Cómo el té ayuda a acelerar el metabolismo

Algunas personas tienen un metabolismo rápido, por lo que su organismo consume una gran cantidad de energía a lo largo del día, evitando de este modo que se almacene como grasa. Otros se encuentran en la situación contraria, su metabolismo es más lento, consume la energía más despacio, quemando pocas calorías y almacenando el resto.

En general, poco podemos hacer para modificar nuestro metabolismo, que en muchas ocasiones depende de factores que escapan a nuestro control, como la edad o el sexo. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos cambiarlo ligeramente, ya sea de manera puntual o un poco más a largo plazo.

Esto último es lo que sucede cuando comenzamos a hacer ejercicio físico y, sobre todo, a trabajar la musculatura. Cuanto mayor sea la masa muscular, mayor será el consumo de calorías de nuestro cuerpo.

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También existen muchos trucos y tips para acelerar nuestro metabolismo de manera puntual, durante un tiempo limitado, algo que podemos conseguir gracias a la alimentación, consumiendo especias, tomando café, incorporando picante a nuestras recetas… o bebiendo té en sus múltiples variantes.

Muchos son los beneficios del té en este departamento, gracias a sus muchas propiedades. Por ejemplo, es una bebida con propiedades termogénicas. Los alimentos termogénicos son aquellos que desencadenan una reacción de calor en el cuerpo, aumentando la temperatura corporal con su ingesta y el metabolismo basal durante la digestión, es decir, que ayuda a aumentar la quema de calorías.

Estos alimentos aumentan la quema de calorías de los depósitos de grasa, por lo que son ideales en las dietas de pérdida de peso. Conviene señalar que, por sí mismos, no adelgazan, solo ayudan en el marco de una alimentación adecuada y ejercicio físico. Además, no todos los termogénicos elevan la temperatura corporal incidiendo en la quema de grasa, otros tienen otras propiedades.

Además de ayudar a acelerar ligeramente el metabolismo, el té tiene otras muchas propiedades, por ejemplo, es antioxidante, por lo que retrasa el proceso de envejecimiento. Gracias a sus flavonoides y sus vitaminas, protege el sistema inmunitario, aporta hidratación, es diurético y aporta muy pocas calorías, prácticamente ninguna.

Esto, sumado a la amplia variedad de tés que existen, hace que esta bebida sea ideal para incluirla en nuestra alimentación habitual, aprovechar sus propiedades y no aburrirnos nunca. Desde el té verde al negro, pasando por el té rojo, blanco o matcha. Hay para todos los gustos y de todos los sabores.