La familia Medina se divide ante la gran boda de Victoria de Hohenlohe lejos de sus palacios

La duquesa de Medinaceli protagonizará en menos de un mes la última gran boda de la temporada. En Jerez de la Frontera, el 14 de octubre, no se celebrará con el relumbrón y la solera que deberían acompañar a la aristócrata con más títulos de Europa en su gran día.

Ni grandes palacios ligados a la casa que encabeza desde la temprana muerte de su padre, Marco Hohenlohe-Lagenburg, ni con la reunión de su familia al completo, Victoria de Hohenlohe, tan serena y madura como la vida la ha obligado a ser, encara los preparativos de su boda con la misma ilusión y felicidad que una novia normal. Así lo aseguran personas del entorno a la duquesa, bisnieta de la gran Mimi Medinaceli y prima de Rafa Medina, duque de Feria.

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P. I.

Este, su hermano Luis y su madre, la estilosísima Naty Abascal, son algunos de sus aliados en el seno de los Medinaceli, enfrentados desde hace años en los tribunales a razón del reparto de una herencia que el duque de Segorbe reclama para sí y cuyas propiedades más importantes gestiona a través de la fundación familiar que él mismo preside.

La división está cada día más acentuada y lejos de buscar la unidad y la concordia en días tan señalados como estos, las decisiones van en otra dirección más bien opuesta. El pasado 3 de junio, Sol, hija del duque de Segorbe, se casó en Casa Pilatos, el palacio de la familia ubicado en el corazón de Sevilla donde el próximo octubre debería casarse la duquesa. No será así.

Ignacio Medina no ha concedido permiso a su sobrina nieta para celebrar en sus salones y patios la fiesta posterior a la ceremonia religiosa. Algo que ha indignado aún más si cabe a la facción de la familia que apoya a su prima como legítima heredera de un título que le pertenece por derecho propio.

Tampoco ha podido casarse en ninguna de las otras propiedades de las que debería poder disponer a su antojo. El Pazo de Oca habría sido un gran sitio para celebrar su boda. No ha podido ser.

Es por tanto que tan solo la mitad de la familia asistirá a esta boda que finalmente tendrá como escenario la finca Salto al Cielo, propiedad de los López Carrizosa. Una de ellos, Mercedes López de Carrizosa y Caballero, está casada con Gonzalo Prado Pardo-Manuel de Villena, marqués de Castiglione de Aragón, primo de Borja Prado, expresidente de Endesa y, lo que es más importante, íntimo amigo de Marco Hohenlohe, padre de Victoria.

Además de la familia del novio, Maxime Corneille, con quien ha mantenido un discreto noviazgo durante años que no ha trascendido hasta el anuncio de su boda y que viajará desde diferentes partes de Europa, Rafa Medina y su mujer, Laura Vecino, así como su hermano Luis y su madre, Naty, ya han confirmado su asistencia y participan activamente en los preparativos de la boda.

Una organización a cargo, como ya adelantamos desde estas páginas hace unas semanas, de las expertas manos de A-Típica, las mismas wedding planners que se han encargado de los detalles de bodas tan aristocráticas como las de Isabelle Junot y el marqués de Cubas, Álvaro Falcó, los condes de Osorno o los duques de Huéscar, grandes amigos de la novia.

Está previsto que Victoria de Hohenlohe les devuelva la invitación a su boda y tanto Sofía Palazuelo como Fernando Fitz-James Stuart participen del enlace de su amiga. De hecho, podría ser que la pequeña Rosario, futura duquesa de Alba, sea una de las niñas de arras del enlace.

Su hermano Alex también estará presente en su gran día. Es la única persona de su familia directa que le queda y ambos se han apoyado mutuamente en los momentos más duros de su vida. Aunque ha vivido durante años en Alemania, desde el pasado mes de mayo trabaja en la agencia de representación deportiva AC Talent Sports & Entertainment que gestiona las carreras de grandes estrellas del futbol como Xavi Hernández, actual entrenador del Barcelona, el centrocampista del Athletic de Bilbao Ander Herrera o Lucas Vázquez, lateral del Real Madrid. Su sede está en Zaragoza.

También se espera la presencia de Pablo de Hohenlohe, hermano de Marco y, por tanto, tío carnal de la novia, y su mujer, María del Prado, duques de Tarifa. El matrimonio es padre de dos hijas, Allegra y Cecilia, de 19 y 18 años respectivamente, presentadas en sociedad el pasado mes de junio durante la boda de su prima Sol, donde ejercieron de damas de honor vestidas a juego de Dior.

Los que no estarán de ninguna manera son los integrantes del núcleo familiar encabezado por el duque de Segorbe, único superviviente de los cuatro hijos de la legendaria Mimi, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba. Ignacio Medina está casado con Gloria de Orléans-Braganza, prima del rey Juan Carlos I, y tataranieta de Pedro II, último emperador de Brasil y tiene dos hijas Sol y Luna.

Una boda repleta de ausencias y celebrada lejos de sus propiedades que no se verá ensombrecida de ninguna manera por ninguna de estas circunstancias.