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Mari Trini y el primer libro que habla de su sexualidad: infancia, letras y lucha de una cantautora legendaria
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'YO NO SOY ESA QUE TÚ TE IMAGINAS'

Mari Trini y el primer libro que habla de su sexualidad: infancia, letras y lucha de una cantautora legendaria

Miguel Fernández, escritor y admirador de la artista, desmonta los tópicos en torno a uno de los iconos de la canción de autor española

Foto: Mari Trini en sus primeros años. (Gtres)
Mari Trini en sus primeros años. (Gtres)

'Los sueños son míos, dejadme soñar'. A principios de los años 70, una España en blanco y negro veía a una cantautora de gesto torcido, ojos agresivamente claros y mirada furibunda cantando eso a través de la televisión. Era la murciana Mari Trini, admirada y después olvidada, cantautora de melodramas que, entre la poesía y el desgarro decían mucho de la mujer de la época. Canciones en las que, entre líneas, también hablaba de sus sentimientos e incluso de sexualidad, un tabú para la época. Por qué Claudette fue la mujer de su vida; por qué la prensa intentó buscarle novios o por qué dejó caer en sus canciones, como decía la Garbo en ‘Cristina de ‘Suecia’, que la libertad de amar era suya. Pongamos como ejemplo una entrevista televisiva:

—¿Qué experiencias has tenido con los hombres?

—¿Qué tipo de experiencias? ¿A qué hombres te refieres? No he entendido la pregunta. Explícate.

Como todo mito, en torno a Mari Trini existe un rosario de tópicos: empezando por el de la pobre niña enferma que fue descubierta por Nicholas Ray y llevó una existencia atormentada hasta el final de sus días. En 2009 falleció a los 61 años, desplazada por la música de un nuevo tiempo que no la supo comprender. Muchos de esos clichés los desmonta Miguel Fernández, periodista y escritor de largo recorrido que construye, con 'Yo no soy esa que tú te imaginas', la obra más completa y clarificadora sobre la que también ha sido faro y guía en su vida. Un sueño literario para Fernández que también riguroso, profesional y la memoria sentimental para todo un país.

placeholder Portada de 'Yo no soy esa que tú te imaginas'. (Plaza y Janés)
Portada de 'Yo no soy esa que tú te imaginas'. (Plaza y Janés)

'Vanitatis' ha hablado con el autor para que nos desgrane, punto por punto, lo que hace de Mari Trini un icono para entender a las mujeres, a España y la propia evolución de la música. Un homenaje más que merecido hacia una leyenda cuyo eco resuena incluso hoy.

Este es un libro muy personal, ¿cuál es tu vinculación con la figura de Mari Trini?


Yo tenía 12 años cuando un amigo me invitó a casa de su abuela en el Paseo de los Tristes, en Granada. Esa misma noche fuimos a ver a una señora que cantaba unas cosas que se ajustaban al universo emocional que yo tenía en ese momento. Había visto 'Love Story' o me encantaban los arreglos de Waldo de los Ríos. Tenía dentro un mundo de orquesta, de violines. Y de repente me encuentro con una señora que dice cosas del tipo de 'Cuando la lluvia cae, se funde el hielo y cuando me acaricias...' Bueno, entré en shock y … hasta hoy. De alguna forma condicionó toda mi evolución sentimental posterior. He estado 50 años escribiendo este libro. También es un ajuste de cuentas conmigo mismo.

- ¿Por qué crees que llegó tanto al público?


