Dulceida y su agridulce balance de 2021: pérdidas, divorcio, terapia y momentos de luz
Junto a un carrusel de imágenes en las que aparece sin poder contener las lágrimas, la empresaria ha resumido sus momentos más duros de este año
Pese a la aparente vida perfecta que los rostros más populares de las redes parecen disfrutar las 24 horas del día, no es oro todo lo que reluce tras los likes y los retuits. Así lo ha querido demostrar Aida Domènech, la conocida (por casi todos) como Dulceida, la influyente bloguera y empresaria con casi tres millones de seguidores en Instagram tras un año especialmente difícil para ella.
El final de 2021 llega en su caso tras confirmar recientemente que no hay vuelta atrás en la separación de la que ha sido su pareja durante los últimos siete años, Alba Paul Ferrer. "Nos llevamos muy bien, ella ahora está en Brasil y yo la quiero muchísimo", decía Dulceida sobre su ex cerrando la puerta a una reconciliación que muchos vaticinaban, pero que finalmente no parece posible.
Ahora llega para ella el momento de hacer balance de estos doce meses y en una decisión valiente ha preferido no fingir una sonrisa y, en cambio, publicar hasta siete imágenes consecutivas de sus lágrimas en diversos momentos que han sido especialmente duros para ella.
"Voy a empezar a subir cosas despidiendo este año, como hago siempre. Pero esta vez de manera diferente, ya que este año para mí, ha sido muy distinto al resto", comienza a escribir junto a estas emotivas instantáneas.
"Empezó mal, por el covid, por las pérdidas de seres queridos y todo lo que me ha pasado este verano", continuaba refiriéndose al fin de su matrimonio y al fallecimiento de su querida abuela, protagonista habitual de sus publicaciones, y a la que cariñosamente llamaba 'Anita dinamita'.
"Pero como siempre, de todo intento sacar el lado bueno, que aparte del aprendizaje, son todos los momentos de luz que he tenido, las personas que he tenido a mi lado y lo que me han hecho sonreír. He llorado mucho en algunos momentos, pero también he sido muy feliz en otros", proseguía la catalana intentando poner al mal tiempo buena cara.
"Por eso estoy segura de que va a ser uno de los años de mi vida qué más he aprendido", seguía compartiendo con sus millones de fans antes de recordar que, como ha contado en anteriores ocasiones, ha comenzado a ir a terapia, algo que tampoco han tenido problemas en reconocer otros famosos como María Pombo, contribuyendo a combatir el estigma del cuidado de la salud mental. También confiesa que compartiendo "con vosotros momentos tristes" ha aprendido a reconocer "que puedo estar mal y tener ansiedad y he agarrado con fuerzas esos abrazos cuando más los necesitaba".
También ha querido Aida aprovechar para enviar un mensaje importante cuando abunda tanto hater protegido bajo el anonimato de las redes: "Detrás de las pantallas hay personas, que sienten, todas con sus historias que desconocemos. Todos lloramos, todos tenemos problemas, todos nos hemos sentido perdidos alguna vez y eso nos hace aprender y ser más fuertes. Estas fotos que veis se las mandaba a mis amigos (muchas veces entre risas) cuando me preguntaban qué tal estaba en mis momentos malos, que los tengo, como todos y no pasa nada, son parte de nosotros".
Asegurando finalmente que le da "un poco de vergüenza" compartir estas imágenes tan alejadas de sus posados habituales, reconoce que "igual que os enseño mi día a día, mis looks y las partes bonitas, creía importante mostrar esta parte".
Pese a la aparente vida perfecta que los rostros más populares de las redes parecen disfrutar las 24 horas del día, no es oro todo lo que reluce tras los likes y los retuits. Así lo ha querido demostrar Aida Domènech, la conocida (por casi todos) como Dulceida, la influyente bloguera y empresaria con casi tres millones de seguidores en Instagram tras un año especialmente difícil para ella.