Tamara Falcó: "No es cierto que mi madre y Florentino Pérez hayan tenido una relación"

Tamara Falcóes única y responde a todas las cuestiones, salvo preguntas muy directas relacionadas con la religión, “porque me lo ha pedido mi director espiritual”. En una reunión distendida con la peña de periodistas Cuarto Poder en el restaurante Lucio, la hija de Isabel Preysler cuenta cómo se encuentra su madre tras el fallecimiento de Miguel Boyer, cómo pasarán las Navidades, la relación con su hermana y su no noviazgo con Enrique Solís. Afirma que su madre “se encuentra triste y apagada”, pero que “tiene edad para rehacer su vida sentimental”, aunque negó el rumor que la relacionaba con Florentino Pérez. Este fin de semana viajará a Baqueira para ser la embajadora de Moët&Chandon.

Respuesta: Mi madre es superjoven, pero en estos momentos la veo muy triste.

P: Habrá escuchado el rumor que la relacionaba con Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid…

R: Tenemos un chat familiar entre mis hermanos, mi madre y yo, y nos reímos todo el tiempo con esa historia. Cuando salió la historia en El Confidencial, Ana le envió un mensaje que decía: “Mami, si voy a tener un nuevo padre, me podías haber avisado. No me quiero enterar por la prensa”. Nos metemos todo el tiempo con ella. La decimos cosas como: “Mami, que te estás poniendo muy guapa”. Lo hacemos para animarla. Julio, por ejemplo, letoma el pelo. Como le encanta el Real Madrid está cruzando los dedos para que sea verdad.

P: ¿Y cómo se lo toma ella?

R: Hablando en serio, nosotros le hacemos esas bromas para hacerla reír. Nada más. Por supuesto que no es cierto.

P: ¿Cómo se encuentra su madre?

R: Triste. Nota mucho su ausencia. Es un proceso natural de la pérdida. Primero enfado y después añoranza. No es la misma persona que hace unos meses, aunque procura que nosotros no lo notemos. Quería mucho a tío Miguel y ahora se siente apagada. Lo ha aceptado, pero aún tiene que resetear su vida para volver a empezar a vivir sin él. Ella es muy fuerte, pero lo echa mucho de menos. En casa nada ha cambiado. Todas sus cosas siguen en su sitio y ahora las Navidades van a ser duras, pero nos tenemos las unas a las otras.

R: Echo de menos que mi madre sea feliz, que se ría, que disfrute. Pero también sé que ahora está sumida en la tristeza. Y respecto a mi hermana Ana, la encuentro contenta en su trabajo, en su vida emocional y tiene toda la vida por delante. El gran amor de mami fue el tío Miguel. Mi percepción es que es más complicado aceptar la muerte de tu pareja que de un padre, porque en este caso es el ciclo de la vida.

P: ¿Cómo organiza su vida? ¿Estaba centrada en Miguel Boyer?

R: Ha vuelto a su rutina, a su vida de antes de la enfermedad de tío Miguel. Mi madre se pasaba horas con él. No podía hacer sus ejercicios, darse sus tratamientos, estar con sus amigas… y ahora está tratando de recuperar su vida.

P: ¿Su madre reza?

R: Mi madre nos consagró a la Virgen a todos cuando éramos bebés. Yo rezo con mi abuela, con mi madre no. De todas formas, este tipo de preguntas procuro evitarlas, porque así me lo ha dicho mi director espiritual.

R: No, por el momentocreo que no. Es verdad que la casa es muy grande, pero yo a veces también me siento sola en mi casa y podría irme a vivir otra vez con ella. No lo sé.

P: ¿Quétal con Enrique Solís? ¿Pasaráparte de las Navidades con él?

R: No lo he proyectado. Enrique tiene sus propios planes. Tiene su grupo de amigos y se irá a Sevilla. Yo aún no sé lo que haré.

P: ¿Tiene ganas de casarse?

R: Para mí lo importante es el compromiso de por vida y todo lo que conlleva. Y ahora mismo no es mi prioridad, ni estoy preparada.

R: La Biblia. Terminé con el Antiguo Testamento y ahora estoy con el Nuevo y tardo bastante. Acabo de empezar.

P: ¿Y su última película?

R: Me ha gustado mucho Exodus. Ana y yo nos acordamos muchosde tío Miguel porque le encantaban las grandes producciones. Y sobre todo Egipto. Viajétres veces con él y aprendí mucho.

P: ¿Sabe lo que es Podemos? ¿Cree que puede gobernar en España?

R: Claro que sé lo que es, pero me parecería un horror que ganara. Sería un espanto.

P: ¿Cómo van a pasarlas Navidades?

R: No lo sé