Había muchachas que, en ese momento, y hablamos de la España del 72, se identificaron con una señora que salía y decía 'yo no soy esa que tú te imaginas’. No tengo que estar aquí esperando a que tú quieras llamar. O que el amor es una barca con dos remos en el mar. Esto llega hasta Saramago. Saramago tiene una anécdota muy bonita, cuando cuenta que él va sobrevolando el Atlántico y escucha 'Amores' en el hilo musical de Iberia. En ese momento tiene 65 ó 70 años. Y dice '¡Qué cosa tan bonita!'
Y luego resulta que mis padres tenían varias parejas de amigas que vivían juntas. Nunca entendimos la naturaleza o el por qué de esas relaciones. Nosotros nunca nos paramos a preguntar ni ellas a explicar la naturaleza de esa unión. Eran simplemente amigas que vivían juntas y que compraban coches juntas, un piso y viajaban. Y nunca preguntamos por qué lo hacían. Era una realidad que estaba ahí.

placeholder La cantautora en uno de los reportajes que se hacían en su casa. (Gtres)
La cantautora en uno de los reportajes que se hacían en su casa. (Gtres)

¿Cómo actuó ella con respecto a su sexualidad?


Desde la naturalidad. Aunque ella se presentaba como una rebelde, el concepto de rebeldía que se tiene ahora no es el mismo. Ella actuó siempre con entera libertad. La entendieran o no. Lo supieran o no.

¿Hubo alguna especie de montaje o pseudo montaje para ocultarlo?


Hay una foto promocional que dice 'Mari Trini y Perales, ¿nueva pareja?’ porque él va al aeropuerto a despedirla. Y otra historia que asegura que 'Mi tercer amor' está inspirada en Miguel Ríos. Pero ella vivió todo eso, hasta las cosas de la prensa, con una absoluta naturalidad. En los créditos de los discos, Claudette, que siempre estuvo con ella, aparece como asesora o como diseñadora de la portada. Hay fotos en las revistas de los años 70 donde se dice 'Mari Trini escucha las explicaciones que dan su secretaria’ o se retratan juntas en alguna gira por América.

placeholder La cantautora en una imagen de archivo. (Gtres)
La cantautora en una imagen de archivo. (Gtres)

¿Quizá la gente de entonces era más ingenua para leer entre líneas?


Yo no creo que sea una cuestión de ingenuidad, sino una consecuencia de la homofobia de ese tiempo. La negación de la homosexualidad en el régimen franquista era un hecho evidente. Cuando se rompía ese principio de visibilidad, actuaba la ley de peligrosidad social y los encerraban. La gente se negaba a imaginar lo que muchas mujeres o muchos hombres eran.


- ¿Has tenido que negociar mucho con la familia para poder sacar a la luz su relación con Claudette?

Mari Trini tuvo la suerte de convivir en el seno de una familia muy educada y respetuosa. Ellos han jugado un papel absolutamente neutral en esta historia normalizadora. Están más preocupados por preservar su legado artístico, que es lo verdaderamente importante. Mari Trini vivió con naturalidad y, como tanta gente, no tuvo más remedio que ser discreta para evitarse problemas. Alabar ahora, en una sociedad democrática como la nuestra, la discreción de Mari Trini es una forma de normalizar aquella homofobia.

-Siempre se habla de cómo la descubrió el director Nicholas Ray pero parece que esa relación no fue tan idílica como nos han contado…

Ella misma contó, en el año 78, que Nicholas Ray lo que quería era acostarse con ella. Ella tenía 16 ó 17 años y él le llevaba 36. Cuando ella cuenta lo que ocurrió, nadie le dio importancia, no mereció ni un titular ni una negrita. La cita está en el libro: “No solo se insinuaba, sino que pretendió acostarse conmigo. A partir de ahí, le dije que aquello no era así. Y desapareció nuestra relación y nuestro contrato”.

placeholder Foto: Serapio Carreño/Warner Music Spain
Foto: Serapio Carreño/Warner Music Spain

"Los sueños son míos"

Con apenas 22 años, Mari Trini compone todo un grito de guerra, ‘Déjame’. Por entonces la artista ya cuenta con la ayuda de Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli, dos genios que visten sus canciones de una épica decadente y especial. Lo que dice el libro de Fernández acerca de la significativa letra de ‘Déjame’ nos habla mucho de cómo la autora se manifestaba, como decíamos, a través de sus letras: “María Mille (madre de Mari Trini) no ve con buenos ojos esa unión (con Claudette). La relación entre madre e hija, tan estrecha durante los años de la enfermedad y los primeros pasos artísticos, nunca volverá a ser estrecha. “Déjame, tengo que llegar, no quiero quedarme atrás - dice en su canción-, los sueños míos, dejadme soñar”.

