Los planes de Alaska y Mario Vaquerizo para tener hijos

Las únicas excentricidades que se les atribuye a Alaska y Mario Vaquerizo son dos: presumen de vivir anclados en la movida madrileña y han pasado por la vicaría en dos ocasiones. Una primera en Las Vegas, emulando a Marilyn y Elvis, y una segunda con un reality de MTV como telón de fondo. Todo lo demás es completamente normal.

Una pareja que parece salida del clan de los Osbourne y que siempre han sorprendido por el vínculo perfecto que muestran en cada una de sus apariciones. Por eso, sorprende a propios y extraños que aún no se hayan decidido por apearse del mundo durante nueve meses y convertirse en padres.

“A Alaska se le ha ido el reloj biológico”, cuenta a Vanitatis el nuevo colaborador de El Hormiguero. “Somos muy responsables y yo no me veía siendo padre con 30 años, cuando Olvido tenía 41, y parecía ser el momento perfecto. Es mucha responsabilidad. No es como traer barras de pan al mundo”.

Así que dejando a un lado la adopción, Olvido y Mario prefieren, por el momento, aparcar la idea de acomodar una nueva habitación en su piso de la Calle Libreros: “Todo no se puede tener en la vida. Gracias a Dios tengo una mujer maravillosa con la que comparto muchas cosas. Además, si Alaska tuviese un hijo, me dejaría de hacer tanto caso a mí”, confiesa jocosamente.

Olvido Gara, la ochentera de España por excelencia, lleva gozando de gran popularidad desde que tenía 13 años y cantaba aquello de Horror en el hipermercado. Pero ha sido la original forma de plantearse la convivencia la que le ha devuelto a primera línea, no sin recibir elogios y críticas a partes iguales.

Tanto es así que incluso se ha comentado que el maquillaje en exceso y el amaneramiento de Mario Vaquerizo solo podía corroborar una posible homosexualidad: “El tener un aspecto femenino o tener pluma no quiere decir que seas gay”, asegura el marido de Alaska a Vanitatis. “Mientras tengas claro lo que eres, pues que los demás piensen lo que quieran. Además, ser maricón no es ninguna desgracia”, relata sin ningún tapujo.

El vertiginoso ascenso a la fama de Vaquerizo

Vivir al lado de una diva de Chueca no debe ser fácil. Quizá por eso Mario Vaquerizo sabe a la perfección lo que es lidiar con la fama cada día. Tiene más que claras las ventajas y los inconvenientes de ser un famoso del papel couché pero él prefiere tomarlo con optimismo: “Yo lo vivo de manera natural, y sé que la fama es efímera”, revela a Vanitatis. “Poder trabajar en la televisión es como un regalo que espero que la gente disfrute tanto como yo”.

Pero lo que el gran público desconoce es que Mario Vaquerizo no es nuevo en el mundo del cuore ni mucho menos. Es periodista, hace pequeñas colaboraciones en prensa escrita y radio, y se ha convertido, en los últimos años, en el manager de Fangoria, Merche, Dover y Leonor Watling.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención al gran público es ver su faceta artística al frente de las Nancys Rubias. “No deja de ser una afición”, cuenta sobre este grupo de pop electrónico, que nació en 2004 de manera fortuita y que rinde tributo al maquillaje, la anorexia y al sexo. ”Podría haber aprovechado el tirón del reality pero no he querido. He preferido centrarme en grabar un nuevo disco”, destaca ilusionado sobre el cuarto álbum que prepara el grupo.

Una agenda repleta de proyectos que podría hacer sombra a la mismísima Olvido Gara. Aunque ante esta afirmación, Mario Vaquerizo se pronuncia tajante como si le fuera la vida en ello: “¿Acaso existe alguien más grande en este país que Alaska?”. 

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