Zapatero habla como nunca de su mujer y de cómo vivieron la noche electoral tras el atentado del 11-M
El expresidente del Gobierno se ha sentado con Jordi Évole para repasar cómo fueron sus años al frente del Ejecutivo y, sobre todo, recordar los inicios, apenas tres días después del 11-M
José Luis Rodríguez Zapatero fue el protagonista de la última entrega de ‘Lo de Évole’, la noche de este domingo. El expresidente del Gobierno se sometió a una de sus entrevistas más sinceras, en la que no solo habló de cómo vivió el atentado del 11 de marzo de 2004 y las jornadas posteriores, sino que también tuvo palabras para su mujer y sus hijas, Laura y Alba, sobre las que rara vez se pronuncia.
Zapatero, que ganó las elecciones celebradas tres días después del atentado y que vivió de primera mano la gestión posterior al terror perpetrado por los terroristas islámicos culpables de la masacre, contestó a todo lo que Évole le preguntó. Sereno y tranquilo, como decíamos, incluso abrió su corazón para hablar de Sonsoles, a quien conoció a principios de los 80 y con quien ha compartido toda su vida.
La noche electoral de aquel 14 de marzo, nadie sabía qué iba a pasar. Con una participación muy por encima de la media y la oposición frontal de gran parte de la población española, que veía en el envío de tropas a Irak la clave del atentado terrorista, todo se vivió de manera muy diferente a lo esperado.
“¿Es cierto que Felipe González estaba muy emocionado?”, le pregunta Évole. “Estábamos todos emocionados. Yo con Felipe tenía muy buena relación”, responde. “De aquella noche recuerdo las llamadas de mis hijas, que eran muy pequeñas y estaban en casa. La llamada de mis padres. Para mi padre significaba toda su vida. Dese cuenta de que mi padre había perdido a su padre porque lo habían fusilado a los 9 años y vivió toda la dictadura y buena parte de la democracia a la espera de poder cumplir lo que su padre, mi abuelo, había escrito en su testamento antes de morir: ‘Muero inocente y perdono, nunca fui traidor a mi patria y que se vindique mi nombre cuando se pueda”.
Una noche cargada de emociones en la que quien no se separó de él en todo momento fue su mujer, Sonsoles Espinosa, con quien se casó aquel frío 27 de enero de 1990 en la ermita de Nuestra Señora de Sonsoles, en Ávila.
“¿Es cierto que en algun momento pide que le dejen solo con su mujer?”, continuó el entrevistador. “Sí, es verdad. Mi mujer estaba nerviosa, afectada por lo que se nos venía encima y nos dimos un beso”, recordó con emoción.
Juntos desde principios de los 80, Zapatero y su mujer se conocieron mientras estudiaban Derecho en la Universidad de León. Una relación solvente que diez años después consolidaron casándose y formando una familia de cuatro miembros.
“Debo decir que aunque la gente pueda discutir todas las cosas de mí, hay una que es indiscutible: es que llevo 40 años enamorado de mi mujer y he tenido una fortuna extraordinaria con Sonsoles. Sigo igual de enamorado que el primer día y, por tanto, para mí era lo más importante porque para ella todo eso era complicado. Ella nunca había estado en política, no era lo suyo y me acompañó, y yo cumplí también con ella porque le prometí que solo estaría dos mandatos y así fue”.
Una entrevista sincera y clara en la que, además de repasar algunos de los hitos de su vida política, también tuvo espacio para recordar a algunos de sus amigos perdidos con los años. Quizá la imagen más potente, la de Carme Chacón, ministra de Defensa de su Ejecutivo, pasando revista a las tropas embarazada de siete meses. “Ese día representó toda la lucha de las mujeres por ser consideradas iguales, capaces, y además qué bien lo hizo. Yo lo estaba viendo y debo decir que estaba feliz”.
También recordaron a Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente y su mano derecha durante tanto tiempo. “Quizá la persona a la que más he llamado por teléfono en mi vida, después de Sonsoles, sea Alfredo Pérez Rubalcaba”, llegó a confesarle con un nudo en la garganta. “La mejor manera de rendirles homenaje es seguir defendiendo las ideas por las que ellos tanto lucharon y trabajaron, y hacerlo con la dignidad con la que ellos hacían su tarea”.
José Luis Rodríguez Zapatero fue el protagonista de la última entrega de ‘Lo de Évole’, la noche de este domingo. El expresidente del Gobierno se sometió a una de sus entrevistas más sinceras, en la que no solo habló de cómo vivió el atentado del 11 de marzo de 2004 y las jornadas posteriores, sino que también tuvo palabras para su mujer y sus hijas, Laura y Alba, sobre las que rara vez se pronuncia.