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La llegada del primer hijo puede producir una crisis de pareja y cómo evitarlo
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CÓMO AFRONTARLO

La llegada del primer hijo puede producir una crisis de pareja y cómo evitarlo

Los cambios que supone la llegada de un bebé a la familia son muchos, a nivel emocional, pero también para nuestras rutinas. Así puede afectar a la pareja

Foto: La llegada del primer hijo y la crisis de pareja. (Unsplash/Toa Heftiba)
La llegada del primer hijo y la crisis de pareja. (Unsplash/Toa Heftiba)

La llegada de un bebé a la familia suele conllevar muchos cambios. Durante los primeros meses de vida, y en algunos casos también después, la atención que requiere es constante, lo que hace que las dinámicas cambien por completo, sobre todo dentro de la pareja. Son necesarios nuevos horarios, nuevas rutinas… esto puede llegar a producir muchas inseguridades en los nuevos padres, lo que también se traduce en tensiones entre la pareja.

Pasar de ser una pareja a ser una familia implica muchos más cambios de los que parecen a simple vista, por lo menos durante los primeros meses de vida del bebé. Se cambian las rutinas de sueño, lo que suele traducirse en un mayor cansancio, pero también modifica el tiempo en pareja y con amigos, reduciendo los momentos de intimidad.

placeholder Crisis de pareja por el nacimiento del primer hijo. (Unsplash/Kelly Sikkema)
Crisis de pareja por el nacimiento del primer hijo. (Unsplash/Kelly Sikkema)

Aunque no siempre sucede, en muchas ocasiones la llegada del primer hijo desencadena una fuerte crisis en la pareja, que se suele manifestar con constantes discusiones o con un distanciamiento emocional. La llegada de un bebé pone a prueba la pareja y conseguir salir reforzados de esta experiencia no es imposible, pero tampoco es tarea sencilla.

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Distintos efectos en cada miembro de la pareja

Durante el embarazo y el parto, la madre experimenta grandes cambios, físicos y emocionales. “Su cuerpo se inunda de hormonas que la hacen estar muy emocional y afectan a su estado de ánimo”, explican María Martín Santacreu y Pablo Quiroga Vicuña, psicólogos especialistas en Terapia de Pareja en Centro Grant. “Después del parto, se puede sentir aislada y sola con un tesoro muy preciado entre sus brazos, sintiéndose abrumada por la responsabilidad”.

El padre, por su parte, puede sentirse desplazado y apartado, “su pareja pasa la mayor parte de su tiempo con el bebé. El bebé tiene la atención constante de la madre y el padre fácilmente puede sentir que su pareja le presta mucha menos atención que antes”. También puede suceder que el vínculo entre la madre y el hijo le haga sentir que no puede implicarse con el bebé tanto como le gustaría.

placeholder Nacimiento del primer hijo y crisis de pareja. (Unsplash/Fredrik Solli Wandem)
Nacimiento del primer hijo y crisis de pareja. (Unsplash/Fredrik Solli Wandem)

Convertirse en padres no es un rol sencillo, suele llegar con muchas dudas y todavía más inseguridades. Los padres se cuestionan si estarán haciendo las cosas bien y eso causa gran inquietud y preocupación. Esto, sumado a los cambios en las rutinas, el cansancio casi constante y todas las nuevas responsabilidades, puede traducirse en conflictos entre la pareja.

Causas más comunes para las crisis de pareja

Hay algunas causas que se repiten más que otras y que suelen desembocar en estos conflictos que con el tiempo derivan en crisis de pareja. Aprender a reconocerlas puede ayudar a atajarlas antes de que la brecha entre la pareja sea insalvable. En general, que el bebé pase a ser una prioridad y la pareja se quede en un segundo plano es una de las más frecuentes.

Las relaciones hay que cuidarlas, pero no siempre es sencillo cuando todo el tiempo disponible se dedica al cuidado del bebé. Un tiempo que en ocasiones evita que podamos hacer otras cosas, como ocuparnos de las tareas del hogar, “si esto no se gestiona bien y no se reparten ambos las responsabilidades del hogar, esto puede comenzar a generar enfado y tensión en la pareja”, explica la psicóloga Marissa Glover para Psicología-Online.

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Nacimiento del primer hijo y crisis de pareja. (Pexels/Keira Burton)

La falta de intimidad en la pareja suele ser también un motivo de problemas. “Después del nacimiento del bebé, debido a la falta de tiempo y espacio”, continúa Glover, “se vuelve muy complicado reanudar las relaciones sexuales, lo cual con el tiempo puede ir generando cierto grado de tensión y frustración en uno o ambos miembros de la pareja. La falta de pasión puede llegar a ser un problema muy grave si no se trata correctamente”.

Cómo afrontar la crisis de pareja

Sabiendo que esto es más frecuente de lo que parece, lo mejor es estar preparados, prevenir es la mejor estrategia. No es mala idea hablar antes de que llegue el bebé sobre cómo será la organización, reorganizar las tareas para asegurarse de que el trabajo está lo más equilibrado posible.

Es también recomendable organizarse para que cada uno disponga de un poco de tiempo para sí mismo, para relajarse, salir a dar un paseo o darse un baño. También buscar tiempo para estar juntos en pareja, hay que saber “Cultivar la atracción y el reconocimiento”, explica la psicóloga Silvia Congost. “No caer en la dejadez, sobre todo cuando pasa el tiempo. Es evidente que queremos a nuestra pareja, que nos gusta, pero hacer cosas de forma activa para tratar de gustarle es importante”.

placeholder Nacimiento del primer hijo y crisis de pareja. (Unsplash/Priscilla Du Preez)
Nacimiento del primer hijo y crisis de pareja. (Unsplash/Priscilla Du Preez)

En algunas ocasiones, la crisis de pareja llega por todo lo que hemos señalado anteriormente, un cansancio excesivo, numerosos cambios a los que hay que adaptarse, nuevas emociones y miedos que conviene aprender a gestionar, convirtiendo a nuestra pareja en nuestro aliado, no en nuestro enemigo. En otras, la llegada del bebé amplifica un malestar que ya existía previamente y que se pone de manifiesto ante estos cambios.

No todas las parejas pasan por esta etapa de crisis, de hecho se puede salir reforzado, y no todas las crisis terminan en separación. En cualquier caso, pedir ayuda cuando la necesitamos siempre es una buena idea y en este caso eso incluye la de familiares y amigos, pero también la de profesionales que pueden darnos pautas para aprender a gestionar esta situación llena de cambios y miedos.

La llegada de un bebé a la familia suele conllevar muchos cambios. Durante los primeros meses de vida, y en algunos casos también después, la atención que requiere es constante, lo que hace que las dinámicas cambien por completo, sobre todo dentro de la pareja. Son necesarios nuevos horarios, nuevas rutinas… esto puede llegar a producir muchas inseguridades en los nuevos padres, lo que también se traduce en tensiones entre la pareja.

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