José María y Nacho Cano: vidas independientes y sin apenas relación
Mientras el segundo lidia con la polémica de 'Malinche', el primero permanece en un discreto segundo plano. Cuentan que cuando murió su padre, hicieron dos funerales por separado
La relación de los hermanos Cano, José María y Nacho, es inexistente. Esta es la situación que los entornos respectivos y más directos confirman a Vanitatis. Y esta ruptura no es nueva, viene de muy atrás, de problemas y cuestiones no solucionados de la época de Mecano. Dos hermanos brillantes que convirtieron al grupo en la referencia musical de aquellos años. Y aún hay empresarios que intentan que vuelvan a unirse. A estas alturas de la vida no solo no hay posibilidad de recomponer el trío musical sino que tampoco hay posibilidad de un acercamiento filial. Ana Torroja va por libre y se lleva bien con los dos. Cada uno tiene su versión de la historia de los desencuentros pasados que se han enquistado parece que de por vida. Nada va a variar.
Cuentan que cuando murió el padre, cada uno hizo su funeral. En medio, la madre, una señora de 92 años agobiada por la situación que está viviendo su hijo Nacho por las acusaciones que pesan sobre él de presuntas contrataciones irregulares para su espectáculo 'Malinche'.
El productor y músico ha dado su versión en cada entrevista que concede. “No se ha quedado callado y no lo va a hacer nunca. Sufre por su madre, que a su edad todo esto le está afectando mucho”. José María Cano no se ha puesto en contacto con nadie de la familia para interesarse por el complicado asunto. Aseguran que esta falta de interés viene precisamente del pasado y no se solucionó. José María Cano vive entre Londres, Malta, Portugal y España. No tiene pareja y el punto de unión familiar es a través de su único hijo, Dani, al que adoran la abuela y el resto de primos directos. “Le ven poco pero cuando pasa es una fiesta”, confirman.
El fin de semana pasado se abrió la tercera temporada de 'Malinche', el musical que dirige y produce el compositor y músico. Acudieron al teatro parte de la familia y amigos. Allí estaban sus hermanos Modesto y Mery, primos o amigos que son de la familia como Uxía Martínez del Campo, gerente de la clínica Sada. Su hija Mónica Sada, propietaria y dueña de la firma dermatológica Skincare, es íntima amiga del segundo hijo del matrimonio formado por el empresario Modesto Cano y Emilia Andrés, licenciada en Ciencias Políticas.
Los tres hermanos tuvieron una infancia cómoda y estructurada. Esa unión se deshizo en los últimos años de Mecano. Los egos, la diferencia de caracteres y alguna influencia tóxica enfrentó a los hermanos según la versión oficial. Jose María Cano contó en el diario El Mundo que Mecano se disolvió debido a la enfermedad de su hijo: “A Dani le acababan de diagnosticar el síndrome de Asperger. Ahora pienso que sí es razonable aclararlo”. Y es lo que sirvió para entender la disolución del grupo.
Según algunos amigos que quieren contemporizar con la relación inexistente aseguran que “Jose sí está al tanto de lo que pasa. Otra cosa es que no lo verbalice”. Esta afirmación es contraria a la de la mayoría de personas del entorno directo con los que hemos hablado. Explican que ninguno de los dos se necesita económicamente.
El patrimonio de José María Cano es más que importante. Superlativo. Tiene una casa en Madrid, una mansión en Londres y dos palacios, uno en Malta y otro en Portugal, el palacio de San Vicente de Fora. La casa londinense sirvió de inspiración al escritor escocés J. M. Barrie para escribir 'Peter Pan’. Aparte de las inversiones inmobiliarias tiene una colección de arte muy importante, “valorada en cientos de millones” de euros, según nos dicen.
Cuadros muy cotizados
Sus cuadros se cotizan a precios muy elevados que oscilan del medio millón hasta el millón. Según la información que publicó Silvia Taulés en Vanitatis, una obra suya en la que aparece el fundador de Apple se vendió en Hong Kong por 363.000 euros. La casa de subastas Sotheby’s fue la responsable de la operación, en la que salieron a la venta otras obras del artista. "La apropiación de Cano de las imágenes de los mass media y su fijación con el comercio y las celebrities dibuja paralelismos con el trabajo de Andy Warhol", señalaban entonces desde la prestigiosa firma.
La vida de José María Cano se divide entre su dedicación al arte y a la música. Cuentan que se puede permitir el lujo de irse a un convento en Italia y dar un concierto. “Ha aprendido la técnica de la ópera, que es lo que más le satisface y le gusta. De pronto escribe un aria y la canta en una pequeña capilla”. Respecto a un posible reencuentro, esta fuente opina que “sería un milagro”.
La relación de los hermanos Cano, José María y Nacho, es inexistente. Esta es la situación que los entornos respectivos y más directos confirman a Vanitatis. Y esta ruptura no es nueva, viene de muy atrás, de problemas y cuestiones no solucionados de la época de Mecano. Dos hermanos brillantes que convirtieron al grupo en la referencia musical de aquellos años. Y aún hay empresarios que intentan que vuelvan a unirse. A estas alturas de la vida no solo no hay posibilidad de recomponer el trío musical sino que tampoco hay posibilidad de un acercamiento filial. Ana Torroja va por libre y se lleva bien con los dos. Cada uno tiene su versión de la historia de los desencuentros pasados que se han enquistado parece que de por vida. Nada va a variar.