-A finales de los sesenta, Mari Trini y Claudette, separada de su marido, que se hace cargo del hijo, se van a vivir juntas… ¿Cómo le cambia eso la vida?
Ella inicia la relación con Claudette un poco antes de que muriera su padre. La herencia y el contrato que firma con la discográfica Hispavox, la más importante del momento, le permiten ser independiente económicamente. En esa época compone “Déjame” que creo que describe clarísimamente su situación.

En el libro hablas de otras canciones que tendrían mucho que ver con lo que estaba viviendo cuando las escribía


Por ejemplo, ‘Un hombre marchó’, por ejemplo, que dedica a su padre. Habían tenido una relación estrecha y singular. Y escribe “Un hombre marchó, dejó la casa, dejó la ciudad”.


¿Y qué hay de esa imagen alicaída, de la niña que estaba triste a la que descubrieron y que cantaba canciones tristes? Una imagen de víctima que ha quedado en la memoria colectiva…


Yo creo que el libro desmonta esa imagen, que nunca fue real. Cuando firma con la primera discográfica, RCA, se fabrica una historia digna de ‘Sonrisas y lágrimas’, la de la pobre enfermita desde la infancia que, tras curarse, es descubierta por un Pigmalión que la convierte en una mujer desenvuelta. No dijeron que era pobre porque hubiera sido pasarse de la raya. A partir de ahí no dejaron de preguntarle por la enfermedad, por la soledad, por la tristeza. Es verdad que la convalecencia fue dura, en el libro se citan los médicos que la atendieron y lo que pasó. También lo de su rostro: ni parálisis ni nada. Fue simplemente una muela que se le infectó en el cielo de la boca cuando era una cría. Y no lo detectaron. La infección fue a más y se le creó una nefritis. Como no había antibiótico ni había medicamentos no sabían qué hacer, nada más que el reposo y unas curas terribles.

placeholder Foto: Colección Miguel Fernández. Cortesía
Foto: Colección Miguel Fernández. Cortesía

- Digamos que en España se trataba de vender una imagen diferente a la de esa tristeza, ¿no?
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Eran los años del Spain is diferente, del viva el turismo, las playas, las suecas. El franquismo quería vendernos que esto era el paraíso y lo que venía de Francia en ese momento: la Nouvelle Vague, Juliette Gréco, que vestía de negro, se presentaba como algo aburrido, triste... A esa muchacha, que viene cantando a Jacques Brel, le colocan también el cartel de triste, le generan esa aura de melancolía que la va a acompañar durante toda la vida. Ella repetía mucho un verso de Gloria Fuertes que decía “Yo no soy triste, soy como el ciprés. Lo que pasa es que me miráis con tristeza”.

"Estoy perdida. No entiendo nada de la Movida"

“Una de sus grandes virtudes como artista es la búsqueda constante de una evolución”, nos cuenta Miguel Fernández. Lo cierto es que, conforme se acabó el franquismo y llegaron los aires de la Movida y de un nuevo pop, Mari Trini lo tuvo difícil para igualar su éxito anterior. A principios de los 70, ‘Amores’ estuvo un año entero en la lista de los discos más vendidos y ella fue la primera mujer que consiguió un número uno. Nos recuerda el autor que, hasta este momento los LPs solamente los lanzaban hombres. ‘Amores’, además, se vende en medio mundo. Pero en una década, Mari Trini pasará a ser el recuerdo de una barca naufragar siendo aún demasiado joven. Por eso, intentará hacer algo nuevo, acorde con un nuevo país y con una nueva sensibilidad

placeholder Mari Trini y su nueva imagen. (Gtres)
Mari Trini y su nueva imagen. (Gtres)

¿Y qué pasó cuando los cantautores dejaron de estar en todas partes y llegó la modernidad de los 80?

