Muere Teresa Palazuelo, diseñadora de novias y tía de la duquesa de Huéscar

El mundo de la moda está de luto. Tras una larga enfermedad, Teresa Palazuelo, todo un referente en el sector nupcial, ha fallecido en Madrid. Conocida por su trabajo como diseñadora de novias e invitadas, su popularidad aumentó en los últimos años gracias a su sobrina, Sofía Palazuelo, mujer de Fernando Fitz-James Stuart y Solís, duque de Huéscar. Aunque se sabía que la creadora estaba atravesando un momento nefasto de salud, la noticia ha sorprendido a la industria y con ella se van miles de looks para el recuerdo.

Entre ellos, el vestido de novia que lució Sofía Palazuelo en su boda el 6 de octubre de 2018. Las reacciones de amigos y compañeros de profesión ante su fallecimiento no han tardado en sucederse. Como las bonitas palabras que su amiga Sonsoles Díez de Rivera, hija de la marquesa de Llanzol y amiga y musa de Balenciaga, le ha dedicado. "Elegancia, cultura, clase, inteligencia, discreción, artista, creadora de belleza, políglota, educada en Austria e Inglaterra, en resumen, una señora en toda la extensión de la palabra, eso es Teresa Palazuelo", empieza el obituario.

"En su profesión como creadora de moda, tuvo un enorme éxito, especialmente en sus trajes de novia, creaciones que, en su época, fueron rompedoras con utilizaciones de unos diseños impecables y unas telas de una calidad insuperable. Su legado queda para la posteridad con varias creaciones suyas en el Museo del Traje de Madrid", sigue el texto al que ha tenido acceso Vanitatis.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Autodidacta, emprendedora (fundó su pequeño gran imperio y taller en 1992) y dotada de una manera muy particular y personal de interpretar la moda, es cierto que, gracias a su trabajo, Teresa Palazuelo deja un extenso muestrario de trajes en el sector nupcial. A ella acudían en procesión cada temporada esas novias que, entre clásicas y contemporáneas, buscaban un modelo único, especial y confeccionado a medida que, por supuesto, hablase de ellas, a la par que pudiese identificarse que, tras él, estaba la brillante mente de la diseñadora. No seguía las tendencias, Teresa las dictaba y siempre fue fiel y coherente a su estilo.

Además de a las mujeres de la alta sociedad madrileña y a su célebre sobrina, quién ejerció de modelo de sus colecciones, en los últimos tiempos Teresa Palazuelo vistió a otras dos novias famosas. Alejandra y Ana Corsini, ambas hermanas de Laura Corsini, fundadora de Bimani, y primas de Belén Corsini, mujer de Carlos Fitz-James Stuart y Solís, conde de Osorno, y, por tanto, cuñada de Sofía Palazuelo.

Un triunfo como diseñadora que cosechó a fuego lento, durante años, a base de tesón, trabajo, constancia, buen hacer, una costura impecable y una creación brillante, y que siempre llevó de una forma comedida y recatada. "Clientas venían de toda Europa y América a que las vistiese en su taller, y el éxito era clamoroso. Sus modelos eran publicados en las mejores revistas de moda. Ella rara vez aparecía en ellas con entrevistas, dada su discreción. Jamás hablaba de su éxito, que era indiscutible, siempre procuró comportarse con un nivel bajo en cuanto a su difusión personal en los medios. Sus creaciones tan bellas y perfectas eran las que hablaban por ella y se difundían solas", relata Sonsoles Díez de Rivera.

Admirada en la parcela profesional, en su rol como mujer, madre, hermana, tía y amiga, Teresa Palazuelo también fue un 10. "Su marido e hijos han tenido el privilegio de disfrutar de una esposa y madre singular. Admirable a lo largo de todos los aspectos de su vida, yo he tenido la suerte y el honor de que me admitiese en su amistad y siempre con una cercanía y cariño que, para mí, era un regalo muy especial", concluye el sentido y cercano obituario de la hija de la marquesa de Llanzol.

Una pérdida insustituible y un legado que nos habla de una de las grandes agujas nupciales de nuestro país que nos ha dejado hoy. Descanse en paz.