Tamara Falcó ya está en El Rincón: escoltada, sola y sin el vestido de novia

Ahora sí que ha empezado la cuenta atrás. En poco menos de tres horas, Tamara Falcó se casará por fin con Íñigo Onieva en el palacio de El Rincón tras seis meses de preparativos, dos diseñadores para su vestido diferentes, varios altibajos y hasta un robo de joyas. Todo eso ahora ya no importa. La marquesa de Griñón está ya en la finca, tal y como han retratado las cámaras de Vanitatis.

Rozaban las cuatro de la tarde cuando, escoltada por tres hombres de seguridad y una acompañante desconocida, abandonaba la casa de su madre por última vez como soltera. Media hora más tarde, sin nadie de su familia en el coche, llegaba apenas unos minutos después que sus representantes al palacio. Divertida y sonriente bajó la ventanilla para atender a los medios de comunicación que la esperaban en la puerta.

Ayer también atendió a la prensa a su llegada y salida de la preboda en el Ritz. Está pletórica y no puede esperar a casarse con el que ella considera que es el amor de su vida. Mientras, el novio se lo pasaba en grande en su casa en el centro de Madrid desde mediodía, cuando varios amigos, primos y su hermano llegaron provistos de sus portatrajes, pidieron comida y por el momento aún no han abandonado el domicilio en dirección a la finca en la que adquirirá un nuevo estado civil. Allí han elaborado la primera parte del reportaje de la exclusiva.

El vestido, por otro lado

Ni Preysler ni su vestido iban con ella en el coche. Tampoco sus hermanas Chábeli y Ana Boyer. Todas ellas han ido llegando con cuentagotas más adelante, como lo ha hecho también su suegra, Carolina Molas. Todas ellas se terminarán de preparar intramuros de la finca mientras se realizan más fotos del reportaje. "Iñigo está muy tranquilo y muy bien. Ahora estoy un poquito nerviosa", ha asegurado la inminente suegra de Tamara Falcó a su llegada.

El vestido también está ya dentro de la finca. Ha llegado hace horas junto al equipo de staff desplazado por Carolina Herrera a la finca para terminar de ultimar los detalles.