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Goirigolzarri: casado con Isabel Artaza, dos hijos profesionales y una curiosa afición
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Goirigolzarri: casado con Isabel Artaza, dos hijos profesionales y una curiosa afición

El banquero y humanista ha anunciado esta semana su renuncia a la presidencia de Bankia a los 70 años. Le sustituye Tomás Muniesa

Foto: Isabel Artaza y José Ignacio Goirigolzarri, en la boda de Belén de Guindos. (Gtres)
Isabel Artaza y José Ignacio Goirigolzarri, en la boda de Belén de Guindos. (Gtres)

El anuncio de que José Ignacio Goirigolzarri dejaba la presidencia de CaixaBank ha sacudido esta semana los cimientos del sector financiero. Considerado un banquero brillante, la decisión ha llegado con 70 años ya cumplidos aunque quizá algo antes de lo que él mismo hubiera querido. Con él se va también uno de los únicos profesionales del sector que cuenta con una imagen blanca. En el momento de su adiós intentamos explicar por qué.

Quizá uno de los mensajes más reveladores en este sentido fue el hilo que publicó hace unas horas en redes Juan Emilio Maíllo, periodista y autor de 'Bankia, desde dentro', que trabajó con Goiri como director de comunicación externa de Bankia en los peores años : “No me llames presidente, llámame José Ignacio”. Esta fue la respuesta que recibí la primera vez que me dirigí a Goirigolzarri tras su llegada a Bankia. Ilustra, como otras tantas anécdotas, su sencillez y cercanía, una de sus obsesiones: cercanía al cliente, a los equipos, a los distintos grupos de interés... Aquello fue un 17 de mayo de 2012. La acción de Bankia caía a plomo y el rumor internacional era que el dinero huía de España a miles de millones. Toda la tensión del mundo, pero eso lo debía llevar por dentro. Hoy que se anuncia que dejará el próximo 1 de enero la presidencia de CaixaBank -tras haber absorbido Bankia en 2021-, solo puedo celebrar la oportunidad de haberle tenido como jefe. Estar con Goiri era una lección permanente para cualquier profesional (y para cualquier persona) por su talento, por su talante, por su empatía, por su capacidad, por su empuje, por su disposición a escuchar opiniones distintas y tenerlas en cuenta, por su ejemplo. Soy subjetivo porque lo que viví es personal. Y porque los que vivimos fueron, en muchos casos, momentos muy duros, de muchísima tensión. Eso curte y permite ver, seguramente, la verdadera naturaleza humana".

"Hace siete años que nuestros caminos profesionales se separaron", continuó. "Pero su cercanía ha permanecido, y eso solo puede ser mérito suyo. No ha faltado un cumpleaños sin una felicitación por su parte, manuscrita. Una Navidad sin unos buenos deseos. Un mundo con más profesionales como él sería un mundo mejor. Seguro que hoy su circunstancia personal estará muy lejos de su cabeza -aunque le arda el teléfono- y que su mente y su corazón estarán en València, una ciudad que acabó sintiendo como suya. Gracias, José Ignacio, por todo lo que has aportado a este país durante tanto tiempo y por lo que sé que seguirás aportando".

placeholder La reina Letizia y Goirigolzarri, en una reunión del patronato de FAD Juventud. (EFE)
La reina Letizia y Goirigolzarri, en una reunión del patronato de FAD Juventud. (EFE)

Formado en los jesuitas de Bilbao y licenciado en Económicas por la Comercial de Deusto, José Ignacio recuerda una infancia feliz junto a sus hermanas, dos gemelas con las que se saca tres años. "Trasteábamos juntos. Tengo un recuerdo muy bueno de los recreos del colegio, te diría que mejor que de las clases", contaba en una entrevista en El Mundo. Entonces practicaba el balonmano, jugó hasta los 23 años en el Loyola, de pivote. Todavía hoy se reúne el equipo dos o tres veces al año.

Ya no practica ese deporte, lo ha cambiado por algo tan vasco como el montañismo, que practica en las cumbres de su tierra o en la sierra de Guadarrama. "Me apasiona la montaña. Me gusta coronar, no pasear. Voy todos los fines de semana. Dos o tres horas. Caminar por la montaña enseña mucho: si te fijas, en la historia hay muchos partidos políticos que tienen una base en los grupos de montaña. Es el sacrificio. Cuando llegas arriba hay otra montaña que está aún más alto, con lo que siempre ves que el hombre tiene retos permanentes".

Goiri tiene aficiones mundanas, como la tortilla de patata, andar por el monte o pasar algún fin de semana en Marbella, y algo más extraordinarias, como la filosofía, la lectura y el arte. Desde hace años estudia a los principales filósofos, a veces a través de estudios reglados y otras con clases particulares que comparte con su amigo y compañero Santiago Eguidazu (presidente del banco de inversión Alantra) a la hora de comer. No es la primera vez que un banquero se siente atraído por el pensamiento filosófico, también Jaime Botín, el fallecido expresidente de Bankinter, fue un humanista.

Su mujer le llama Goiri

Respecto al arte, se sabe que es un apasionado de Velázquez: "Me gusta mucho, porque soy muy tradicional", dice. Su cuadro preferido del autor es 'Las Meninas'. "Tiene una composición y unas luces fantásticas. Cada vez que lo veo encuentro cosas que no había visto antes. Es una maravilla", reconoció no hace mucho en una entrevista en el 'Diario de Sevilla'.

En la misma charla también reconoció que su mujer también le llama Goiri, como todo el sector, "salvo cuando se enfada". Aunque el banquero "es muy cuidadoso con sus temas personales" (como nos dice un antiguo colaborador), se sabe que lleva más de 40 años casado con la empresaria Isabel Artaza Bilbao, con la que ha tenido dos hijos. Jon es Licenciado en Derecho, con especialización económica, por la Universidad de Deusto y actualmente es socio de Garrigues. Josebe es cardióloga en un hospital público de Madrid. La sede madrileña de la familia se encuentra en el barrio de Almagro, aunque nunca han dejado de estar empadronados en su casa de Bilbao.

placeholder José Ignacio Goirigolzarri, en el funeral por el expresidente del BBVA, Emilio Ybarra. (EFE)
José Ignacio Goirigolzarri, en el funeral por el expresidente del BBVA, Emilio Ybarra. (EFE)

Una de las actitudes que más le definen como persona en el ejercicio de su profesión ocurrió durante la pandemia. Mientras el personal de las oficinas bancarias seguía acudiendo a sus trabajos (consideradas un servicio esencial), Goirigolzarri también se presentaba cada mañana en su despacho de las Torres Kio, con su traje y su corbata, como confesó en una entrevista en 'El País': “Si teníamos miles de empleados en las oficinas con los clientes, para mí era algo simbólico estar aquí”.

Este tipo de actitudes y declaraciones son las que han hecho de Goiri un banquero de imagen impecable, por más que eso pueda parecer imposible hoy en día. Si acudimos a quienes han trabajado con él, le definen como un tipo "profesional", "cercano", "algo distante", "tranquilo". "Me gustaría destacar su profesionalidad, su calma, el respeto, y la calidad humana", apunta uno de ellos. Todo eso se va con él ahora que deja Bankia.

El anuncio de que José Ignacio Goirigolzarri dejaba la presidencia de CaixaBank ha sacudido esta semana los cimientos del sector financiero. Considerado un banquero brillante, la decisión ha llegado con 70 años ya cumplidos aunque quizá algo antes de lo que él mismo hubiera querido. Con él se va también uno de los únicos profesionales del sector que cuenta con una imagen blanca. En el momento de su adiós intentamos explicar por qué.

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