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Esther Doña nos abre el álbum de su boda secreta con el marqués de Griñón, 5 años después
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Esther Doña nos abre el álbum de su boda secreta con el marqués de Griñón, 5 años después

En una ceremonia íntima oficiada por un amigo cercano de la pareja y sin más compañía que la de sus abogados, que ejercieron de testigos, la pareja se dio el 'sí, quiero' en la más estricta intimidad

Foto: Carlos Falcó y Esther Doña, durante su luna de miel en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)
Carlos Falcó y Esther Doña, durante su luna de miel en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)

Hace cinco años, Esther Doña y Carlos Falcó, marqués de Griñón, se convertían en protagonistas del día tras publicar un comunicado en el que anunciaban oficialmente que habían contraído matrimonio en el más absoluto secreto. Lo hacían lejos de miradas indiscretas: intramuros de su residencia, el palacio de El Rincón (en Aldea del Fresno, Madrid).

En una ceremonia íntima oficiada por un amigo cercano de la pareja y sin más compañía que la de sus abogados, que ejercieron de testigos, la pareja se dio el ‘sí, quiero’ en la más estricta intimidad. Una fecha que, tras el fallecimiento del marqués hace ahora algo más de dos años, su viuda aún recuerda con cariño.

Aunque hace un año rehízo su vida con el juez Pedraz, de quien no se ha separado desde entonces, Esther Doña ha querido recordar con Vanitatis ese 22 de julio tan especial abriendo su álbum de fotos. “Fue un día muy emotivo”, nos recuerda.

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No lo sabía ni el jardinero

Para Carlos Falcó y Esther Doña, casarse era lo más importante. Sin abultadas listas de invitados, grandes fastos ni ceremonias por todo lo alto, el marqués y su cuarta esposa se juraron amor eterno en los jardines de su residencia. “Aún me emociona la complicidad que reinaba entre los dos”, nos confiesa con un nudo en la garganta Doña. “Él solo quería demostrarme, una vez más, todo el amor que me profesaba”.

La ceremonia, íntima y civil, la ofició un amigo de absoluta confianza de la pareja, Guillermo Celeiro, alcalde de Aldea del Fresno, localidad que acoge el palacio que en pocos meses será reconvertido por Tamara Falcó en restaurante.

placeholder Carlos Falcó y Esther Doña posan junto al alcalde de Aldea del Fresno. (Cortesía Esther Doña)
Carlos Falcó y Esther Doña posan junto al alcalde de Aldea del Fresno. (Cortesía Esther Doña)

Ese palacio, que en el pasado acogió grandes bodas como la de Julio Iglesias Jr. y Charisse Verhaert y en el que la segunda hija del marqués sueña con casarse algún día, no sacó entonces ni las vajillas de época ni las cuberterías de plata. Nadie podía saber que se casaban ese día. La expectación en torno a una boda inminente era máxima y ninguno de los contrayentes quería que trascendiera la noticia. Ninguno de los cinco hijos del marqués acudió.

Tampoco hubo wedding planner, como es lógico. “Antonio, nuestro jardinero, fue el que se encargó de poner todo a punto para el gran día, aunque él no sabía tampoco qué se iba a celebrar exactamente. Carlos, además, se ocupó de añadir unos detalles especiales para un día tan señalado”, relata divertida Esther recordando cómo consiguieron guardar su secreto al máximo nivel.

placeholder Carlos Falcó y Esther Doña posan junto a sus abogados, testigos del enlace. (Cortesía Esther Doña)
Carlos Falcó y Esther Doña posan junto a sus abogados, testigos del enlace. (Cortesía Esther Doña)

“Estuvimos los dos solos, acompañados del alcalde que nos casó y nuestros abogados, que ejercieron de padrinos”. Nadie más. Meses más tarde, en septiembre, celebraron una gran fiesta con más invitados en la que, de nuevo en este escenario, festejaron otra vez su amor a lo grande. Para la ocasión, él vistió un impecable esmoquin negro; ella, escultural con un vestido hecho a medida por Rosa Clará que ponía de manifiesto su extraordinaria silueta de modelo.

Dos looks que contrastaron con los elegidos para su ceremonia secreta, en la que Esther, tal y como rememora, lució un sencillo mono de pantalón blanco, sin mangas y con cuello redondo. Su marido, un traje de color beis, camisa azul pálido y corbata celeste. Aunque, sin duda, lo más llamativo eran sus sonrisas de felicidad y el recién estrenado libro de familia, con el que posaron en las pocas fotos que hay de ese día.

Viaje por Marruecos

Tras la ceremonia privada, celebraron un discreto almuerzo en El Rincón y unos días después se marcharon de viaje de novios “a diversos destinos del continente africano", desvelaron entonces. Ahora, Esther precisa el lugar de retiro que eligieron: “Fue un precioso viaje por Marruecos, lugar que apasionaba a Carlos”.

placeholder Esther y Carlos, en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)
Esther y Carlos, en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)

Un viaje que duró varios días en el que recorrieron algunos de los rincones más exclusivos y apasionantes del país, probaron las delicias gastronómicas de la zona y, sobre todo, desconectaron del ruido mediático que desde el primer día provocó su amor.

placeholder Otra instantánea de los recién casados en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)
Otra instantánea de los recién casados en Marruecos. (Cortesía Esther Doña)

Cinco años después, Esther aún se emociona al evocar lo felices que fueron. “Fue mágico”.

Hace cinco años, Esther Doña y Carlos Falcó, marqués de Griñón, se convertían en protagonistas del día tras publicar un comunicado en el que anunciaban oficialmente que habían contraído matrimonio en el más absoluto secreto. Lo hacían lejos de miradas indiscretas: intramuros de su residencia, el palacio de El Rincón (en Aldea del Fresno, Madrid).

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