El año negro de Sandra Bullock tiene final feliz

Sandra Bullock ha puesto el broche de oro a un año que no comenzó del todo bien. La actriz ha visto reconocida su carrera cinematográfica con el Oscar a la mejor interpretación femenina. Pero la protagonista de Mientras dormías ha sido en los últimos meses capaz de lo mejor y de lo peor: Si el domingo por la noche la academia le entregaba el galardón por su trabajo en la película Un sueño posible, unas horas antes la actriz americana recogía el Razzie, galardón que se entrega a los peores trabajos del año en la industria.

Dicen de ella quienes la conocen que es una mujer tenaz y de carácter resuelto, y este año lo ha demostrado con creces. La intérprete, nacida en el estado de Virginia, acudió a recoger ambos galardones y demostró su sentido del humor al subirse al estrado para recibir su Razzie por la película Loca obsesión. Un detalle por su parte, ya que lo habitual es que ninguno de los premiados vaya a la gala de entrega. Allí repartió su película entre el público y amenazó con leer el guión durante cuatro horas, mostrando que también sabe encajar un buen golpe.

En lo personal el 2009 fue un año complicado para la actriz en el plano personal. Bullock, casada desde hace cinco años con Jesse James, se hizo cargo de Sunny, la hija de éste, que ya pasaba temporadas con ellos, al entrar la madre biológica en prisión. Janine Lindemulder, ex mujer de James y una conocida estrella del porno, tuvo que entrar en la cárcel tras ser acusada de evasión de impuestos.

A partir de ese momento Sunny, de seis años, se instaló con la actriz y con su padre, en un principio hasta que su madre cumpliera con la condena. En aquellos momentos, entre las normas impuestas por el juez, se estipulaba que la porno star únicamente podía llamar por teléfono a su hija y no tenía derecho a visitas.

Una vez en la calle, Lindemulder intentó recuperar la custodia de la niña sin éxito. La ex mujer de James dijo entonces a los medios de comunicación que Bullock quería robarle a su hija porque ella “no puede tener sus propios hijos” y que ella estaba perfectamente capacitada para volver a cuidar de su hija.

Sin embargo, el juez terminó dándole la razón a la ya oscarizada actriz y a su pareja y todo quedó en el olvido después de los meses de acusaciones cruzadas y comentarios en la prensa por parte de Lindemulder. Parece que tras la tempestad siempre llega la calma y a Bullock le ha llegado en forma de custodia arropada por un Oscar, el primero de su carrera.