Primeras imágenes de Lucía Pombo vestida de novia: con capa y firmado por Inuñez

Lucía Pombo ha protagonizado este sábado, 25 de junio, la segunda gran boda influencer del año. Tras el enlace por todo lo alto de Marta Lozano hace apenas unas semanas, este fin de semana le tocaba el turno a la mayor de las Pombo. La única de ellas que aún no había pasado por el altar.

Lo ha hecho rodeada de sus familiares y amigos (sus principales apoyos) en una finca en Segovia y, con todos ellos por testigos, ha pronunciado bien alto sus votos a su novio, Álvaro López-Huerta, con quien sale desde hace años y con quien pretende pasar el resto de su vida.

Sin duda, es una de las parejas más solventes de Instagram y también una de las más queridas por los seguidores de esta familia, que cada día cuenta con más miembros activos en esta red social en la que María fue la pionera.

Lucía, tal y como prometió en su perfil de Instagram hace unas semanas, ha sido fiel a su estilo 100%. La piloto e influencer ha caminado hacia el altar de la iglesia de Villafranca (en Segovia) del brazo de su padre ("papín", como ellas le llaman cariñosamente) con un vestido firmado por Isabel Núñez, creadora de 'Inuñez' y una de las diseñadoras nupciales más solicitadas desde hace años.

Su vestido, al detalle

¿La elección? Un vestido realizado en crepe satin italiano combinado con gasa georgette de seda. Cuenta con una silueta entallada con un juego de cortes inspiración años 30 que mueren en una favorecedora abertura en el centro delantero de la falda, dejando ver varias capas de tejido crepe y las piernas. Perfecto para dotarle de un movimiento etéreo con el que parecía flotar camino a encontrarse con su inminente marido.

En cuanto al escote, también llamaba la atención su forma romboide con cuello levantado (tan de tendencia esta temporada) enmarcado con hombreras cuadradas y mangas ligeramente ablusadas en gasa georgette de seda que van trabajadas con pespuntes y jaretas para darles volumen.

Si ponemos atención al detalle, cuenta con deshilados a mano en los cortes del canesú delantero y de la espalda y con unos llamativos puños bordados a mano en cristal platino.

Una novia de estilo clásico que no perdió su esencia sustituyendo el velo tradicional (que tampoco llevaron sus hermanas Marta y María en sus bodas) por una doble capa en gasa georgette que cae desde el canesú haciendo las veces de cola.

Este será el primero de los dos vestidos que lucirá en su gran día. Para la fiesta, Lucía sustituirá el vestido de princesa por uno más desenfadado para bailar y disfrutar de la celebración hasta altas horas de la madrugada. Diseñado también por Isabel Núñez, lo que sí sabemos es que una vez más será un fiel reflejo de su estilo personal.

Como joyas, tal y como ha confesado en una entrevista recientemente, lucirá el mismo anillo de su abuela que su hermana María llevó en su boda.

Una boda a su medida

Lejos de las grandes estridencias y participar en la carrera imparable por ver quién pone más cosas en su boda, Lucía y Alvaro han optado por organizar una boda tradicional, discreta y clásica donde lo importante para ellos es pasarlo bien rodeados de los suyos y declararse amor eterno a los cuatro vientos.

Tras la ceremonia religiosa, celebrada como decíamos en la iglesia segoviana de Villafranca, los novios y sus invitados se dirigirán al espectacular castillo de Castilnovo, una fortaleza que se encuentra a pocos kilómetros de Sepúlveda y que data del siglo XII, según la mayoría de historiadores.

La pareja, que no solo ha alquilado las instalaciones comunes (jardín y salones) sino también todas las habitaciones (22 en total) para alojar a sus familiares durante el gran evento, creará un paisaje de ensueño en este día que a su entorno les costará olvidar. Por su interior pasaron Juana La Loca o los Reyes Católicos.