Fotos exclusivas | Victoria de Hohenlohe, volcada en su boda: finca, vestido y fotógrafo

Hace un mes, durante la Feria de Abril de Sevilla, supimos que la de Tamara Falcó no sería la boda aristocrática más importante del año. En octubre, Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli y una de las nobles con más títulos de Europa, también protagonizará uno de los grandes enlaces de la temporada en Jerez de la Frontera.

Un enlace que pilló por sorpresa a todos los que habitualmente cubren este tipo de temas, desconocedores de que la aristócrata no solo mantenía un estable noviazgo con Maxime Corneille, sino que además entre sus planes inminentes se encontraban los de casarse este mismo año.

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P. I.

Así lo hará en cuatro meses, rodeada de gran parte de su familia, eso sí, en una finca que no pertenece al extenso catálogo de propiedades que le corresponden por su título. Desde hace años, la duquesa de Medinaceli y parte de sus primos litigan contra su tío, el duque de Segorbe, por el reparto de la herencia de la que por el momento Victoria no ha podido disponer.

Tal y como se observa en las imágenes a las que ha tenido acceso Vanitatis, Victoria, a pesar de esto, está disfrutando como una novia más de los preparativos de su gran día. Bien en compañía de su prometido, con quien ha mantenido una relación de lo más discreta durante los últimos años, o de una de sus íntimas amigas, la duquesa avanza a buen ritmo en muchos de los aspectos importantes de su gran día.

En actitud nunca antes vista

Como decíamos, Victoria, como cualquier novia a cuatro meses de su boda, no para de un sitio para otro cerrando detalles. Una de las últimas ocasiones ha sido hace unos días, cuando nuestras cámaras la fotografiaron de paseo por el madrileño barrio de Salamanca con su prometido, acaramelados y enamorados por la calle.

Una imagen cotidiana si no fuera porque se trata de la primera vez que vemos en actitud cariñosa en público a la duquesa de Medinaceli. Siempre reservada y celosa de su intimidad, ha mantenido hasta el anuncio de su boda su relación en absoluto secreto.

También ha llevado siempre con cierto recelo sus relaciones de amistad. Hasta ahora. Durante estos días, también hemos conocido otra faceta de Victoria, jovial y animada, del brazo de una íntima amiga, con quien también aprovechó las agradables temperaturas de la semana pasada para dar un paseo y sentarse en una terraza a tomar algo mientras se ponían al día en diferentes temas.

Fotógrafos y wedding planner

De hecho, uno de los lugares en los que fue vista del brazo de su novio fue saliendo del edificio donde el célebre estudio de fotografía Click10, especializado en bodas, tiene su oficina. Desconocemos si finalmente habrán depositado su confianza en este equipo con tantos años de experiencia a sus espaldas. En ellos han confiado grandes rostros de la alta sociedad y élite empresarial para su gran día, por lo que no se equivocaría de elegirlos finalmente.

No está sola en la organización de su boda. Para que todo salga perfecto, sobre todo tratándose de una boda lejos de su lugar de residencia, Victoria ha puesto en manos de las socias de A-Típica esta misión.

No hay duda de que ha confiado en el consejo de sus amigos Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, ya que entre las bodas que han organizado en los últimos años destacan las de los dos hijos del duque de Alba en el palacio de Liria, la del marqués de Cubas e Isabelle Junot en Plasencia o la de la hija del presidente de la Mutua Madrileña.

Enlaces de postín en los que los apellidos del Ibex-35, las grandes casas nobiliarias y las fortunas de España se suceden en las listas de invitados, como se prevé que pase en la de la duquesa de Medinaceli. Su éxito: la discreción como bandera y el boca a boca como acelerante.

Una finca para la duquesa

Pocos, por no decir ninguno, son los detalles que han trascendido de esta boda de la que aún no conocemos la fecha exacta. Lo que sí que han confirmado personas del entorno de Victoria a Vanitatis es que ya tiene lugar para celebrarla.

Aunque el duque de Segorbe no le ha autorizado casarse en Casa Pilatos, buque insignia de la familia Medina, ni en ninguna de sus otras propiedades, la joven duquesa sí tendrá un lugar precioso donde contraer matrimonio. Lo hará en la finca Salto al Cielo, propiedad de los López Carrizosa. Una de ellos, Mercedes López de Carrizosa y Caballero, está casada con Gonzalo Prado Pardo-Manuel de Villena, marqués de Castiglione de Aragón, primo de Borja Prado, expresidente de Endesa y, lo que es más importante, íntimo amigo de Marco Hohenlohe, padre de Victoria.

Salto al Cielo forma parte del conglomerado agroalimentario fundado a finales de los años sesenta por Luis López de Carrizosa Ybarra. A día de hoy cuenta con más de 2.000 héctareas para el cultivo en Cádiz, ganadería de raza limousin y otras 2.600 hectáreas de coto de caza en la campiña jerezana tanto de caza menor como mayor.

En esa finca, un lugar precioso alejado de todo y perfecto para salvaguardar los detalles de miradas indiscretas, se casará la duquesa de Medinaceli, como hace unos meses se casó su íntima amiga e hija de Gonzalo y Mercedes, Sol Prado, diseñadora y fundadora de la firma T.ba, una de las favoritas de la jet (sin ir más lejos, hace unas semanas vistió a una de las hijas de Carlos Sáinz y también a Claudia Osborne) y que podría ser la elegida por la duquesa de Medinaceli para vestirse también de novia.

La boda de Sol la sirvió el conocido catering sevillano Alda y Terry (el mismo que contrataron el Litri y Casilda Ybarra), que deleitó a los invitados con un suculento menú con productos típicos de la zona que regaron con caldos de origen jerezano, como no podía ser de otro modo, que podría servir de guía para Victoria. Ya conocen el espacio y los gustos de sus íntimos amigos, por lo que podrían ser los elegidos para su boda.

Un enlace para el que tan solo quedan algo menos de 4 meses y que reunirá a grandes rostros de la alta sociedad española como su tía Naty Abascal y sus primos Rafa y Luis Medina, así como a los hijos del duque de Alba, Fernando y Carlos, y sus respectivas mujeres, Sofía Palazuelo y Belén Corsini, duquesa de Huéscar y condesa de Osorno, respectivamente.