El lado más personal de Andy y Lucas: sus momentos familiares más duros

Andrés Morales y Lucas González, más conocidos como Andy y Lucas, son dos gaditanos de 41 años que llevan más de la mitad de su vida dedicados a la música. Amigos desde la juventud, pues ambos crecieron en el barrio de La Laguna, el dúo formado por Andy y Lucas se define como “dos chicos sencillos de barrio que sustentan su vida en el amor y el respeto a su familia”. Más de mil conciertos, dos discos de diamante, 20 discos de platino y 40 discos de oro son solo algunas de las cifras de sus más de dos décadas juntos.

Muy discretos en lo que se refiere a su vida privada, poco se sabe de ella, más allá de que los dos formaron, cada uno por su parte, una familia y son padres (Andrés, de un niño y una niña, y Lucas, de un niño. En ambos casos, el hijo lleva el mismo nombre que el padre).

Andrés Morales Troncoso nació en el seno de una familia humilde formada por tres hermanos. “A mí me han criado mis abuelos, mi padre estaba prácticamente siempre trabajando”, confesaba Andy en el programa ‘Volverte a ver’. Era un niño muy inquieto al que no le gustaba estudiar, y tras muchos años de suspensos decidió ir a trabajar al puerto con su padre, Antonio, que trabajaba descargando barcos de pescado y echando hielo en las cajas, algo que hacía con tal maestría que le conocían como 'el palita de oro'.

Pero Antonio no quería que siguiera sus mismos pasos, y le convenció para volver al instituto a cambio de comprarle una moto. La insistencia de su padre cambió la vida de Andy, que empezó a aprobar todas las asignaturas y además, en su vuelta al instituto, conoció a Lucas. Sin embargo, la relación de Andy con su padre quedó marcada por una gran decepción. En 2013, tras un grave accidente de coche de su novia y la muerte de su abuelo materno, no encontró en su padre el apoyo que necesitaba, y estuvo dos años sin hablar con él, aunque finalmente las aguas volvieron a su cauce.

Lucas González, por su parte, fue el pequeño de los cuatro hijos de Pedro, un conocido jugador de fútbol, y María, un ama de casa que hace “las mejores tortillas de patatas del mundo”. La vida de su familia se truncó en 1995, cuando su hermano mayor, Pedro, quien le regaló su primera guitarra, sufrió un terrible accidente de coche y tras estar en coma 45 días quedó con un 76% de discapacidad y con necesidad de cuidados permanentes.

Fue un golpe muy duro, pero que unió más aún, si es posible, a la familia. Lucas asegura que después de los conciertos siempre volvía a casa para estar con sus padres. En 2020, el padre de Lucas falleció, dejando el corazón de toda su familia roto. “Para mí, mi padre era mi ídolo y a Andy lo quería como un hijo”, contaba Lucas en el mismo programa de televisión, mientras lloraba desconsolado.

Juntos desde el año 1999, Andy y Lucas forjaron una amistad férrea, y más de dos décadas después siguen juntos, tanto sobre los escenarios como cuando bajan de ellos. Los dos terminan el año 2023 con un nuevo proyecto que les ilusiona y que piensan que gustará mucho a sus fans, además de a sus hijos.