Los misteriosos viajes de Jaime de Marichalar a Ibiza

Jaime de Marichalar está enamorado de Ibiza. Al menos, eso es lo que se deduce de los continuos viajes que el exduque de Lugo realiza a la Isla pitiusa. En dos semanas, ha visitado Ibiza en dos ocasiones. La última visita comenzaba el pasado jueves, cuando llegaba procedente de Madrid en un vuelo regular de la compañía Vueling. Marichalar, que aterrizaba con poco equipaje, unos tejanos, un jersey azul y un fular de etro, al aeropuerto de Es codolar, era recibido por una furgoneta para conducirlo al pueblo de Es cubells, una de las zonas más exclusivas de la isla y el lugar donde estaba su alojamiento. Durante su estancia, el exmarido de la Infanta Elena ha disfrutado de las comodidades de una impresionante casa, con embarcadero propio y con tres salidas diferentes que dificultaban poder fotografiarle.

Si bien durante el día Jaime intentaba pasar desapercibido, por la noche no dudó en disfrutar de los locales más ‘cool’ de Ibiza, como Pacha o Lío, donde fue visto el pasado viernes en compañía de un grupo de amigos. Esta imagen del exduque integrado en una fiesta ibicenca contrasta con las últimas especulaciones acerca de su estado de salud, después de que fuese fotografiado con un parche en el ojo.

La isla ya ha dado el pistoletazo de salida a su temporada estival. Hace unos días, se celebraba la pasarela Adlib y con ella varias fiestas y eventos. Este sábado, se barajaba la posibilidad de que Jaime asistiese a una de las tres bodas que se celebraban en la isla. Sin embargo, el exduque regresaba a Madrid ese mismo día en un vuelo regular que tenía prevista su salida a las siete de la tarde. Finalmente, partió a las 10. Durante más de tres horas, el exyerno del Rey, tuvo que esperar en el aeropuerto debido a los retrasos de la compañía.

No es la primera vez que Marichalar viaja a Ibiza. El verano pasado, y al menos una vez, visitó la isla en circunstancias muy diferentes. “En aquella ocasión, Marichalar era recibido en el aeropuerto por tres coches con ocho policías que le escoltaban hasta un recóndito lugar para escoltarlo. Uno de los automóviles se encargaba de impedir que los fotógrafos llegasen a él. Me parecieron raros el secretismo y las medidas de seguridad que utilizó el duque para evitar que le siguieran” relata a Vanitatis alguien que sigue de cerca a las personalidades que visitan la isla.

No son pocos los que se preguntan por qué el duque era protegido por la policía en esa ocasión. Desde su divorcio de la hija del Rey, Marichalar sólo recibe este tipo de tratamiento cuando va acompañado por sus hijos, los nietos de don Juan Carlos. Se desconoce a quién viene a visitar Jaime de Marichalar a la isla y también quiénes son sus nuevos amigos. Por el momento, todo lo que rodea a estos viajes tan frecuentes a la isla pitiusa, es un misterio.