La revista VSD, condenada a pagar 2.000 euros a Valérie Trierweiler

Ya hay sentencia. La revista VSD tendrá que pagar una multa de 2.000 euros por sacar el pasado 10 de agosto en la portada de su publicación a Valérie Trierweiler en bañador.

La imagen de la novia del presidente de la República, en biquini y de vacaciones en Brégançon, fue una bomba. Además de VSD, varios medios como Closer o Voici sacaron en portada de sus números a la pareja paseando por la playa.

“La decisión ha sido anunciada hoy y nos condena a 2.000 euros en vez de los 30.000 pedidos”, explicaba el pasado martes el editor Philippe Labi a la agencia AFP, confirmando la información publicada en la página de Point.fr. “Normalmente no comentamos este tipo de noticias, pero en esta ocasión nos sentimos atacados por culpa de unas fotografías de una gran banalidad”, añadía este.

“Se trata de unas fotografías de vacaciones, como se publicaron en su día con Sarkozy o Jacques Chirac, también en bañador. Procuramos coger fotografías respetuosas”, comentaba este.

En el entorno de Valérie Trierweiler todo el mundo afirma que sacar esas imágenes en portada era demasiado. “La diferencia entre VSD y Paris Match (quien también sacó una de estas fotografías) es que esta las sacó en portada, mientras que Paris Match las sacó por dentro”. Y es que, al ser Trierweiler miembro de su plantilla, la segunda publicación procuró tratar el asunto de forma más prudente por miedo a que su periodista tomara alguna represalia.

Mientras tanto, la abogada de Valérie Trierweiler explica que esta decisión reconoce que las instantáneas violaron  “los derechos de imagen y privacidad” de su clienta, quien ya ha anunciado que donará el dinero recibido a Reporteros sin fronteras.

"No es necesario informar al público sobre sus vacaciones mostrando a la pareja del presidente de la República en la playa contra su voluntad”, añadió la letrada.

Las fotografías en cuestión fueron sacadas por dos turistas francesas que encontraron a la pareja presidencial dando un paseo matinal por la playa. Tras tomar las instantáneas las mujeres decidieron vender las fotografías a una agencia que a su vez las ofreció a varios medios.