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Los negocios más chics y exitosos de los cachorros de la aristocracia
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DE LULÚ FIGUEROA A ANA MARÍA CHICO DE GUZMÁN

Los negocios más chics y exitosos de los cachorros de la aristocracia

Sus apellidos destilan historia y un rancio (o no) abolengo, pero ellos se mueven con soltura entre redes de Instagram y selfies promocionando tocados, bolsos o corbatas. Son jóvenes, emprendedores y sus negocios han nacido al amparo de Internet

Foto: Ignacio Bernaldo de Quiros y Ana María Chico de Guzmán en un fotomontaje realizado en Vanitatis
Ignacio Bernaldo de Quiros y Ana María Chico de Guzmán en un fotomontaje realizado en Vanitatis

Lulú Figueroa es toda una it girl y una experta en eso de buscarse la vida al margen de su título y familia. Nieta de la célebre condesa de Romanones, ha desarrollado su carrera como pintora, blogger de moda e imagen de marcas como Hoss Intriopia, en cuyas tiendas se ha expuesto sus cuadros además de en la galería Malborough. También ha colaborado con otras marcas como Louis Vuitton, Guerlain, Loewe, Navascúes o Pronovias. Dice que su círculo más íntimo está lejos de salones de palacios y castillos y puede decirse que literalmente ‘pasa’ de su título, pero no de la historia familiar. La cuarta hija de los cinco hijos de Álvaro Figueroa y Griffith (VII conde de Romanones, VII conde de la Dehesa de Velayos y XI conde la Quintanilla) y Lucila Domecq Wiliams viaja en metro y autobús y estudió Historia del Arte en la Complutense. Y como su bisabuela, la pintora impresionista estadounidense Marie Dexter, su madre, su hermana Carla y su tío Christian Domecq, ella ha elegido las acuarelas y los lienzos repletos de flores y animales para ganarse la vida.

A la hija del marqués de Ahumada y sobrina nieta de la reina Fabiola de Bélgica la llaman la ‘reina de los tocados’ por su empresa Mimoki. Ana María Chico de Guzmán, 34 años, empezó diseñando en casa de sus padres para amigas mientras estudiaba la carrera de administración de empresas. Sus diseños gustaron tanto en bodas y otras fiestas que pronto empezaron a llegar otros clientes y afianzó su idea de dedicarse profesionalmente a ello. No le ha ido nada mal. Primero llegó su primer taller y en 2016 la primera tienda en pleno barrio de Salamanca con muchos proyectos paralelos como el espacio The White Room, dedicado exclusivamente a las novias, o la colección personalizada para bodas que han hecho crecer su proyecto en el que es administradora única con nueve personas a su cargo entre diseñadores, estilistas, modistas… Sus diseños han lucido en todas las revistas de moda y lo lucen aristócratas, modelos como Nieves Álvarez o Laura Ponte y Carolina Herrera, entre otras. Ella misma ha lucido sus tocados en su primer enlace con el exdiputado popular Nacho Uriarte y en su segundo matrimonio cinco años después con el cantante Álvaro Luna García, vocalista del grupo Yellow Big Machine.

De los tocados a los bolsos y corbatas

Laura Claudine Pons García de Castrillón marca las iniciales de su marca Claudine en los bolsos chic que ella diseña y vende personalizados bajo pedido desde un precio base de 150 euros. “Una golosina personalizada”, como ella ha definido alguna vez. Es una empresaria autónoma, tiene 33 años y está casada con Francisco Gordillo, hijo un conocido representante musical en cuya cartera obraban nombres como Raphael o Marisol. Su marca llegó después de estudiar empresariales y aprender junto a algunos de nombres propios de la moda como Antonio Miró o Carmen March. Empezó diseñando sus carteras, que llevaba a eventos y fiestas. Así le llegaron los primeros pedidos y en 2013 la marca Alvarno vistió sus estilismos con sus bolsos en la pasarela Mercedes Fashion Week, que le supuso un paso de gigante en su carrera. Su empresa es ella. Laura era la imagen de las campañas de publicidad y escogió como nombre el suyo y el del su abuela paterna, Marta Rita Alejandra Claudine de Vignemont, una condesa francesa radicada en Palma de Mallorca. Inspiración francesa no le falta a sus diseños, que ya han desfilado en la Mercedes Fashion Week y lucen la hija de Carolina Herrera, Amelia Bono o Fiona Ferrer. Criada en la isla balear y ‘experimentada’ en Barcelona, Australia, Sevilla, ha fijado su residencia en Madrid aunque sus miras de expansión están puestas en Miami.

