Pablo, el hijo de Felipe González: "Los médicos dicen que mi madre está mejor"

El hijo mayor de Felipe González y Carmen Romero muestra su cara más ‘flamenca’. Pablo (de 42 años) reconoce a Vanitatis que “me gusta el flamenco desde pequeño, soy sevillano y amante de este tipo de música”. Son sus primeras declaraciones a un medio de comunicación. Nunca le gustó airear su vida personal y hablar para la prensa, pero hoy hace una excepción en la fiesta de cumpleaños de Pepe de Lucía –hermano del desaparecido Paco de Lucía–, buen amigo de su familia.

Pregunta: Se muestra un gran apasionado del flamenco ¿Toca la guitarra, canta, baila…?

Respuesta: No. Yo lo único que soy es muy buen público.

P: Eso en sus ratos libre. El resto del tiempo ¿a qué se dedica?

R: Trabajo en una empresa del mundo de la informática.

P: ¿No le atrae la política?

R: No, no, no es lo mío. Soy aficionado a la caligrafía medieval.

P: Imagino que también al deporte, porque tiene buen aspecto. No aparenta 42 años.

R:Sí, me cuido mucho físicamente.

P: Está mal que lo pregunte, pero ¿a quién vota?

R:Al PSOE.

R: Tengo mis alegrías y mis disgustos…

P: ¿Se le ve más relajado que cuando salía ‘huyendo’ de los paparazzi?

R: Sí. Tengo más privacidad que antes y llevo una vida muy tranquila con mi pareja y mis dos hijos. Hace años, cuando mi padre era presidente, lo pasaba mal con las persecuciones de los periodistas.

P: No se ha casado ¿no?

R: No, lo del matrimonio no me va.

P: ¿Cómo se encuentra su madre?

R: Bien. Recuperándose de la enfermedad. Todo va fantástico, lo que me causa una gran alegría.

P: ¿Qué os dicen los médicos acerca de su cáncer?

R: Que está mejor. Estamos muy contentos. Pero a ella no le gusta que hablemos de su enfermedad y no quiero que se enfade conmigo.

P: ¿Qué tal es como abuela?

R: Creo que es mejor madre que abuela.

P: Y con su padre ¿Qué relación mantiene?

R:Muy buena. Nos llevamos muy bien los dos.

P: El Felipe González que comandaba el PSOE no tiene nada que ver con el actual.

R:Será por la edad…

P: ¿Era un padre muy estricto? ¿Cómo fue su educación? ¿Disciplinada?

R: No. Fue razonada. Mi madre era quien estaba más cercana a nosotros en el día a día, pero mi padre era una figura de autoridad moral. Cuando él decía algo, sin que hiciera falta que levantara la voz, obedecíamos de inmediato. No hacían falta castigos. El mejor elogio que puedo recibir ahora es que fui muy bien educado por mis padres. Me criaron bien.

P: ¿Le ponía horario de vuelta nocturno?

R: Nunca. Yo sabía siempre la hora tope para regresar.