La princesa Letizia se reencuentra con sus excompañeras de TVE

La Princesa llegó contenta y sonriente a la entregade Premios FEDEPE, organizados por la Federación Españolade MujeresDirectivas, Ejecutivas,Profesionales y Empresarias, de la que es Presidenta de Honor desde el año pasado. A la edición anterior no pudo asistir, pero esta vez se lo confirmó a la junta directiva en una de las audiencias realizadas enZarzuela. Le gustan este tipo de reuniones, donde las mujeres son protagonistas por su trabajo y su currículum. Se notaba porque se la veía relajada, feliz y más cuando se reencontró con excompañeras como Pepa Bueno y Gemma Nierga (premiadas) oPepa Fernández, presentadora del acto.Conocidas de la época en la que Letiziani por asomo imaginaba su papel de alteza y a las que saludó con sonrisas como se saluda a las colegas. Sólo le faltó decir: “¿Quedamos para salir de copas?”.

Esa noche, la mujer del Heredero volvió a sus orígenes y se expresó igual que lo hizo cuando hace años la nombraron pregonera de Ribadesella o recibió el premio de la Asociación de la Prensa en su versión periodista promesa. Tranquila, con pausas, mirando a los asistentes y con un discurso que podría haber hecho cualquier mujer trabajadora. Habló de la conciliación laboral, pidió queun futuro no se premie a mujeres por destacar en unmundo de hombres, “que no tengan que elegir entre éxito personal y profesional, que tener niños no sea un problema, sino una pausa en la vida laboral”. Y terminósus discurso con una petición: “Que las mujeres no tengan que hacer malabares todas las mañanas para equilibrar el mundo que deja en casa y el exterior”. Sólo le faltóreseñar el “techo de cristal”, ese tope que se encuentran las directivas cuando se quedan embarazadas.

A diferencia de otras apariciones públicas, donde la Princesa se muestra tensa y liquida sesión en cuanto puede, este lunesse encontraba en su salsa. Hubo fotógrafias con los móviles para todas las que quisieron, dio razón de cómo se encontraba el Rey y recibió con una amplia sonrisa el libro titulado Resiliencia, que es la capacidad que tienen las personas para sobreponerse a momentos y periodos de grandes dolores emocionales y traumas. Al preguntarle si sabíade quése trataba dijo que sí,y que era un tema que siempre le había interesado. Felicitó a Ana Bujaldón, presidenta de FEDEPE,que tuvo como ella palabras ajustadas y reales sobre la situación de las mujeres en los órganos de dirección. A Anna Ferrer, premiada por su labor profesional al frente de la fundación que creósu marido Vicente Ferrer, lepreguntó por los nuevos proyectos y por los microcréditos que tantas familias han salvado enIndia.

Charlócon la empresaria del calzado Sara Navarro y la recordó que fue una de sus mejores clientas. “Aún tengo zapatos tuyos de la época en que presentaba informativos. A mi madre y a mis hermanas también les encantaban. Los comprábamos en Oviedo”. Vestida con un estilismo muy de ejecutiva de multinacional, una falda tubo gris y camisa blanca de seda con un lazo en forma de corbata, la Princesa dejó alto el pabellón institucional. Quizá las muchas crÍticas recibidas desde hace meses por no cumplir con el papel que se espera de una consorte real hayansurtido efecto y estos premios sean el principio del cambio radical.