Silvia Bronchalo, la madre de Daniel Sancho, se desmarca: una forma personal de llevar la última decisión de la familia de Edwin Arrieta

Cuando el ya lejano 5 de agosto de 2023 saltó la noticia que poco a poco se transformó en tsunami en la que se confirmaba que el hijo de Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia había asesinado y descuartizado a su pareja, el cirujano colombiano Edwin Arrieta (que esta semana hubiera cumplido 46 años) la sociedad asumió que con el paso de las semanas las aguas volverían a su cauce y todo, poco a poco, sería historia.

Pero más de año y medio después del muy macabro suceso el caso sigue en la cresta de la ola tras haberse superado un caótico juicio, además de la lectura del fallo que dejó a Daniel Sancho al borde de la pena capital transformada a ultimísima hora en una cadena perpetua, y finalmente, la apelación, que por sorpresa presentó Metapon Suwacharen, abogado contratado en Tailandia por el representante de la familia, el letrado Juango Ospina.

Esta semana 'La Razón' adelantó que Ospina había renunciado finalmente a pedir la pena capital y respetaba la condena a cadena perpetua que se dictó en la primera sentencia. "Prevalece la necesidad de la familia y amigos de pasar página", dicen. En este contexto, Silvia Bronchalo, la madre del asesino, ha vuelto a salir a la palestra muy a su pesar.

En el caso de la madre habría que recordar que siempre se negó a participar en ninguno de los documentales que ya han visto la luz sobre el caso. Tampoco aceptó acudir a platós de televisión o ser entrevistada en las revistas del papel couché. Y no fue por los variados ofrecimientos rebosantes de ceros a la derecha que ha recibido. Tampoco lo ha hecho en 'Receta para un asesinato', el documental de SkyShowtime que ha devuelto el caso, una vez más, a la actualidad. "Agradezco el ofrecimiento, pero prefiero no participar en este documental", dijo. "Soy consciente del dolor causado a la familia Arrieta y lamento profundamente la muerte de Edwin. Mi corazón está con sus seres queridos".

Durante el proceso legal, la analista permaneció completamente desvinculada de la estrategia legal liderada por Rodolfo Sancho y sus abogados, Marcos García Montes, Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás. Tendríamos que remontarnos a septiembre de 2023, semanas después del asesinato y descuartizamiento, cuando Bronchalo expresó por primera vez su desacuerdo ante su exmarido por haber elegido a Marcos García Montes como abogado con Carmen Balfagón en los platós. El caso se hizo muy público, algo que desagradaba a Silvia, quien no formó parte de la toma de decisiones. A Silvia siquiera le hicieron llegar el sumario del juicio; tuvo que buscarlo meses después de las formas más ingeniosas. Ella se limitó a ser una madre. Silvia acudió a diario al juicio contra su hijo, ya en abril de 2024, parapetada en su única ayuda ante el aluvión de cámaras y micrófonos: el chófer nativo que la llevaba y traía desde su hotel.

Antes del juicio, durante el mes de febrero, Silvia interpuso una denuncia contra Rodolfo Sancho por insultos y vejaciones, una denuncia que fue archivada por la jueza. Rodolfo, al enterarse de la denuncia, declaró: “estoy muy enfadado con esto y flaco favor le hacen este tipo de denuncias a las personas que de verdad sufren violencia de género”.

A su vez, durante el juicio, se ha conocido que Alice Tassanapaporn –la traductora tailandesa que en realidad ejerce funciones mucho más decisivas– tuvo algún problema con Silvia. El primero, cuando comentó al juez que su hijo no quería que su madre estuviera allí. A renglón seguido, el presidente de la sala preguntó a Daniel qué familiares deseaba que estuvieran presentes durante el juicio, a lo que el hijo de Silvia contestó que ambos progenitores. En el descanso de esa sesión, Silvia recriminó a Alice su impostura, tratando de echarla de la sala. Finalmente el policía de guardia calmó los ánimos.

Pero después de todo lo contado, y cuando la sentencia se hizo oficial, Alice, representante legal de Daniel Sancho en Tailandia, pidió a Silvia Bronchalo 160.000 euros por un concepto aún desconocido. Pero, ¿por qué debería pagar Silvia algo que ella no negoció? Fuentes cercanas me confirmaron en su día que Silvia preguntó a abogados de su confianza los cuales le asesoraron para que no abonara cantidad alguna a esta traductora.

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En otro par de ocasiones antes del juicio, Silvia fue requerida por Alice para abonar cantidades importantes de dinero en conceptos tan extraños como imposibles de realizar. Esa información salió a la luz hace unos días en el programa 'Fiesta' que emite Telecinco a través de uno de sus periodistas, Saúl Ortiz. Alice, la cual sigue siendo la representante legal de Daniel en el país asiático, intercedió para que Daniel Sancho escribiera siete cartas dirigidas a su madre en las que pide que le abone esa cantidad de dinero, que según fuentes cercanas estaría ya rondando los 200.000 dólares.

De forma concordante, desde que las insistentes peticiones monetarias de Alice se produjeron, ni Rodolfo Sancho ni Silvia Bronchalo han regresado a Tailandia a visitar a su hijo, cuando es ahora cuando el apoyo debería ser más concreto, ya que se encuentra en una prisión de máxima seguridad, concretamente la de Surat Thani, la cual nada tiene que ver con el anterior presidio, el de Koh Samui, donde Daniel estuvo internado hasta el día después de la lectura de la sentencia.

Aunque algunos medios han informado que Daniel Sancho no querría que Silvia Bronchalo le visitara en prisión, una fuente me asegura que es exactamente lo contrario, y que Daniel sí desearía que sus seres cercanos le visitaran. Expertos en cárceles del sudeste asiático apoyan esta posibilidad: “Cualquier preso, dada su monotonía, desea recibir visitas. Y más si hablamos de sus padres”.