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La duquesa de Medinaceli: una boda con la herencia sin resolver y sin palacios
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La duquesa de Medinaceli: una boda con la herencia sin resolver y sin palacios

Victoria de Hohenlohe y sus primos mantienen un contencioso legal con su tío el duque de Segorbe que le impide a ella celebrar su boda en alguno de los palacios de la familia

Foto: Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli.
Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli.

A la muerte de su padre, Marco Hohenlohe, en agosto de 2016, su primogénita Victoria se convertía por derecho en duquesa de Medinaceli y jefa de la casa nobiliaria más importante junto con la de Alba. La joven de 26 años ha mantenido un perfil bajo y poco se sabe de su próxima boda, que será en octubre como adelantó '¡Hola!'. Es tan invisible que hay muy pocas imágenes suyas: algún robado en la hípica; unas en la puerta de su trabajo que les ofrecimos en exclusiva esta semana; otras en las que aparece como invitada en la boda de Fernando Fitz-James Stuart en el palacio de Liria, o acompañando a sus tías Ana María y Naty Abascal en Sevilla.

Una actitud muy parecida a la de su hermano Alexander, que, como ella, pasó parte de su vida en Múnich (Alemania), donde vivían con su madre. Parte de los estudios superiores los realizó en Madrid y de ahí la relación estrecha con la generación más joven de los Alba.

placeholder Una cariñosa foto de Victoria con su padre, Marco de Hohenlohe.
Una cariñosa foto de Victoria con su padre, Marco de Hohenlohe.

Como anécdota, señalar que las respectivas abuelas, Cayetana Fitz-James y Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, conocida familiarmente como Mimi, mantenían exclusivamente las reglas de cortesía social. En realidad no se caían bien. A la duquesa de Alba le parecía muy poco elegante que su homóloga nobiliaria alquilara la Casa Pilatos a “la gente del cine”. Efectivamente, el palacio ducal sirvió como plató para películas como 'Lawrence de Arabia' o 'Knight and Day'. Con el tiempo, los palacios de Dueñas y Liria se abrieron al público, pero ya las nobles habían fallecido.

Estas guerras entre nobles las ha heredado también Victoria Hohenlohe, que no podrá casarse en octubre con su novio, Maxime Corneille, en el emblemático recinto sevillano Casa Pilatos. Ni en ese lugar ni en el resto de palacios y fortalezas adscritos a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, como son el pazo de Oca (Pontevedra), el Hospital Tavera (Toledo), la Sacra Capilla del Salvador o el palacio de los Cobos, como patrimonio más representativo.

De querer hacerlo tendría que pedir permiso a su tío Ignacio Medina, duque de Segorbe, titular de la fundación, a la que no tiene acceso la actual duquesa de Medinaceli, ni sus primos. Solo las hijas del duque de Segorbe. En el caso de que quisiera organizar el enlace allí, su única alternativa sería contratar el espacio como hacen todos aquellos ciudadanos o empresas que quieren celebrar sus fiestas importantes en dichos recintos. Y esta contradicción es la que no se entiende en los círculos nobiliarios, como explican a Vanitatis: “Que la duquesa de Medinaceli no se pueda casar en el palacio que lleva su título es incomprensible, y más aún que esté expulsada de dicha fundación”. Hay que aclarar que los palacios pertenecen a la entidad, que a su vez tiene atribuida una dotación patrimonial.

El contencioso judicial del hijo menor de Victoria Eugenia Fernández, Ignacio Medina, comenzó a la muerte de su madre en 2013. Era una mujer que destacaba por su fuerte carácter y su preferencia hacia Ignacio, el menor de la familia y que fue el único hijo de los cuatro que la sobrevivió. Los otros tres, Ana, Luis y Rafael, habían fallecido, pero quedaban sus herederos, que tenían derecho, según la legislación española, a recibir lo que les correspondía. La mayor parte de ese patrimonio estaba, sin embargo, bajo el control de la fundación Medinaceli.

Y en ese punto es donde radica el conflicto entre los sobrinos y Segorbe. "Según el Código Civil, cuando dejas hijos o descendientes directos, dos terceras partes de tus bienes van necesariamente a ellos. Era de obligado cumplimiento y cualquier otra cosa suponía vulnerar la ley", señala la misma fuente. Desde el principio no se cumplió ese reparto y los herederos demandaron. Esa reclamación judicial no solo los llevó a juicio, sino que se les excluyó totalmente del núcleo de la fundación que preside Segorbe.

placeholder La Casa Pilatos, por dentro. (EFE)
La Casa Pilatos, por dentro. (EFE)

A pesar de ser la jefa del ducado, Victoria Hohenlohe, diez veces grande de España y titular de 43 títulos, no puede hacer uso del patrimonio que le dejó la abuela a ella y al resto de primos.

El 10 de diciembre de 2021, el Juzgado número 12 de Sevilla comunicó a las partes su decisión. En el escrito de resolución se reconoce el derecho a la legítima de los herederos de doña Victoria Eugenia Fernández de Córdoba. Como era de esperar, el tío Ignacio Medina no estuvo de acuerdo. Hubo un recurso que está pendiente de resolución en la Audiencia de Sevilla y una vez que haya sentencia se puede recurrir a una instancia superior como es el Tribunal Supremo. Este contencioso se alargaría en el tiempo y no es probable que el asunto se resolviera antes de la boda de la duquesa, prevista para este otoño. Otra cosa es que el duque de Segorbe quisiera reconsiderarlo.

A la muerte de su padre, Marco Hohenlohe, en agosto de 2016, su primogénita Victoria se convertía por derecho en duquesa de Medinaceli y jefa de la casa nobiliaria más importante junto con la de Alba. La joven de 26 años ha mantenido un perfil bajo y poco se sabe de su próxima boda, que será en octubre como adelantó '¡Hola!'. Es tan invisible que hay muy pocas imágenes suyas: algún robado en la hípica; unas en la puerta de su trabajo que les ofrecimos en exclusiva esta semana; otras en las que aparece como invitada en la boda de Fernando Fitz-James Stuart en el palacio de Liria, o acompañando a sus tías Ana María y Naty Abascal en Sevilla.

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