Decide romper con todo. En el 78, da un paso adelante y se convierte en la primera mujer a la que la industria le permite producir su propio disco, ‘Solo para ti’. Es otro hito. Yo pienso mucho que eso es lo que habría deseado hacer Cecilia de haber estado viva, por ejemplo. No se queda ahí. José Luis Gil, el director general de Hispavox, le encarga a Miguel Ángel Arenas ‘Capi’ que le de otra imagen. Primero, con un pelo a lo afro, que estuvo tan de moda en el 77 y 78, y luego con otros peinados que inmortalizarán el fotógrafo Serapio Carreño. Su música también cambia: empiezan a sonar sintetizadores, hace hasta incluso una canción que se titula ‘La primera vez’, con un ritmo discotequero-

¿Y qué hay de ‘Una estrella en mi jardín’, que también es de esa época?


En el libro, los especialistas en literatura LGTBI y demás hablan justo de eso: la imagen de la estrella y el jardín no es ni mucho menos nueva. Se venía usando desde hacía 200 años antes. Y ella, consciente o inconscientemente, se suma a esa connotación lésbica. Aunque es cierto también que la canción surge un poco de la casualidad. En el libro hay un capítulo entero dedicado a ‘Una estrella en mi jardín’, que ahora es como un himno épico. Los términos que utiliza tienen un concepto lésbico.

A casi todas las cantautoras, de Cecilia a María del Mar Bonet, la intelectualidad les exigía un compromiso político que a veces no era necesario porque ya estaba implícito en sus canciones. ¿Qué ocurrió en el caso de Mari Trini?


Hispavox, la compañía que convierte a Mari Trini en una estrella tenía una filosofía americana. Querían sacar cosas comerciales al margen de la política. A partir del 70, se instalan en España otras multinacionales, que apuestan más por la protesta. Mari Trini mantuvo un discurso equidistante, claramente posicionado a favor de la igualdad, de la libertad, pero siempre escéptico hacia los partidos y las organizaciones sociales.


- Sin embargo, sí que tuvo problemas con la censura…

No los tuvo por una militancia política, pero sí por un relato social que molestaba. A ‘Ayer’, por ejemplo, la censura le cortó un párrafo. Ahora hemos encontrado en la versión íntegra con Waldo de los Ríos y se incluye en el doble disco que publica Warner. En la tercera parte de la canción, la narradora tiene ya 40 y se ha enamorado de un hombre de 20. Eso a la censura no le gustó. Tampoco les gustó una canción de corte antimilitarista, con un recluta como protagonista, a ritmo de marcha, y en la que ridiculiza de alguna forma el servicio militar, algo que hasta hace muy poco no discutía nadie, porque hasta a la izquierda le parecía bueno ir a la mili.

placeholder Foto: Serapio Carreño/Warner Music Spain
Foto: Serapio Carreño/Warner Music Spain

-En el libro hay también fotografías de Villa Antonieta, ¿qué significó esa casa para ella?


Esa fue su primera casa. La compra con el dineral que gana porque es súper trabajadora, se hace más de cien galas al año, durante muchos años es una de las artistas más contratadas. En el 73, compra la Casa de Piedra, un caserón en El Plantío que le llama mucho la atención. Resulta que a esa casa iba su abuelo con su padre y sus tíos a merendar en los años de la República. Ella no conocía la historia y rebautizó la casa como Villa Antonieta. Allí vivió hasta principios de los años 80.

- Luego se trasladó a Ibiza, ¿no?

