feedback.
¿Cómo nació este proyecto?
Guillermo: Yo soy veterinario, pero siempre me ha fascinado el mundo del marketing. Habíamos visto que había aplicaciones parecidas a esta, pero me parecía que no estaban bien ejecutadas, fallaban cosas. La idea era buena, pero había que hacerlo bien. Con Susana, un buen desarrollador de apps y buenos contactos en restauración, nació ViveApp, que creo que es la líder en el mercado a día de hoy en el sector.
Lanzasteis la aplicación a finales de 2020 y el principio fue complicado, hubo muchas críticas. ¿Qué creéis que falló?
S: Era frustrante porque no lo entendíamos, no estábamos haciendo nada malo ni que no se hubiera hecho antes. Empezó a criticarse por esa idea de ‘los influencers siempre quieren cosas gratis’, y eso ya denota que no se conoce la profesión porque no es hacer algo gratis; es a cambio de una colaboración, entonces no es gratis. Pero al margen, simplemente queríamos profesionalizar algo que ya existía, nosotros no inventamos las colaboraciones, solo tratamos de crear una herramienta que las hiciera justas tanto para influencers como para empresas.
G: De hecho, cuando lo explicábamos enseguida se entendía, pero era agotador. Por suerte no duró mucho. Simplemente había que entender que era una aplicación para influencers, no tenía sentido que fuera para todo el mundo, nada más.
¿Qué aprendisteis de ese momento?
G: Debíamos haberlo comunicado mejor y también aprendimos a no tomarnos de forma personal las críticas.
S: Yo más o menos lo mismo. Aunque en mi caso ya tenía bastante aprendido lo de no tomarme a pecho las críticas porque ya llevaba mucho tiempo en redes.
¿Os fue fácil al principio contactar con las empresas para que quisieran utilizarla como forma de buscar publicidad a través de redes?
S: Sí, tuvimos mucha suerte. Digo suerte porque hay mucho trabajo en esta aplicación, pero también es muy complicado llegar a que te escuche la persona adecuada. Y tuvimos suerte, entre comillas, de poder sentarnos con el grupo de Dani García y que nos escuchara, y que desde antes de lanzar la app ya contáramos con que estaba dentro del proyecto.
G: Eso fue un respaldo, cuando hablábamos con otros restaurantes ya podíamos decir que teníamos a Dani García, y eso marca la diferencia.
Supongo que la imagen de Susana al frente de este proyecto también es un aval de cara a las empresas.
G: La imagen de Susana, que se dedica a crear contenido y que ahora mismo es top en España, da confianza, porque es un personaje público que no te va a fallar porque se dedica a esto y porque sería la primera perjudicada, y eso las marcas lo ven, algo que también abrió muchas puertas.
Sin embargo, Susana, tienes en tus redes muy marcada la diferencia entre tu perfil influencer y tu trabajo como empresaria. ¿Por qué es así? ¿No te sientes cómoda hablando de tu empresa a tus seguidores?
S: Sí, lo tengo diferenciado, me he creado un personaje. Al principio sí me daba un poco de miedo que perjudicase a mi trabajo en redes y no contaba mucho, hasta que me di cuenta de que esto ocupaba el 60% de mi tiempo. Decidí mostrarme como soy y empezar a contar también cosas sobre esto. Ha sido muy positivo y gente que hace un año me hubiese criticado ahora me da la enhorabuena. Pero intento dividir un poco entre Susana Molina y Susana Bicho.
Tienes amigas influencers, muchas de ellas son de las más grandes en cuanto a seguidores, como Dulceida, por ejemplo. ¿Te han apoyado con este proyecto? ¿Te has sentido respaldada por los compañeros?
S: Mucho. Sí. Siempre que hemos hecho una convocatoria, un evento, o les he propuesto ir a algún sitio para probar y que me den un poco de feedback, siempre han accedido todos y, sí, la verdad es que se han portado muy bien y les gusta mucho también la aplicación.
Susana, tú que lo has logrado. ¿Qué hay que tener o qué hay que hacer para triunfar como influencer?
S: Creo que el trabajo de influencer es el más democrático del mundo porque lo elige la gente. Tú puedes partirte los cuernos a trabajar y estar todo el día haciendo cosas, pero al final si no llegas, no llegas. En mi caso concreto, creo que la gente se ha sentido identificada conmigo porque era un mundo en el que quizá, al principio del todo, no había tanta naturalidad en redes…
Tu perfil además es un poco atípico, porque has crecido de la mano de grandes marcas, después de haber pasado por 'Gran Hermano' y 'La isla de las tentaciones'.
S: Yo creo que me veían como a cualquier amiga y con el resto pues quizá les ha costado un poquito más. En mi época yo no tenía ningún referente de chica que se dedicase a redes en serio, que trabajase con marcas reconocidas… A mí me escribieron de IN, la agencia en la que estoy ahora, y decidí apostar por esto y me fue muy bien.
¿Un sueño por cumplir?
S: Me quedan muchos. Quiero tratar de hacer mis propios proyectos para redes, quiero que las marcas quieran patrocinar mis propias ideas en lugar de yo amoldarme a las marcas.
Muchas compañeras tuyas hablan de la presión que supone la exposición que tenéis e incluso algunas han necesitado hacer parones por salud mental, ¿a ti te ha pasado esto en algún momento?
S: No, porque soy bastante honesta. Cuando no me apetece publicar nada (salvo las obligaciones profesionales), no lo hago y ya está. No siento ningún tipo de presión.
¿Hay colaboraciones que te hayas arrepentido de hacer?
S: Sí, antes sí. Ahora estoy en un momento más relajado, de menos presión, en que decido más lo que quiero. Sé con qué me voy a sentir cómoda y con qué no, y también tengo ahora mismo más poder de decisión que antes, pero me he arrepentido de muchas.
En noviembre de 2020, Susana Molina y Guillermo Valle lanzaron al mundo su gran proyecto. El que habían imaginado como un momento feliz se convirtió en el peor de su trayectoria. Se trataba de una aplicación que trata de ser la herramienta para profesionalizar el contacto de las marcas con los influencers. Aunque era algo aparentemente sencillo, causó polémica en un inicio y recibieron innumerables críticas tachándoles entre otras cosas de clasistas.