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Qué pasa en tu cerebro cuando conoces a alguien y todo encaja desde el primer minuto
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¿AMOR A PRIMERA VISTA?

Qué pasa en tu cerebro cuando conoces a alguien y todo encaja desde el primer minuto

Cuando conocemos a alguien y la conexión entre ambas personas es instantánea algo cambia en nuestro cerebro que nos hace querer ver más a esa persona

Foto: ¿Realmente podemos hablar de amor a primera vista?. (Pexels)
¿Realmente podemos hablar de amor a primera vista?. (Pexels)

Más allá de las conocidas mariposas en el estómago, enamorarse implica un complejo entramado de procesos neuroquímicos que activan múltiples regiones del cerebro. Esta respuesta emocional, lejos de ser únicamente romántica, involucra una auténtica transformación en la forma de percibir a la otra persona y de establecer vínculos afectivos.

Durante la fase inicial del enamoramiento, el cerebro libera una combinación de sustancias que incluyen dopamina, oxitocina, serotonina y vasopresina, las cuales determinan cómo se experimenta el vínculo con la otra persona.

placeholder La química de nuestro cerebro. (Pexels)
La química de nuestro cerebro. (Pexels)

En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres a nivel neurobiológico durante una primera cita, las mujeres muestran mayor dependencia de la oxitocina, hormona que fortalece el apego y la confianza a través del contacto físico mientras que los hombres activan la vasopresina, que potencia la respuesta sexual y una empatía más racionalizada.

Pero, ¿existe el amor a primera vista? parece ser que la atracción inicial provoca una sincronización entre los cerebros de dos personas cuando se miran a los ojos. Esta conexión es resultado de la actividad en el vórtice prefrontal orbital, una zona cerebral implicada en la regulación emocional. Es aquí donde el amor puede surgir de forma instantánea.

placeholder La mirada es el principal punto de conexión. (Pexels)
La mirada es el principal punto de conexión. (Pexels)

Todas estas reacciones químicas no son meras metáforas románticas, la neurociencia confirma que enamorarse implica un estado alterado del cerebro en el que se producen cascadas de neurotransmisores que transforman la percepción, el juicio y las emociones. Este conjunto de respuestas no solo afecta el estado de ánimo, sino también la manera en que se construye una relación a largo plazo.

Así, lo que comienza con un encuentro visual o una conversación estimulante, puede convertirse con el tiempo y las conexiones adecuadas en un vínculo sólido cimentado sobre la empatía, la confianza y la comprensión emocional.

Más allá de las conocidas mariposas en el estómago, enamorarse implica un complejo entramado de procesos neuroquímicos que activan múltiples regiones del cerebro. Esta respuesta emocional, lejos de ser únicamente romántica, involucra una auténtica transformación en la forma de percibir a la otra persona y de establecer vínculos afectivos.

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