¿Eres más de hacer vida de noche? Te contamos algunos trucos para que puedas superarlo

Los hábitos nocturnos son mucho más perjudiciales para la salud que los diurnos, una teoría que ha sido respaldada por diferentes investigaciones. Un artículo publicado a través de la Universidad de Harvard ha revelado que quienes desarrollan hábitos nocturnos, tienen un 72% más de probabilidad de sufrir diabetes, en comparación con quienes se levantan temprano. Es por ello, que la institución ofrece algunas pautas para quienes buscan cambiar el ritmo de vida.

Uno de los principales cambios a tener en cuenta es la exposición a luz, especialmente para las personas que desean acostarse antes. La azul de las pantallas electrónicas puede alterar significativamente tus patrones de sueño. Un estudio realizado por la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich y expuesto en la revista 'European Journal of Personality', hace hincapié en la necesidad de implementar filtros de luz azul o apagar los dispositivos electrónicos unas horas antes de dormir, ya que puede ayudar a regular el ciclo circadiano. En lo que se refiere al despertar, la universidad alemana aconseja el uso de cortinas o persianas que bloqueen la luz del exterior, facilitando un despertar más natural y relajado.

Por otro lado, las investigaciones recomiendan seguir una rutina relajante antes de dormir. Actividades como la lectura, la meditación o escuchar música suave pueden preparar a tu cuerpo y mente para el descanso, contribuyendo a un sueño más profundo y reparador. Además, se debe vigilar la dieta nocturna: hay que evitar la cafeína desde la tarde y optar por cenas ligeras que no sobrecarguen el sistema digestivo.

La planificación de la actividad física también juega un papel importante. Si se hace ejercicio demasiado cerca de la hora de dormir, puede ser contraproducente. Para evitar que la práctica de deporte pueda generar problemas en el sueño, los expertos aconsejan que el ejercicio se realice durante la mañana o primeras horas de la tarde. Este hábito puede ayudar a reforzar el ciclo natural de alerta y cansancio, ajustando mejor el reloj biológico a un esquema diurno.

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P. C.

Si a pesar de todos estos pasos, sigues encontrando dificultades para conciliar el sueño, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que te diagnostique de forma adecuada, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas y tus hábitos diarios.