Alexandre Olmos, médico en epigenética: "La lengua es una de las mejores formas para saber lo que está pasando dentro de tu cuerpo"

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El cuerpo envía señales constantemente sobre su estado de salud, pero pocas veces prestamos atención a una de las más evidentes: la lengua. Según el doctor Alexandre Olmos, especialista en epigenética y medicina interna, su aspecto puede revelar mucho más que la higiene bucal. “La lengua es una de las mejores formas para saber qué está pasando dentro de tu cuerpo”, afirma el experto, quien explica que su color, textura y forma pueden ser indicadores clave de problemas digestivos, deficiencias nutricionales o incluso desequilibrios hormonales.

Uno de los signos más comunes es la presencia de una capa blanca o espesa en la lengua. “Esto puede indicar desequilibrios en tu microbiota o problemas digestivos como la candidiasis o acumulación de toxinas”, advierte Olmos. Este síntoma suele estar asociado a alteraciones en la flora intestinal y a dificultades en la eliminación de sustancias nocivas del organismo.

Otro aspecto a considerar es la sequedad o la presencia de grietas en la superficie de la lengua. “Si tu lengua tiene grietas o está muy seca, esto podría indicar deficiencias de vitaminas del grupo B o deshidratación”, señala el especialista. Este tipo de deficiencia puede afectar al sistema nervioso y a la energía diaria, por lo que es importante vigilar la ingesta de estos micronutrientes esenciales.

Las marcas en los bordes también pueden ser una señal de alerta. “Si ves marcas en los bordes, como si estuviera hinchada, podría estar asociado a inflamación intestinal o retención de líquidos”, explica Olmos. Este signo suele aparecer en personas con problemas digestivos crónicos o desequilibrios en la absorción de nutrientes.

Por último, el color de la lengua también aporta información clave sobre el estado general del organismo. “Si tu lengua tiene un color rojo muy intenso, esto podría deberse a una deficiencia de hierro o a problemas hepáticos”, advierte el médico. Estas alteraciones pueden repercutir en el metabolismo y la oxigenación del cuerpo, afectando la energía y el bienestar.

Observar la lengua con atención puede ayudar a detectar posibles desequilibrios antes de que se manifiesten en otros síntomas más graves. “Recuerda que si quieres saber con mayor exactitud lo que sucede dentro de tu cuerpo, la mejor solución es realizarte un test epigenético”, recomienda Olmos. En cualquier caso, ante cambios persistentes en su aspecto, es aconsejable consultar a un especialista para interpretar correctamente lo que el cuerpo intenta comunicar.