Estos son los famosos que tuvieron que modificar o borrar sus tatuajes al romper con sus parejas

No se habla ahora mismo de otra cosa: el anuncio de la separación de Alice Campello y Álvaro Morata ha dejado sin palabras a todos sus seguidores. Lo hacían público ayer a través de sus redes sociales, después de ocho años de relación y cuatro hijos en común.

Sin embargo, más allá de la vida en común y de los negocios que comparten, hay una cosa a la que la pareja va a tener que hacer frente: los numerosos tatuajes que se hicieron mientras duró su relación; desde la estrofa de una canción italiana hasta una frase de amor con la letra del otro. Pero si hay uno que destaca por encima de todos es el enorme tatuaje con la cara de Alice y su nombre que lleva tatuado el futbolista en su antebrazo izquierdo.

La influencer italiana explicó en su momento el motivo del retrato que se realizó el futbolista del A.C. Milán: "Lo hizo porque yo quería hacerme un tatuaje y me encantaba la idea de hacer uno de pareja. Él dijo que, además de eso, le encantaba la idea de hacerse uno muy especial que representase a la madre de sus hijos y se hizo mi cara".

Sin embargo, Morata y Campello no han sido los únicos que podrían decidir pasar por la experiencia de eliminar o modificar un tatuaje cuando ya no les representa. Johnny Depp, por ejemplo, lo vivió con dos de sus exparejas. A principios de los años 90, se tatuó en el brazo derecho ‘Winona Forever’ en honor a Winona Ryder, con la que estuvo cuatro años; pero al separarse lo reestructuró cambiándolo por ‘Wino forever’, que significa algo así como ’siempre borracho’ o 'vino para siempre'. Con Amber Heard, le sucedió algo parecido. Pasó de tener escrito ‘Slim’ (un apodo cariñoso), a modificarlo con la palabra malsonante ‘Scum’, que sería algo parecido a ‘escoria’ en español e incluso aún más soez.

Otra gran actriz que presumía de tatuaje era Melanie Griffith. Después de su ruptura con Antonio Banderas, con quien compartió 20 años de su vida, la hija de Tippi Hedren empezaba en 2015 un tratamiento para borrar la tinta de la parte superior de su brazo derecho. Así, decidió cambiar el nombre de Antonio, que figuraba dentro de un corazón, por una especie de crucigrama con los nombres de sus cuatro hijos: Jesse, Alexander, Dakota y Stella.

Angelina Jolie también eligió a sus hijos como el reemplazo perfecto para un tatuaje que ya no tenía sentido. Lo hizo con un dragón que lucía en el brazo izquierdo y sobre el cual ponía ‘Billy Bob’ en referencia al actor Billy Bob Thornton, con quien estuvo casada. Después de separarse, lo borró con láser y en el mismo lugar se tatuó las coordenadas de nacimiento de sus hijos.

Otro famoso que tuvo que modificar un tatuaje al romper con su pareja fue Jota Peleteiro. En su pecho lucía la cara de su pareja Jessica Bueno y tras su ruptura modificaba la cara de su exnovia y convertía el tatuaje en un realista tatuaje de un majestuoso animal.

También muy conocido es el caso de Laura Escanes. La creadora de contenido, tras su separación con Risto Mejide, decidió eliminar la firma del presentador y modificar la palabra ‘Mía’, que llevaba en el antebrazo, por ‘Miami’. Este tatuaje en concreto hacía referencia al título de una carta que le dedicó Mejide a Escanes cuando salían. La creadora de contenido dijo en aquel momento a través de sus redes sociales que no se arrepentía de los tatuajes que se había hecho: "Solo quiero aclarar que nunca me he arrepentido de los tatuajes porque son algo que en un momento sentí y algo importante para mí. […] Pero como consejo: ni nombre ni firmas. Todo lo demás me parece estupendo, ya sea de novios, amigos, familia o viajes", explicaba.

Una lección que, de seguro, aquellos que se han tatuado pensando que su amor sería eterno, pero no lo fue, tendrán muy en cuenta la próxima vez que quieran inmortalizar en tinta algo que, al final, podría llegar a ser temporal.