Casilda de Medina Conradi, nieta de la duquesa de Medinaceli, ha optado por los fulares y las corbatas de tejidos originales comprados en ferias textiles en París o en sus viajes a la India e inspirados en el estilo clásico de su padre, Luis de Medina y Fernández de Córdoba, XVIII marqués de Cogolludo. A los 24 años creó una línea de ropa para mujer (inspirada en su elegante tía Naty Abascal) y ya ahora con 27 es una empresaria que tiene marca propia lanzada en 2016 bajo las siglas CM bajo una corona con ciertos tintes aristocráticos. Tras licenciarse en Diseño de Moda, con experiencia en marcas y en showrooms en los que muestra sus diseños, tiene un currículum en el que figuran algunos cargos en el grupo empresarial de la familia, Medina Garvey, dedicado a explotaciones agrícolas o negocios inmobiliarios como Aceitunas de Sevilla, pero su aventura personal pasa por consolidar su propia empresa que lleva personalmente. Contesta ella misma a sus clientes en Facebook e incluso facilita su propio móvil en la web porque asegura que su prioridad son sus clientes.

placeholder Casilda Medina en una imagen de su perfil de Facebook
Casilda Medina en una imagen de su perfil de Facebook

Dejó Sacyr por las joyas

Francisco Bernaldo de Quirós Loring también ha sabido hacerse un hueco con las corbatas. Muy joven también, a los 23, cerró la puerta de la consultora en la que trabajaba y apostó por su firma FijHYPERLINK "http://www.fijispain.com/"i. Inició este negocio junto a cuatro socios que invirtieron 1.400 euros cada uno y en su primer año recuperaron lo invertido. Ahora son siete (dos hermanos incluidos) y su volumen de ventas ha aumentado lo suficiente como para ampliar proyectos. Él es el único que tiene exclusividad con la empresa: lleva los pedidos en moto, mantiene la web, archiva facturas… y piensa en nuevos proyectos como la ampliación de su negocio con los bolsos wayuus que importa desde Colombia y en un espacio multimarca donde ellos tienen su propio córner o los bañadores que arrasaron en el Spring Polo Shopping, un pop up de Sotogrande.

Casilda Finat Martínez-Costa se ha declinado por las joyas. A sus 29 años se dedica a buscar ‘bisutería mona y asequible’ por el mundo. Sus proveedores pueden estar en cualquier punto del mapa si cumplen esos requisitos. Pasó su infancia en una finca de 5.000 hectáreas a 25 kilómetros de Toledo llamada El Castañar en la que aún residen sus abuelos, José María de la Blanca Finat y Bustos, duque de Pastrana y marqués de Corvera, dos veces Grande de España y su esposa, Aline Riva de Luna. Será su padre, Rafael Finat y Riva, conde de Mayalde y vizconde Rías, quien reciba un ducado que luego heredará ella. Casada con el ganadero Álvaro Martínez Conradi, inició su carrera en Sacyr hasta que en 2012 descubrió su pasión, las joyas, y decidió hacerse autónoma y montar una tienda online llena de anillos, pulseras y collares originales, chics y coloridos que empezó vendiendo a amigas, en mercadillos en los que nadie la conocía y que han lucido ya algunas celebrities como Lourdes Montes. Ya tiene su primera tienda en Sevilla, ciudad en la que reside.

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Lulú Figueroa es toda una it girl y una experta en eso de buscarse la vida al margen de su título y familia. Nieta de la célebre condesa de Romanones, ha desarrollado su carrera como pintora, blogger de moda e imagen de marcas como Hoss Intriopia, en cuyas tiendas se ha expuesto sus cuadros además de en la galería Malborough. También ha colaborado con otras marcas como Louis Vuitton, Guerlain, Loewe, Navascúes o Pronovias. Dice que su círculo más íntimo está lejos de salones de palacios y castillos y puede decirse que literalmente ‘pasa’ de su título, pero no de la historia familiar. La cuarta hija de los cinco hijos de Álvaro Figueroa y Griffith (VII conde de Romanones, VII conde de la Dehesa de Velayos y XI conde la Quintanilla) y Lucila Domecq Wiliams viaja en metro y autobús y estudió Historia del Arte en la Complutense. Y como su bisabuela, la pintora impresionista estadounidense Marie Dexter, su madre, su hermana Carla y su tío Christian Domecq, ella ha elegido las acuarelas y los lienzos repletos de flores y animales para ganarse la vida.

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