Ni en fiestas con amigos ni en redes sociales: este es el lugar donde se producen más infidelidades

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Llega la época navideña y, con ella, un clásico de la temporada: las cenas de empresa, las cuales pueden ser como un roscón de Reyes: no sabes qué premio van a traer. Estos encuentros, diseñados para fortalecer los lazos laborales y celebrar los logros del año, esconden un lado menos conocido, pero no por ello menos real: son el escenario más frecuente para que se produzcan infidelidades.

Diversos estudios y expertos en relaciones han identificado las cenas de empresa como un caldo de cultivo ideal para este tipo de situaciones. El ambiente distendido, el alcohol y la oportunidad de compartir un espacio menos formal con los compañeros pueden romper barreras que, en otros contextos, se mantendrían intactas. Además, las tensiones acumuladas en el entorno laboral o incluso una atracción reprimida durante el año encuentran aquí una vía de escape.

Según los especialistas, la dinámica de “estar fuera de la rutina” en un entorno laboral contribuye a generar un aire de desconexión, donde algunas personas sienten que sus actos no tendrán las mismas consecuencias que en su vida diaria. Este contexto, sumado al aumento de confianza y a la sensación de anonimato que da estar entre colegas, puede llevar a decisiones impulsivas. Además, puede influir también la sorpresa de conocer a un compañero con el que, hasta ese entonces, solo mantenías conversaciones de trabajo. Este primer impacto puede resultar también decisivo.

Datos recientes revelan que un 30 % de las personas que han sido infieles reconocen que el lugar donde ocurrió fue precisamente en una cena de empresa. Este dato supera a otros entornos típicamente asociados con las infidelidades, como fiestas con amigos o incluso las redes sociales.

Es interesante destacar que no siempre se trata de relaciones físicas. En muchos casos, estas situaciones comienzan con coqueteos, conversaciones íntimas o gestos que cruzan el límite de lo estrictamente profesional. La psicología detrás de este fenómeno radica en la emoción de lo prohibido y en la idea de vivir algo diferente y emocionante, aunque sea pasajero.

Para quienes valoran sus relaciones y no desean comprometerlas, existen formas de disfrutar de la cena de empresa sin caer en terrenos peligrosos. Establecer límites claros, evitar el exceso de alcohol y recordar que una noche no debería poner en riesgo la confianza construida en años son algunas de las recomendaciones más destacadas por los expertos.

Las cenas de empresa no tienen que convertirse en un territorio de riesgo. Con un poco de autocontrol y el enfoque correcto, pueden ser un momento perfecto para disfrutar, compartir y fortalecer lazos, sin que el remordimiento o el drama hagan acto de presencia. Así que, este año, cuando saquemos nuestro mejor 'outfit' para sorprender a todos, deberemos llevar también un poco de control.

La magia de la Navidad puede estar en todas partes, incluso en ambientes tan asfixiantes como puede ser una oficina. Y, aunque estas cenas se realizan para resolver los momentos tensos y celebrar un nuevo año próspero, no debemos olvidar que lo que pasa en una cena de este estilo… no siempre se queda allí.