El emporio de Andrés Iniesta se resfría: remonta su bodega, pero pierde dos millones

Andrés Iniesta es una de esas personas que apenas necesita presentación. Lo ha ganado todo junto al Fútbol Club Barcelona, también vivió con la selección española sus mejores momentos y metió el gol decisivo para conquistar el Mundial en 2010. Logros con los que muy pocos, o casi ningún jugador, cuentan y que le han llevado a confiar en sí mismo y a querer seguir alargando, siempre que el cuerpo se lo permita, sus días sobre la hierba.

Después de pasar por Japón, está jugando en el Emirates Club, de los Emiratos Árabes Unidos. Actividad que compagina con la de empresario, pues desde hace años tiene en su haber varias empresas con actividades diversas. Algunas funcionan a la perfección y otras, según los datos a los que ha tenido acceso Vanitatis, no pasan por su mejor momento.

Es el caso de Maresyterey SL, una sociedad fundada en 2001 y de cuya gestión han participado siempre sus padres además de él mismo. Esta entidad comenzó siendo la herramienta para todo lo relacionado con su propia carrera y sus contratos publicitarios, pero años más tarde se amplió su objetivo social para abarcar la elaboración y comercialización de vinos y alcoholes y la explotación de bodegas y destilerías.

En el ejercicio 2022, balance que acaba de presentar al Registro Mercantil, las pérdidas que ha registrado han sido significativas y ascienden a 2,1 millones de euros. La facturación del año alcanzó los 1,8 millones y el total activo es de 87 millones. Estas cifras pertenecen al año 2022 y es un resultado que se veía venir, teniendo en cuenta la vertiginosa cuesta descendente de los beneficios de esta empresa. Aunque es el primer año en que registran pérdidas, el ejercicio anterior los números ya habían bajado drásticamente. Entonces el beneficio fue de casi 800.000 euros, nada que ver con los 21,7 millones que alcanzaron en 2020 o los 16.6 de 2019.

Esta sociedad es la matriz de Bodega Iniesta SL, la responsable de la ampliación del objeto social de la anterior en 2009, momento en que abrió una bodega con su mismo nombre en su pueblo, Fuentealbilla (Albacete). Este proyecto nunca ha llegado a dar grandes beneficios al jugador, pero trece años después sigue en pie y poco a poco ha ido ampliando los servicios que ofrece y las personas a las que da trabajo. Y él sigue invirtiendo para hacerlo rodar. En julio de este 2023 realizó una ampliación de capital de 5,8 millones de euros, haciendo ascender la cifra a 13,6 millones. Este movimiento se ha hecho a través de Maresyterey SL y la operación ha consistido en convertir en capital un crédito a largo plazo que la sociedad tenía con su matriz.

En el último año fiscal, 2022, las bodegas han registrado ventas por valor de 1,6 millones de euros, dejando un beneficio anual de 138.000 euros a la sociedad, que cuenta con un activo total de 10,1 millones. Es el primer año que la bodega no termina con pérdidas, pues todos los ejercicios anteriores cerraron con números rojos. Resulta evidente que para el futbolista se trata de mucho más que una empresa, es algo más personal, un proyecto en el que además está involucrada su familia y su tierra, de la que siempre se ha sentido muy orgulloso.

A lo largo de estos años la bodega ha ido creciendo mucho; de hecho, lo que ahora ofrece, además de la venta de su vino con denominación de origen, es un plan de enoturismo en el que puedes ver la elaboración del caldo o hacer una ruta del vino por La Manchuela, cenar y quedarte a dormir, lo que se llama una experiencia 360.

También ladrillo

Otro sector en el que ha invertido el jugador es el del ladrillo. En 1983 dio de alta Construcciones Iniesta SL, dedicada al “movimiento de tierras y construcciones de contratas de obras públicas en general. Venta de edificios por el régimen de propiedad horizontal y en general, la construcción y compraventa de todo tipo de inmuebles”. En 2022 también ha mejorado sus números, no ha cerrado con beneficios, pero las pérdidas son menores que en el año anterior y mantiene un patrimonio neto de 16,7 millones de euros.

Resulta evidente que el último año no ha sido el mejor en el terreno empresarial para Iniesta, aunque el valor de sus entidades deja claro que en términos generales el deportista es mucho más que solvente, y eso al margen de lo que factura por su ficha en el equipo y por publicidad. Pero dejando de lado lo laboral, seguro que el 2023 es un año que no olvidará, pues es en el que ha nacido su quinta hija con Anna Ortiz, la estilista apasionada de la decoración con la que se casó en 2012 y con la que ha formado una familia que le acompaña allí donde el futbol le lleve.