Dieciocho años para retratar a Amancio Ortega

Hay hombres que se han hecho a sí mismos. Hay quienes de la nada, han logrado todo un imperio. Quizá el caso más llamativo en nuestro país es el de Amancio Ortega, un empresario de origen leonés afincado en Galicia cuyo nombre resalta por ser la cabeza del holding Inditex. Un hombre discreto, entregado a su trabajo, que comenzó su andadura laboral como dependiente en una camisería y que hoy, como dueño de todo un emporio, no quiere ni oír hablar de entrevistas ni de medios de comunicación.

 

Sin embargo, Covadonga O’Shea, directora de la revista Telva durante 27 años a fuerza de visitas ha logrado crear un perfil del hombre cuyo modelo de empresa se estudia en universidades de todo el mundo. Ella es la autora del libro 'Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara'. Dice la periodista a Vanitatis.com que “no presumo de ser la mejor amiga de Amancio Ortega”, porque afirma, su relación se ha forjado a base de horas de trabajo. Sin embargo, sí que tiene una visión más personal del hombre al que ella llama Amancio y sus allegados denominan Ortega.

La idea de escribir el libro surgió en el momento en que, aquella mañana de diciembre de 1990 en la que Covadonga O’Shea visitaba la planta de Inditex en Galicia, conoció a un hombre que estaba llamado a ser uno de los magnates de la moda española. Aquel día, mientras visitaba las instalaciones, alguien salió de entre el trasiego de la fábrica en mangas de camisa. Pensó entonces que era el encargado de la nave, pero no. Era el propio Amancio Ortega.

Esa presencia constante en su empresa es lo que valora Covadonga, que describe al creador de Zara como “un hombre trabajador, un visionario con gran sentido práctico y muy cercano a quienes trabajan con él”. Las ganas de escribir sobre una figura que por puro celo de su intimidad ha alimentado un mito en torno a su persona vinieron dadas por el deseo de desmontar muchas leyendas que circulaban entorno a un hombre que, según la autora, es de una sencillez que llegaría casi a resultar pasmosa.

Cuenta Covadonga que Amancio es tan cuidadoso con su intimidad porque “lo que quiere es vivir tranquilo”, porque no tiene pretensiones de ser un personaje público. Algo que encaja con su descripción de este empresario por quien afirma sus empleados “sienten un respeto profundo”, a pesar de que como el propio Ortega ha dicho en más de una ocasión a la actual directora del ISEM Fashion Business School, “he trabajado como un burro y he hecho trabajar como burros”.

Si hay algo que queda patente sobre la personalidad del hombre que ha entrado a formar parte de los primeros puestos de la lista Forbes es su pasión por el trabajo, pasión que requiere en las personas que le rodean en el día a día. Un día a día marcado por las costumbres y en el que cuenta con las ideas de los más jóvenes para dar un paso más en la expansión de una empresa que abre cada día las puertas de una nueva tienda en todo el mundo.

Esa discreción, esa pasión por su trabajo que le hace levantarse cada mañana pensando en la forma de mejorar su negocio hace que para muchos, resulte inaccesible. Por eso dice la autora del libro que uno de los momentos más especiales de esa relación que lleva fraguándose dieciocho años fue en el que, una vez concedido el permiso para escribir el libro –con un “haz lo que quieras. Me fío de tí”- , le llevó el libro para que lo viera. Cuenta O Shea que no quería que lo viera en la calle, sino que quería ser ella quien le entregase el libro.

En ese momento volvió a aflorar esa barrera invisible que tanto le costó franquear antes de sacarse la foto necesaria para que Inditex saliera a bolsa. Sin embargo, cuenta Covadonga que le comentó “cómo voy a reñirte si lo has hecho con tanto cariño”. Un aprecio que se observa en cada una de las páginas que perfilan la personalidad de un hombre que construyó todo un imperio empezando desde cero, pero con la sabiduría de quien sabe lo que quiere y se empeña en lograrlo. Un hombre cercano, trabajador y meticuloso cuyo objetivo en esta vida no era ser rico y que, sin embargo, ha conseguido el sueño de muchos.