Alfonso Botín toma las riendas del holding familiar tras la muerte de Jaime Botín
El hijo mayor del banquero, fallecido el pasado mes de agosto, ha sido nombrado presidente de Cartival, la sociedad que controla Bankinter y Línea Directa
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El pasado mes de agosto, cuando falleció Jaime Botín en su casa de Ribamontán al Mar, rodeado por toda su familia, su sobrina Ana Botín quiso compartir en sus redes un texto honesto y emotivo: "Tenía mucho de mi abuelo: multifacético, con gran sentido del humor e interesado, no solo por lo financiero, sino por un amplio humanismo: el arte, la física, la filosofía, el deporte. En las reuniones del banco hablaba poco, pero sus intervenciones no tenían desperdicio. Aprendí mucho de él y de cómo enfrentaba los retos, tanto personales como profesionales; con enorme sabiduría. Fue un gran apoyo primero para mi abuelo, después para mi padre y también para mí en momentos importantes de mi carrera. Mi tío Jaime siempre aportaba valor y lo hacía con enorme discreción. Nunca olvidaré su inteligencia e independencia de criterio. Descanse en paz".
Fue un homenaje explícito a un hombre no siempre bien entendido, quizá por su carácter peculiar, por aquel episodio con el Picasso y por las vicisitudes de una vida castigada por la tragedia. Botín, hermano de Emilio Botín, impulsó Bankinter en 1965 como un banco industrial propiedad de Banco Santander y Bank of America, al 50% en cada caso. Esta estrategia también la usó para el lanzamiento de la aseguradora Línea Directa en 1995, como una joint venture entre Bankinter y Royal Bank of Scotland. Tanto Bankinter como Línea Directa fueron pioneros en usar la tecnología para la eficiencia de la entidad y para el trato con el cliente, sobre todo en la aseguradora. Como dejó escrito su sobrina, Jaime Botín "fue una de las figuras más relevantes en la modernización del sistema financiero español".
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Actualmente la salud había alejado al banquero de la primera línea, pero su relación con Bankinter seguía viva a través de su holding, Cartival, primer accionista del banco al poseer más de un 23% del capital. Cartival gestiona el patrimonio de Botín y de los cinco hijos vivos que quedan de su matrimonio con Belén Naveda: Marcelino, Alfonso, Gonzalo, Marta y Lucrecia. A través de esta sociedad son también los máximos accionistas de Línea Directa y tienen intereses en otra serie de empresas, lo que convierte a la familia en una de las más ricas de España. Según datos del Registro Mercantil, en 2023 la patrimonial declaró activos de más de mil millones de euros, a los que hay que sumar la colección de arte que dejó Botín y otras propiedades inmobiliarias.
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Tal y como ha adelantado 'The Objective' y ha podido confirmar Vanitatis, Alfonso Botín ha tomado las riendas de Cartival. El pasado 2 de Octubre el hijo del banquero y de su primera mujer fue nombrado presidente de la sociedad, en sustitución de su padre, Jaime. No ha habido sorpresas en este caso porque Alfonso Botín es quien ha heredado el perfil banquero de la familia y es el hijo más involucrado en los negocios familiares, con permiso de su hermano Marcelino y de su sobrino Gonzalo Blasco, que también forman parte de la estructura y de los planes a largo plazo de la sociedad.
Jaime Botín se casó muy joven con Belén Naveda, hija del presidente del Club Marítimo de Santander. Con ella tuvo ocho hijos. Belén y Jaime, aún bebés, fallecieron en un incendio en su casa de Cantabria. Un tercero, Richard, también falleció víctima de una leucemia. Los otros cinco, salvo Alfonso, han desarrollado sus carreras lejos del mundo financiero. Marcelino es un prestigioso ingeniero naval; Lucrecia es una conocida productora de cine ('Campeones' o 'Cerdita' están entre los títulos producidos por su empresa, Morena Films); Gonzalo es regatista, escritor y armador (su hijo Diego ganó el oro olímpico en los Juegos de París en vela), y Marta Botín ha desarrollado una relevante carrera hípica, siendo dos veces Campeona de España Absoluta. Actualmente sigue trabajando en ello desde su hípica en la Finca Los Navazuelos, en Majadahonda.
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Botín se separó de Belén Naveda y rehízo su vida junto a Adela Bermúdez. Los últimos años los pasó viajando en su barco y lidiando con la Justicia. Apareció en la Lista Falciani, por la que él y sus hijos pagaron 25 millones a Hacienda, que no consiguieron recuperar posteriormente en el Supremo. En 2021, el banquero fue condenado a tres años de cárcel por la comisión de un delito contra el patrimonio histórico por sacar de España, pese a la prohibición expresa del Ministerio de Cultura, el cuadro 'Cabeza de mujer joven', un Picasso de 1906 valorado en 26,2 millones. Pagó una multa de 91 millones de euros, pero fue exonerado de ir a prisión "por la enfermedad incurable" que padecía.
El pasado mes de agosto, cuando falleció Jaime Botín en su casa de Ribamontán al Mar, rodeado por toda su familia, su sobrina Ana Botín quiso compartir en sus redes un texto honesto y emotivo: "Tenía mucho de mi abuelo: multifacético, con gran sentido del humor e interesado, no solo por lo financiero, sino por un amplio humanismo: el arte, la física, la filosofía, el deporte. En las reuniones del banco hablaba poco, pero sus intervenciones no tenían desperdicio. Aprendí mucho de él y de cómo enfrentaba los retos, tanto personales como profesionales; con enorme sabiduría. Fue un gran apoyo primero para mi abuelo, después para mi padre y también para mí en momentos importantes de mi carrera. Mi tío Jaime siempre aportaba valor y lo hacía con enorme discreción. Nunca olvidaré su inteligencia e independencia de criterio. Descanse en paz".