Elisabeth Clapés, psicóloga: “Una persona que te quiere va a aceptar que tú le pongas límites, si no lo hace es porque se beneficiaba de cuando no los ponías”
Ponerse a uno mismo por delante no es acto de egoísmo, es respetarse a uno mismo y valorarse por quién es
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F2d6%2F1c6%2F3ea%2F2d61c63ea25f168b9335185c8f0e9706.jpg)
Establecer límites emocionales puede ser incómodo, sobre todo si lo haces por primera vez con personas a las que quieres. Sin embargo, es un paso esencial para cuidar tu salud mental y construir relaciones sanas. La psicóloga Elizabeth Clapés lo explica de forma clara: hay que poner límites, porque incluso personas buenas, que te quieren y a las que tú quieres, pueden llegar a cruzarlos. Eso pasa, no necesariamente por maldad, sino porque muchas veces nadie les ha dicho que eso puede llegar a incomodar e, incluso, doler.
En lugar de asumir que los demás "deberían saberlo", Clapés propone algo tan simple como poderoso: comunicarlo. Expresar con honestidad “esto me incomoda, esto me hace daño, esto no me gusta, esto necesito que lo cambies”. En otras palabras, conocerte bien, saber qué necesitas y atreverte a decirlo sin miedo, “porque alguien que te quiere, una buena persona va a aceptar que tú le pongas límites, porque si no lo hace es porque se beneficiaba de cuando no los ponías”.
@tumente.co Hay que poner límites. Créditos: Elizabeth Clapés #tumente #mente #salud #limites #emocion #reflexion #psicologa #psicologia #psicología #sentimiento #consciencia #saludmental #elcuerpohabla #psicologiayreflexion #crecimientopersonal #saludmentalyemocional ♬ sonido original - TuMente
Por eso, saber lo que necesita una persona como tú es clave para construir un entorno emocional sano. Las personas que te rodean no pueden adivinar lo que te hace bien o lo que te hiere. Necesitan que se lo señales. No desde el reproche, sino desde el respeto y el cuidado mutuo.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff0e%2F4f3%2F235%2Ff0e4f32350a4967ed7fc3e3bfa69a8a6.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff0e%2F4f3%2F235%2Ff0e4f32350a4967ed7fc3e3bfa69a8a6.jpg)
Elizabeth Clapés propone imaginar tu vida como una empresa. Y en esa empresa no contratas al primero que te deja un currículum con buena pinta. Se hace una selección, entrevistas y se observa. Con las personas que dejas entrar en tu vida debería pasar lo mismo. Porque permitir que alguien forme parte de tu vida es un privilegio, no un derecho automático. No todas las personas merecen estar en tu espacio íntimo solo porque han estado mucho tiempo o porque tú las quieres.
Poner límites es una forma de enseñarle al otro cómo tratarte. Es un lenguaje de respeto y de construcción. Cuando decides quién puede entrar en tu “burbuja”, como dice Clapés, también estás enseñando a los demás que tu bienestar importa. Que tus emociones tienen valor. Y que cualquier vínculo, por más profundo que sea, debe basarse en la reciprocidad.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F297%2F91e%2F757%2F29791e757458c5810a6fc71a0152503d.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F297%2F91e%2F757%2F29791e757458c5810a6fc71a0152503d.jpg)
Construir un entorno emocional sano no significa alejarse de todos. Significa rodearse de personas que te respeten y que comprendan que el amor también se mide en la capacidad de aceptar un “no”.
Establecer límites emocionales puede ser incómodo, sobre todo si lo haces por primera vez con personas a las que quieres. Sin embargo, es un paso esencial para cuidar tu salud mental y construir relaciones sanas. La psicóloga Elizabeth Clapés lo explica de forma clara: hay que poner límites, porque incluso personas buenas, que te quieren y a las que tú quieres, pueden llegar a cruzarlos. Eso pasa, no necesariamente por maldad, sino porque muchas veces nadie les ha dicho que eso puede llegar a incomodar e, incluso, doler.