La luna de miel de Tamara Falcó nos desvela el auténtico nombre de Íñigo Onieva
A raíz de las publicaciones que los marqueses de Griñón han realizado de su luna de miel en Instagram, hemos podido saber que el marido de Tamara Falcó tiene un nombre compuesto
Es lo que tiene Instagram, las redes sociales en general y los móviles, que pueden jugarnos una mala pasada y desvelar cosas que puede que no queramos compartir con todo el mundo. Que le pregunten si no a María Pombo, que no se dio cuenta de que, al enseñar su teléfono móvil en 'La resistencia', iba a desvelar en pleno directo uno de sus secretos mejor guardados: que estaba embarazada de la pequeña Vega.
Vale que en este caso el 'secreto' de Íñigo no se pueda comparar con un embarazo, pero tampoco hay que descartar que el nuevo marqués de Griñón no quisiera que todo el mundo se enterara de un hecho muy personal que no han pasado por alto los usuarios de Instagram, ni la redacción de 'El programa de Ana Rosa Quintana'. Así lo ha anunciado la periodista Leticia Requejo, que ha sido la encargada de contar en directo cómo se habían dado cuenta de un detalle, hasta ahora desconocido, del marido de Tamara Falcó.
Resulta que Íñigo Onieva no es solo Íñigo, sino que su verdadero nombre es Íñigo Andrés Onieva. Así es como el hijo de Carolina Molas fue registrado al nacer y ha sido a través de un vídeo de Instagram publicado por él mismo de su luna de miel, en el que se podían ver unos billetes de avión con su nombre completo. Así figura en el DNI del esposo de Tamara Falcó, quien en realidad, como el resto de hijas de Isabel Preysler, también tiene un nombre compuesto.
Tamara Falcó se llama Tamara Isabel Falcó Preysler, tal y como también se podía observar en los billetes anteriormente citados. Desde el plató del programa liderado por Ana Rosa Quintana, quien hoy se ha despedido de la audiencia, han bromeado al respecto diciendo que los nombres del matrimonio "parecían sacados de los malos de una telenovela". Así, Tamara e Íñigo son, oficialmente, Tamara Isabel e Íñigo Andrés, al más puro estilo ficción sudamericana.
La pareja inició su luna de miel tras un intenso fin de semana de celebración de su amor, en el que llevaron a cabo una preboda, la boda en sí misma y una posboda en forma de brunch en el Ritz. Una serie de celebraciones que debieron dejar a la pareja del año exhausta, aunque muy felices de haberse dado el ‘sí, quiero’ finalmente. Un día después, Onieva y Falcó llegaban al aeropuerto, donde por poco se cruzan con el ex de Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa, para poner rumbo a sus vacaciones.
Aunque en un primer momento las informaciones apuntaron a Australia como destino escogido por los novios, la primera parada fue Sudáfrica. Allí, el recién estrenado matrimonio compartió las primeras imágenes de su luna de miel. Un viaje en el que, además de disfrutar como marido y mujer, Íñigo Onieva, o mejor Íñigo Andrés, ha aprovechado para observar al gran tiburón blanco desde una jaula.
Sin embargo, este no es el único secreto de la pareja que a la prensa le encantaría desvelar. Una de las mayores incógnitas que han sido muy comentadas cuando los marqueses pusieron rumbo a su luna de miel fue el hecho de que Tamara pudiera volver embarazada. De hecho, su amigo íntimo Juan Avellanada fue el primero que se aventuró a adelantar los deseos del matrimonio de ser padres.
Es lo que tiene Instagram, las redes sociales en general y los móviles, que pueden jugarnos una mala pasada y desvelar cosas que puede que no queramos compartir con todo el mundo. Que le pregunten si no a María Pombo, que no se dio cuenta de que, al enseñar su teléfono móvil en 'La resistencia', iba a desvelar en pleno directo uno de sus secretos mejor guardados: que estaba embarazada de la pequeña Vega.