La última moda en Nueva York son las fiestas de lectura, encuentros multitudinarios con listas de espera
Esta nueva narrativa de ocio no se trata de un club de lectura tradicional, sino de una experiencia social enriquecedora, donde las historias impresas conectan a personas reales
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La escena social en la gran manzana ha encontrado una nueva pasión: la lectura en comunidad. En una ciudad donde el tiempo vuela y las agendas suelen estar abarrotadas, Reading Rhythms ha dado en el clavo al proponer una nueva narrativa donde parecía estar todo inventado. Se trata de un formato de ocio completamente diferente, pero que ha iluminado aún más a la ciudad que nunca duerme.
Curiosamente, lo que comenzó como una pequeña reunión en una azotea de Brooklyn con apenas diez personas, ha evolucionado en una tendencia que atrae a miles de neoyorquinos, pero que también registra listas de espera y comienza a cruzar fronteras, porque hasta Sevilla ha llegado este innovador encuentro cultural.
Ben Bradbury, uno de los fundadores de Reading Rhythms, explica que esta idea nace de la necesidad de encontrar un equilibrio entre el tiempo personal y el social en una época dominada por las pantallas. En concreto, en sus eventos, el objetivo es unir a las personas a través de la literatura, combinando la introspección de la lectura con el componente social de las conexiones cara a cara.
De este modo, los asistentes lo único que necesitan es llevar su libro favorito, pues todo tipo de géneros, desde novelas hasta cómics y libros de negocios, son bienvenidos. Queda claro que estas fiestas de lectura están cuidadosamente diseñadas para crear un ambiente único. En estos espacios creativos, la velada empieza con un periodo de lectura de unos 30 minutos, seguido de 15 minutos de conversación entre desconocidos, donde cada lector comparte impresiones sobre su libro.
Es interesante y divertido, pues después de una segunda tanda de lectura, llega el momento del debate grupal, donde se explora un tema específico previamente seleccionado. Esta dinámica, acompañada de música curada para la ocasión, fomenta un ambiente que invita a quedarse, propiciando que muchos alarguen la velada más allá de las dos horas estipuladas.
De este modo, el éxito de Reading Rhythms ha sido tal que ha trascendido la ciudad de Nueva York. En los últimos meses, estas fiestas de lectura se han celebrado en Roma, Los Ángeles y pronto en Londres, con una próxima cita en Washington D.C. La demanda sigue creciendo, en gran parte impulsada por el deseo de desconectar de la tecnología y conectar con personas de diversas generaciones.
La escena social en la gran manzana ha encontrado una nueva pasión: la lectura en comunidad. En una ciudad donde el tiempo vuela y las agendas suelen estar abarrotadas, Reading Rhythms ha dado en el clavo al proponer una nueva narrativa donde parecía estar todo inventado. Se trata de un formato de ocio completamente diferente, pero que ha iluminado aún más a la ciudad que nunca duerme.