Desde dentro: la casa de Arantxa del Sol y Finito de Córdoba con una decoración de lujo y un jardín espectacular

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Las redes sociales nos permiten colarnos virtualmente en el hogar de muchos famosos, pero también viajar a través de todo el mundo. Así, de la gran mansión en plena naturaleza de Elsa Pataky en Australia podemos pasar al ático de tres pisos que comparten Hugh Jackman y su exmujer, Deborra Lee-Furness.

Además de la casa en el centro de Madrid de Joaquín Sabina o el hogar en el monte de Karlos Arguiñano en el País Vasco, desde donde ponemos rumbo a Córdoba. Allí residen Arantxa del Sol y Juan Serrano Pineda, conocido como Finito de Córdoba.

La modelo asturiana se mudó a la tierra de su marido hace más de 10 años, puesto que aunque nació en Cataluña, se crió en la provincia de Córdoba. Allí disfrutan junto a sus tres hijos de un chalet en la ciudad andaluza del mismo nombre, tras dejar Madrid en 2014.

Una casa independiente de dos plantas, rodeada de vegetación, con césped natural, palmeras y un exterior de líneas rectas moderno. Un gran jardín donde no falta una gran piscina y un porche con una mesa de comedor de madera blanca, perfecto para disfrutar al máximo de este espacio al aire libre.

Una zona donde también se puede ver un sofá cómodo con cojines blancos y de estampado de rayas, mesitas bajas de ratán y cortinas blancas que aportan privacidad y sombra. Respecto al interior de la casa, a través de las imágenes en Instagram de la modelo y presentadora, hemos podido ser testigos de la elegancia que derrocha.

La familia ha logrado equilibrar de fábula un estilo más neutro, con grandes piezas en tonos básicos, con la sofisticación que derrochan los grandes espejos, los detalles en dorado o las flores. A ello se suman toques más personales y coloridos, como un gran cuadro en tonos rojizos que preside el salón junto a un mueble de inspiración balinesa o una butaca de madera envejecida.

Mientras, en la cocina sí predomina un diseño moderno y minimalista en blanco, con muebles de acabado satinado y encimera a juego. Aunque no falta tampoco un cuadro en la pared, para dar personalidad al espacio. Un auténtico oasis donde la familia encuentra sosiego, privacidad y un ambiente perfecto para disfrutar con los suyos, tanto dentro como fuera de su chalet cordobés.