Los negocios españoles de Marta Gayá: viento en popa a toda vela
La mallorquina, miembro del círculo más íntimo de Juan Carlos I, vive a caballo entre Suiza y Mallorca. Cuenta con varias empresas que gestionan inmuebles o el alquiler de una embarcación
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Ahora que el rey Juan Carlos ha decidido defender su imagen en los tribunales, es inevitable acercarse por un momento a la figura de una de las personas que mejor le conoce y que también ha compartido su intimidad con él. La palabra lealtad adquiere su verdadera dimensión si hablamos de la mallorquina Marta Gayá, quien ha demostrado a lo largo de todo este tiempo una fidelidad a Juan Carlos de Borbón que ha superado todas las pruebas. Es obvio el contraste en su forma de actuar con otras amistades que ha tenido el padre de Felipe VI y que ahora han vuelto a ser noticia por las intenciones –más expresadas que ejecutadas– de don Juan Carlos de llevarlas a los tribunales.
La amistad de Marta Gayá y el rey jubilado es conocida por los españoles desde que la revista ‘Época’ le dedicara una mítica portada en agosto de 1992. La llamaban 'la dama del rumor', un eufemismo propio de aquellos años para describir su relación con el rey Juan Carlos, ampliamente conocida por el círculo del monarca. Algunas informaciones periodísticas desvelaron con el tiempo que Gayá fue también beneficiaria de la generosidad del Rey, que en el año 2011 (cuando ya la relación había terminado) le donó un millón de euros para asegurar su futuro. Una minucia si lo comparamos con los 64.8 que le donó a Corinna Larsen y cuya devolución don Juan Carlos está reclamando desde hace años.
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Marta Gayá es la mujer que hizo pasar al Rey emérito los días "más felices" de su vida, a juzgar por una grabación hecha pública en 2017. Reside en Ginebra, aunque pasa los veranos en Palma de Mallorca, donde tiene un piso y un yate con el que sale a navegar asiduamente con su familia. “¿Decoradora? No sé de dónde se han sacado eso, Marta se dedica a... a... a vivir bien”, responde una fuente consultada.
De todas las parejas atribuidas a Juan Carlos de Borbón fuera de su matrimonio, Gayá es probablemente la más importante (con permiso de Corinna) y la más discreta, a pesar de que en los años 90 esta amistad envolvió de tal forma al Rey que no le importó romper la relación hasta entonces idílica que mantenía con los medios (que le pusieron nombre y apellidos a la dama) y con el gobierno de Felipe González, quejoso de las continuas ausencias de Juan Carlos. Gayá y el padre de Felipe VI siguen manteniendo a día de hoy una excelente relación, hasta el punto de que don Juan Carlos pasa cada vez más tiempo en Ginebra para cultivar esta y otras amistades de la zona, además de para estar con su hija la infanta Cristina.
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Don Juan Carlos y Gayá comenzaron su relación en los años 80, en Palma de Mallorca. Hija de un empresario, había estudiado interiorismo en Barcelona, según ha contado María Eugenia Yagüe en LOC. En los 70 se casó con un malagueño, pero el matrimonio duró muy poco y nunca más volvería a pasar por el altar. Entre su círculo de amistades se encontraban Marieta Salas y Zourab Tchokotua, amigos a su vez del rey Juan Carlos, que organizaban unas fastuosas fiestas en su casa de verano de Sa Mola. Fue en ese entorno donde surgió y se estrechó la amistad entre ambos.
La importancia de la señora Gayá en la vida del monarca fue capital durante años, "nada que ver con un amor de verano", pero no evitó que él la simultaneara con otros intereses. En la temporada invernal, la seguridad de Casa Real la recogía en el aeropuerto de Barcelona y la trasladaba hasta las pistas de Baqueira. Contaba con un entrenador de esquí a su disposición y habitación propia en un lujoso hotel, aunque no dormía en ella. La confianza era tal entre ambos que muchas veces se ha contado la anécdota de que una noche en Palma, al avistar el Rey a los padres de Gayá en una fiesta, dejó a todo el mundo patidifuso al comentar sonriente y despreocupado a quienes le acompañaban: "Voy a saludar a mis suegros". También hay fotos de Marta departiendo con el conde de Barcelona en la noche mallorquina. Los hermanos Gómez-Acebo la tratan en la isla y se saludan como miembros de la familia.