Luego vino su segunda época dorada en Ibiza, que es donde ella se retrata muchas veces. Digamos que la ibicenca y Villa Antonieta son las dos grandes casas donde se sintió realmente a gusto.

placeholder La cantautora con el periodista Guillermo Montesinos. (Gtres)
La cantautora con el periodista Guillermo Montesinos. (Gtres)

Decíamos que incluso retrató su caída en desgracia profesional en sus canciones…


En el año 88, cuando ve que la van a echar de malas maneras de la discográfica a la que había dado tanto dinero a ganar, que repentinamente dicen que ha pasado de moda, que, de un año para otro, han caído los contratos, se subleva con canciones como ‘Debido a qué’, que también aparecen en álbum que se edita estos días junto a la biografía.

-Y, pese a todo, son muchos los artistas que la reivindican en ese momento…


A mucha gente de la Movida le encantaba Mari Trini. Ana Torroja o Alaska iban escuchando a Mari Trini en el autobús de las giras, pero sus canciones empezaron a desaparecer de la radio en esos años. No tiene ni cuarenta años, pero la consideran antigua. Es puro edadismo.

¿Tuvo gente que la ayudase en aquellos momentos?


En el libro se cuenta una situación muy dramática a principios de los noventa, hasta que consiguen que firme un contrato. Los amigos movieron cielo y tierra para encontrar alguna compañía y aseguraban que estaba tan deprimida que podría suicidarse. Por extraño que parezca, no había ninguna discográfica que quisiera contratarla.

placeholder Waldo de los Ríos.(RTVE)
Waldo de los Ríos.(RTVE)

-Háblame de su vinculación con Waldo de los Ríos


Ella había trabajado con Juan Carlos Calderón, pero en el 69 se encuentra con Waldo. Entre ellos se produce una simbiosis mágica, porque Waldo se identifica mucho con Mari Trini. Por ejemplo ‘Vals de otoño’ era en origen una canción mortecina, tristísima, pero en manos de De los Ríos parece una sinfonía. Y ‘Amores’, por ejemplo, se graba con la misma orquesta del ‘Himno de la Alegría’. Es un hecho insólito en la industria discográfica: que se grabe un álbum con 50 músicos al servicio de una cantante nueva. De los Ríos, del que luego se distanció, decía que el de ‘Cuando me acaricias’ es el mejor arreglo que había hecho en su carrera, uno de los que más orgulloso se sentía. La letra, el mensaje, le tocaba a él directamente.


- ¿Y por qué has colocado una guía de escucha en cada capítulo del libro?


Parecía básico porque estamos hablando de un personaje del que murió hace 15 años. Hoy en día ese tiempo es una eternidad. Cuando Mari Trini murió, Spotify estaba en puertas, no existía WhatsApp, las redes sociales como Facebook estaban empezando a andar … Han pasado muchas cosas y hay generaciones que no conocen nada de Mari Trini.

- ¿Y cómo crees que conecta Mari Trini con las nuevas generaciones o las nuevas cantautoras?


La historia de Rozalén, por ejemplo, es preciosa. Su padre la animó muchas veces a que cantara alguna canción de Mari Trini. En un concierto, a Vanesa Martín alguien le soltó un ‘Viva la madre que te parió’ Y ella dijo: ‘pues mi madre está en el palco’. La mujer se levantó y le pidieron que cantase. La madre de Vanesa no se lo pensó y cantó ‘Yo no soy esa’.

'Los sueños son míos, dejadme soñar'. A principios de los años 70, una España en blanco y negro veía a una cantautora de gesto torcido, ojos agresivamente claros y mirada furibunda cantando eso a través de la televisión. Era la murciana Mari Trini, admirada y después olvidada, cantautora de melodramas que, entre la poesía y el desgarro decían mucho de la mujer de la época. Canciones en las que, entre líneas, también hablaba de sus sentimientos e incluso de sexualidad, un tabú para la época. Por qué Claudette fue la mujer de su vida; por qué la prensa intentó buscarle novios o por qué dejó caer en sus canciones, como decía la Garbo en ‘Cristina de ‘Suecia’, que la libertad de amar era suya. Pongamos como ejemplo una entrevista televisiva:

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