'Friends' del bisturí: ¿quién se ha operado más, Rachel Green o Monica Geller?
Su última foto juntas pone de manifiesto su adicción al bisturí (más aún si cabe) y complica la tarea de dilucidar a simple vista quién ha pasado en más ocasiones por boxes
El sábado por la noche una fiesta consiguió reunir a la flor y nata de Hollywood (una vez más) bajo un pretexto benéfico. En esta ocasión, la protección de los océanos en la lujosa velada Our Majestic Oceans. Con Julia Roberts y Chanel como anfitriones de excepción, los modelazos y los rostros conocidos estaban asegurados.
Sin embargo, algo llamó la atención por encima del medioambiente, la alta costura y los cachés millonarios: la nueva -y prácticamente irreconocible- imagen de dos de las protagonistas de 'Friends': Jennifer Aniston (Rachel Green) y Courteney Cox (Monica Geller).
Un reencuentro, con foto incluida, que puso de manifiesto su adicción al bisturí (más aún si cabe) y que complica la tarea de dilucidar a simple vista quién ha pasado en más ocasiones por boxes.
Para salir de dudas, hemos sometido a las dos actrices a nuestro tradicional cirujómetro. ¿Quién gana en este polioperado ‘face to face’?
El antiaging más agresivo
Su lucha contra el envejecimiento, sin duda, ha sido en ambos casos una de sus principales preocupaciones. Y es que aunque, en palabras del doctor Moisés Amselem, “ninguna de las dos se ha hecho retoques mayores con cambio importante de la fisonomía”, lo cierto es que el exceso de bótox e infiltraciones ha dibujado unas caras que nada tienen que ver con las que protagonizaban ‘Friends’ hace más de una década.
¿Que qué se han hecho? De todo. En palabras el experto, Jennifer Aniston (49 años) se ha infiltrado bótox en tercio superior (que en la frente le baja las cejas y le acentúa la piel de los párpados) y algo de ácido hialurónico en pómulos y labios. Courteney Cox (54 años) se ha sometido a una blefaroplastia superior (cortar piel de los párpados) y también se ha rendido a los milagros del bótox en tercio superior. En este caso, el doctor no duda “para mi gusto, esto último baja mucho en la región de las patas de gallo, lo cual le exacerba aún más los pómulos y se los baja al sonreír”. Ah, eso sin olvidarnos del ácido hialurónico en los labios.
Una carrera de fondo
Una opinión que no coincide al 100% con la de otro de nuestros expertos, el doctor Oscar Junco, cirujano plástico y estético, quien sí considera que en ambos casos se han sometido a tratamientos “agresivos” que han supuesto “cambios radicales” en sus rostros.
Tras un análisis exhaustivo, ha concluido que Jennifer “luce radiante a sus 49 años”. ¿Cómo no iba a hacerlo si lleva inmersa en el mundo estético desde hace casi 30 años?
“En los 90 se hizo una rinoplastia”, afirma el doctor y “desde los 30-35 años debe realizarse periódicamente tratamientos de medicina estética a demanda para frenar y prevenir envejecimiento de una forma natural y razonable”, apunta. Y la cosa no queda aquí. “Seguramente recurre al bótox en 1/3 superior de la cara para reducir líneas de expresión e infiltraciones de ácido hialurónico en pómulos y mejillas para combatir flacidez”. Mismo veredicto que el del doctor Amselem. Para concluir, “para lucir una piel radiante y combatir efectos negativos del sol, infiltraciones de plasma y/o vitaminas, y peeling”. Vamos, que no le falta de nada.
El caso de Courteney Cox no es muy diferente. “En los últimos años hemos visto algún cambio radical en su rostro tras el abuso de bótox y rellenos de ácido hialurónico o grasa propia en pómulos”, explica. De hecho, “en su última aparición vuelve a sorprender con un aspecto más deshinchado y una tez más blanca y tersa pero con los ojos hundidos”.
Y es que parece que tras tanto retoque, algo en su interior la ha hecho desear volver atrás en el tiempo y deshacer algunos de sus experimentos estéticos. Ya el año pasado por estas fechas reconoció haberse eliminado parte de los rellenos en exceso que llevaba y, según la opinión del doctor Junco, “seguramente haya pasado por quirófano para realizarse un lifting de cara y cuello junto con una blefaroplastia un tanto agresiva”.
En conclusión, “ambas han recurrido a la medicina estética pero Courteney lo ha llevado siempre al extremo. Sin lugar a dudas, un claro ejemplo de que la premisa ‘menos es más’ hay que tenerla muy presente a lo hora de tratar el envejecimiento y conseguir resultados naturales”.
El sábado por la noche una fiesta consiguió reunir a la flor y nata de Hollywood (una vez más) bajo un pretexto benéfico. En esta ocasión, la protección de los océanos en la lujosa velada Our Majestic Oceans. Con Julia Roberts y Chanel como anfitriones de excepción, los modelazos y los rostros conocidos estaban asegurados.