Belén Écija, fuera de '4 estrellas': de la relación con su novio Jaime a su nuevo negocio

Además del apellido, la delata el gran parecido físico que guarda con su madre. Sin embargo, Belén Écija, hija del productor Daniel Écija y la actriz Belén Rueda, intenta captar la atención por sus méritos, no por ser ‘hija de’.

La intérprete, de 28 años, pertenece a la generación ‘nepo baby’, que elige continuar la profesión de sus padres, y lamenta que se emitan juicios en ese sentido. Belén Écija no lo tuvo fácil en casa, porque antes de dedicarse a su pasión tuvo que demostrar a sus progenitores cuál era su camino. “Me obligaron a terminar la carrera que había comenzado, Comunicación Audiovisual, que combiné con los estudios de interpretación”, declaró en su última entrevista a Vanitatis.

Crecer en un ambiente creativo siempre marca. Cuando Belén Écija nació, su madre triunfaba en televisión como presentadora y actriz de las series del momento, y su padre era el artífice de una de las productoras de ficción decisivas en la industria, Globomedia.

Con 5 años, era una fanática del musical ‘Annie’, que le encantaba representar en casa. Fue a ver la obra hasta siete veces. Muy inquieta, escenificar historias o montar un show con la familia o las amigas eran parte de sus juegos infantiles.

Sin embargo, Belén Écija ha declarado repetidas veces que sus padres no fueron el detonante de su carrera. Superada su adolescencia, apartó aquella vena artística. Cuando tuvo que elegir formación universitaria, se decantó por los medios de comunicación, intentando seguir los pasos de su padre como guionista. Y así evitaba una exposición pública que rechaza porque considera perjudicial para la salud mental.

Tras estudiar durante un año con una beca en EEUU, realizó sus primeras prácticas laborales como auxiliar de producción y dirección en la serie ’Velvet’. Se reafirmó en la idea de que lo suyo era contar historias y empezó también a escribir.

Tras participar en cortos y obras de teatro, debutó en la televisión en ‘La valla’, serie creada y producida por su padre. Dice que cuando se pone en la piel de otros se siente “viva”. “Es difícil de explicar… Me recorre una adrenalina por el cuerpo que no se repite en otra situación de la vida. Para mí ser actriz es como una cura: supone sacar una verdad de dentro y un ejercicio de imaginación y autoaceptación”, declaró.

Coincidió con su madre delante de las cámaras en ‘Madres. Amor y vida’, y ahora ejerce de chef en la diaria ‘4 estrellas’. Actualmente, estudia un máster de guion para poder escribir y representar sus propias historias. Además, Belén ha montado con un grupo de amigas una productora Apolox, con la que pretende revolucionar el sector del marketing y la publicidad.

Desde hace un año vive con su novio, Jaime Sánchez, asesor financiero, con el que comparte su otra gran pasión: viajar. Pero no desatiende a su familia. Belén siente debilidad por su hermana Inés, de 6 años, nacida del segundo matrimonio de su padre con la brasileña Veronik Mendes.

También pasa ratos con su otra hermana, Lucía, de 24 años, alejada de los focos y entregada al surf. Belén Écija es una apasionada de la música clásica y del cine francés; adora a Marion Cotillard desde la adolescencia. Y mantiene su sueño de participar en un musical.