La de Tamara Falcó no fue la única: la gran boda del hijo del cirujano Juan Peñas en Galicia

Mientras Tamara Falcó e Íñigo Onieva celebraban su boda mediática en El Rincón, otros novios hacían lo propio en Galicia, pero sin ruido publicitario. La localidad de Sanxenxo recibía, el viernes pasado, a los invitados de una pareja que al día siguiente firmaba su compromiso matrimonial en el pazo de Señorans. El pazo fue el lugar elegido por Juan Peñas, hijo del famoso cirujano del mismo nombre, y Teresa Cuiñas para celebrar sus votos matrimoniales en este lugar idílico, rodeados de las familias respectivas y los amigos de siempre.

Fue una antigua casa solariega construida en el siglo XVI en el campo de Vilanoviña y reconvertida en bodega con diez hectáreas de viñas. Es uno de los enclaves más atractivos de esta zona de la Rías Baixas. En la actualidad dirigen la empresa los hermanos Marisol, Vicky, Javier y Santiago Mareque Bueno.

La ceremonia fue discreta y con todos los beneficios de los días sin lluvia en Galicia. "Nos hizo un tiempo espectacular y todo fue muy bonito", cuenta Tata, la madre del novio, que a su vez lleva cuarenta y cinco años casada con el doctor Juan Peñas, uno de los grandes especialistas en cirugía plástica.

El lugar elegido por la pareja tiene que ver con el inicio de su noviago. Teresa nació en Pontevedra y Juan en Madrid. Los Peñas pasaban los veranos en Galicia, lugar de nacimiento de la madre, y de ahí que la pareja se conociera desde hace tiempo y decidiera iniciar su proyecto de vida en común en el lugar donde comenzó su historia de amor.

Teresa Cuiñas se encargó personalmente de toda la decoración de la ceremonia, del lugar en el que se sirvió el cóctel y de las mesas del convite, que se sirvió en el interior del pazo. Con todo tipo de detalles, como el camino de velas en la entrada, en la escalera y en las zonas de descanso. Por su parte, Juan Peñas hijo no ha seguido los pasos de su padre y es un alto directivo en una empresa de reciclaje.

"Aquí en Galicia no te puedes arriesgar y por eso se decidió hacerlo así", explica la madre del novio. Mientras el convite fue en uno de los comedores con capacidad para todos los invitados, el previo se organizó en el patio, igual que la ceremonia civil. Hubo sillas y manteles blancos tanto para el interior como para el exterior. Para los centros de mesa, la novia eligió jarrones de cristal con rosas, peonías, margaritas, gerberas y lilis que daban color junto a las palmatorias con las velas.

Un lugar emblemático para la familia

El pazo de Señorans es un lugar muy conocido para la familia Peñas. Hace unos años, se celebró la boda de otra hija, Carmen. En ese caso fue Ágatha Ruiz de la Prada la encargada de la decoración. Esta vez acudió como invitada especial, ya que le une una gran amistad tanto con el doctor Peña como con su mujer, Tata, que lució uno de sus diseños adornado con los preceptivos corazones. También Carmen Peñas y sus tres hijos. En este caso, todos de azul eléctrico o Klein.

"Hace doce años monté un corazon gigante en la entrada y corazones por todas partes. Ha sido una boda preciosa", cuenta. La diseñadora, que acudió con su pareja, José Manuel Díaz-Patón, destacaba el impresionante menú de la boda. Por un lado, productos de mar como percebes, almejas, pulpo, navajas, camarón y típicos de la zona como la empanada, el pan de maíz y la tarta de Santiago. Como plato principal, vieiras y merluza.

Entre los invitados conocidos acudieron Federico Jiménez Losantos, que este lunes contó sus impresiones en la 'Crónica rosa', el doctor Jaén, los hermanos Colonques y Alfonso Díez. La familia azulejera y el viudo de la duquesa de Alba eligieron esta boda en vez de la de Tamara Falcó. Quien sí estuvo fue María Colonques. En cambio, los que no estuvieron convocados en la boda de El Rincón fueron Tomás Terry y Julio Ayesa. Este último fue quien presentó a Isabel Preysler a Julio Iglesias.

Hace unos años, recibía a Beatriz Arrastia, abuela de Tamara Falcó, en Olite. Y la acompañó en una rutina que repetía cada verano, como informó Vanitatis en su día. Su guía turístico fue Ayesa, el relaciones públicas más importante de los años 80 y 90, muy amigo de Isabel Preysler: “Era una señora estupenda, divertida y con una conversación muy amena. Todo le parecía bien y le encantaba recorrer los pueblos, visitar las iglesias, los monasterios y, por supuesto, también su ruta gastronómica. Entre los monasterios que más le gustaban estaba el de Santa María de Irache y el de Nuestra Señora del Puy". De ahí la extrañeza de que no formara parte del listado de afectos de Isabel Preysler para acudir a la boda de su hija.

El doctor Juan Peñas está considerado el mejor especialista en cirugía plástica y reparadora, que comenzó a ejercer hace treinta años. Su historia profesional tiene un componente afectivo, como él mismo cuenta en sus entrevistas: "Llegué a la medicina estética de casualidad, después de que uno de mis once hermanos se quemara el tórax con agua hirviendo. Me hice cirujano plástico para ayudar a los quemados”.