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La influencia de Marta tuvo varios momentos álgidos. En 1991 consiguió que su amigo José Luis de Villalonga se convirtiera en el biógrafo del Rey, a pesar de que el mallorquín Baltasar Porcel ya había sido escogido para escribir el libro y se había entrevistado varias veces con el soberano. Don Juan Carlos estaba exultante con su relación, en una época en la que los medios eran especialmente protectores con él. "En Mallorca, ella llegaba a un acto en el que coincidía con el Rey y los fotógrafos bajaban la cabeza, buscaban bolígrafos, se daban la vuelta y nadie la fotografiaba. Nadie osaba sacarle una foto", recordaba una fuente de aquella época. Una tarde, en la playa de El Toro, donde solía fondear el antiguo Fortuna, un reportero lo encontró con su amiga. El Rey, sin inmutarse, solo le dijo señalándola a ella: "Lo que quieras, pero de ella, nada”.
Sus negocios actuales
Gayá siempre ha conseguido estar fuera del radar, a pesar de todo. A día de hoy, sigue conservando en España varios negocios que echaron a andar en la época en que su relación con don Juan Carlos era más intensa. Avenidas 23, constituida en 1990 y cuyo objeto es la promoción inmobiliaria, cuenta con un capital escriturado de 345.600 euros. En 1987 fundó Calvinest, que también se dedicaba a la promoción inmobiliaria y cuyo capital según el Registro Mercantil asciende a 695.000 euros; Gayá también administró durante un tiempo Nautica Wearever, dedicada al alquiler de embarcaciones de recreo, que se creó en 1996. Su última intentona empresarial data ya de 2004, cuando creó Almendra Finance & Trade España, cuyo objeto social también tiene que ver con la promoción inmobiliaria y que cuenta con un capital de 54.100 euros.
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Cuando la relación con el monarca pasó a otro plano, Gayá también desapareció de la primera línea de estas tres empresas. De todas cesa en 2003 como administradora única, pero no desaparece. De hecho, sigue siendo la socia única de Calvinest y de Nautica Wearever, y posee el 35% de Avenidas 23. También es la accionista mayoritaria de Almendra Finance. Cuenta con un gestor de confianza, que es quien le lleva sus intereses económicos y quien presenta religiosamente cada año sus informes de cuentas. Acaban de actualizar los balances del ejercicio 2023 y no podemos decir que sean buenos.
Resultados discretos
Las cuatro empresas han tenido una cuenta de resultados discreta. Avenidas 23 cuenta con un patrimonio de 125.000 euros y pierde en 2023 poco más de 20.000 euros. Calvinest también cerró en números rojos, y cuenta con un patrimonio de 900.000 euros. La empresa de alquiler de yates sigue la misma senda negativa este curso aunque cuenta con un patrimonio de medio millón de euros. Además, Marta Gayá repite el mismo esquema en Almendra Finance & Trade España, con un resultado que apenas supera los 3.500 euros y un patrimonio neto de 30.000 euros.
En Palma de Mallorca, donde conserva amigos y familia, posee un piso de 190 metros cuadrados muy cerca del paseo marítimo y dos plazas de aparcamiento. Hace años vendió un chalé en Es Capdellà, de herencia familiar. También vendió el barco a motor que tenía cuando acabó su relación con el monarca. Nunca ha bajado su ritmo de vida. En 2007 se instaló definitivamente en Suiza, donde don Juan Carlos la visita cuando puede. También se les vio juntos en Irlanda, en 2017, cuando ambos acudieron a la apertura de una iglesia restaurada por un amigo común. "Nunca habla del Rey”, aseguran. Tampoco ya nadie habla de ella.
Ahora que el rey Juan Carlos ha decidido defender su imagen en los tribunales, es inevitable acercarse por un momento a la figura de una de las personas que mejor le conoce y que también ha compartido su intimidad con él. La palabra lealtad adquiere su verdadera dimensión si hablamos de la mallorquina Marta Gayá, quien ha demostrado a lo largo de todo este tiempo una fidelidad a Juan Carlos de Borbón que ha superado todas las pruebas. Es obvio el contraste en su forma de actuar con otras amistades que ha tenido el padre de Felipe VI y que ahora han vuelto a ser noticia por las intenciones –más expresadas que ejecutadas– de don Juan Carlos de llevarlas a los tribunales.