Palomo Linares: "No me explico el resentimiento de Marina Danko"

Si las primeras declaraciones de su mujer explicando las razones de su separación y afirmando que le había echado de casa después de más de tres décadas de matrimonio supusieron para el torero un golpe durísimo, sobre todo al haber cobrado por ellas, las últimas han sido la guinda de este desencuentro afectivo que será largo y complicado.

Marina Danko pronunciaba hace unos días la frase más demoledora que Palomo Linares hubiera imaginado: “Solo  pido que Dios le perdone”. Esta dedicatoria resulta incomprensible no solo para el exmarido sino para las amistades comunes que no entienden este ataque tan virulento cuando hasta ahora, tanto en público como en privado, Marina no daba a entender que su matrimonio hubiera sido una tragedia.

Como en todas las separaciones, después del desencanto inicial, los asuntos económicos se convierten en la única baza de discusión, y más cuando hay hijos adultos que no deben estar con “papá o con mamá” porque tienen una vida independiente.

Aparentemente el enfrentamiento entre ellos se refiere a las peticiones de Marina y lo que dice Palomo que no tiene y que por tanto no puede dar. Además, hay de por medio empresas participadas, cuentas corrientes comunes, cuyas liquidaciones mensuales y pagos no están muy claros, inmuebles cuya titularidad son de los hijos o gananciales y, por supuesto, deudas que  también forman parte de engranaje familiar y que parece que Marina no está dispuesta a asumir.

A todo el tema económico habría que añadir los desencuentros exclusivamente afectivos que se remontan a tiempo atrás donde cada uno de los cónyuges habría encontrado en antiguas amistades su paño de lágrimas.

En el caso del torero, una amiga  perteneciente a una familia ganadera de Venezuela, muy potente económicamente, y que se enamoró de Palomo Linares antes de que entrara en escena Marina. Dejaron de verse durante muchos años -como así lo ha contado ella- hasta que por circunstancias de la vida se han encontrado sin que en principio hubiera nada, más allá de la nostalgia juvenil.

Por parte de Marina, su amistad con un diplomático español, casado y con hijos  independientes, se limitaría a una manera de encontrar apoyo testimonial en tiempos de crisis.  Que se sepa la separación nada tiene que ver con esos amigos y tampoco formarían  parte del núcleo habitual de la pareja Linares/Danko. Tan solo una forma de buscar consuelo.

Por lo tanto, los enfados de Palomo Linares con su ex nada tienen que ver con los rumores de posibles novios de su exmujer sino con los comentarios que ha vertido, dando a entender suposiciones malignas como así lo explico a Vanitatis en el homenaje a Pedro Trapote. “No me explico que ha querido decir Marina con eso de que me perdone Dios como si fuera un asesino o un delincuente. Me siento impotente  cuando lo único que siempre  he intentado hacer ha sido luchar y pelear para que mi familia tuviera lo mejor y fuéramos felices”, argumentó a este medio. “Dice que no soy la misma persona de la que se enamoró y que eso le ha tenido bloqueada durante todos estos años. Claro que he  evolucionado. Igual que le ha ocurrido a ella e igual que sucede en todas las parejas que a lo largo de los años van caminando juntos y consolidado su historia. Entiendo que cuando se acaba el amor hay que separarse pero no me explico ese resentimiento”.

Palomo Linares, que es hombre discreto y noble, no piensa entrar en descalificaciones hacia su exesposa. Según sus amistades, sí tiene claro que tampoco va a permitir que le esquilmen y más en estos tiempos donde los ajustes económicos afectan a muchas familias. “¡Claro que no me sobra el dinero y que tengo deudas”, afirma . “¿Qué empresario no las  tiene?”.