Antonia Dell'Atte cumple 65 años: la musa de Giorgio Armani que emparentó con Alessandro Lequio

Hay personas que destacan allá donde van. Unos por rasgos físicos, otros por su personalidad. También los hay que aúnan ambas y, conscientes de ello, saben explotarlas al máximo como Antonia Dell'Atte, quien con el paso del tiempo no ha perdido esa esencia que sedujo a Giorgio Armani. La italiana consiguió lo que pocas, romper con los cánones de belleza característicos de los años 80. Aunque su impacto tuvo que ver, en gran medida, por su cabello corto. “El corte de pelo cambió mi vida. Hace 35 años que lo llevo así”, reconoció años después en conversación con ‘Vanity Fair’.

“Cuando llegué a España y salí en ‘La máquina de la verdad’ no sabía que determinada sociedad en España tenía un concepto de la mujer italiana a lo Raffaella Carrà, con todo mi respeto. La gente iba a la peluquería con mi foto, ‘quiero el corte de Antonia Dell'Atte’”, explicó al citado medio. Aún así, ese éxito, “lo he vivido con mucha distancia, no se me sube a la cabeza porque tengo los pies en el suelo”. Para entenderlo, todo esto ocurrió en una época en la que las mujeres españolas optaban por lucir melenas largas y de gran volumen. La figura de la italiana fue clave de un cambio que llega hasta nuestros días.

Pero no fue solo su pelo lo que cautivó a Giorgio Armani. También sus ojos claros, sus facciones, la forma de sus cejas y su rostro en sí. Fue con 24 años cuando posó, por primera vez, para el diseñador. Él, cuando la vio, sintió un flechazo profesional. “Me agarró la cabeza, me vio de frente, de perfil y me dijo: ‘Tú, tú, tú. Eres lo que estaba buscando. Mañana vas a ser mi testimonial en todo el mundo’. ‘No me lo puedo creer, no me lo puedo creer’, grité. Me emocioné”, confesó Dell'Atte.

Aquel encuentro nada hacía presagiar que repetiría en los años siguientes: Dell'Atte fue la protagonista de tres de sus campañas. En ellas, desprendía empoderamiento. Además, era una de las mujeres que mejor sabía lucir la característica silueta de hombros anchos. Incluso fue seleccionada, en 1985, como la imagen del mes de julio del Calendario Pirelli, que, al final, no se publicó. Sin ninguna duda, la italiana logró sobrevivir en un sector en el que pocas consiguen hacerlo.

La historia de amor que marcó su presente

Sin embargo, el amor propició que se alejara, de algún modo, de ese mundo. Antonia Dell'Atte conoció a Alessandro Lequio y decidió apostar por lo suyo. La pareja terminó dándose el ‘sí, quiero’ el 12 de octubre de 1987 en el ayuntamiento de Milán. Fruto de su matrimonio nació Clemente, su único hijo en común. Su historia de amor era digna de película. Ella era una joven de familia humilde cuya belleza le permitió ascender en sociedad. Él, por contra, pertenecía a la nobleza. Aunque esto no hizo que cesaran sus intentos por estar juntos. Ni si quiera que la familia de Lequio estuviera en contra de esa unión. Es más, Donna Sandra, su progenitora, no acudió al enlace.

“Lo que más me gustó de ella, al principio, fue su cara, esa cara con un enorme carácter, con tanta personalidad”, confesó el televisivo a su biógrafa, Ruth Baza, para ‘La dolce vita de Alessandro Lequio’. Convertidos ya en marido y mujer, la relación cambió radicalmente. Tras tres años de matrimonio, aterrizaron en Madrid por los compromisos profesionales de él. Y ahí llegó el inicio del fin. Aunque, en un principio, no dieron el paso de divorciarse por su vástago, terminaron tomando caminos por separado por una tercera persona: Ana Obregón. Desde entonces, la italiana se ha dejado ver en algunos programas de la televisión española.