'Brokeback Mountain', una ópera gay para los Príncipes en el Teatro Real

Lunes, 3 de febrero. 19:50 horas. Teatro Real de Madrid. Los príncipes de Asturias hacen aparición por la puerta principal acompañados por una escolta reducida para asistir a la adaptación en ópera del polémico filme de temática gay Brokeback Mountain, que dará comienzo minutos más tarde. Antes de acceder a la sala y ocupar sus asientos, los herederos al trono se encuentran con la exministra de Cultura del Gobierno socialista de Felipe González, Carmen Alborch, a la que saludan y con la que departieron amigablemente antes de que la función, que está cosechando muy buenas críticas, levantase el telón.

Esta ópera, que nace de un cuento escrito por Annie Prouxl y que fue llevado a la gran pantalla por Hollywood en 2005 generando una gran controversia –se alzó con tres premios Oscar–, narra el romance de dos cowboys. Una historia de amor entre dos hombres que ha consegujido poner en pie a los Príncipes de Asturiaspara mostrar su entusiasmo y reconocimiento tanto por la obra como por sus intérpretes.

Algunos ven en su presencia en esta obra una forma de mostrar de nuevo su apoyo hacia el colectivo homosexual, al que la princesa Letizia ya ha defendido en numerosas ocasiones, como así hizo en petit comité durante su viaje oficial a Chile a finales de 2011, tal y como publicó Vanitatis en su momento.

Segunda ópera en menos de un mes

Los príncipes de Asturias han comenzado el 2014 comprometidos con el género teatral de la ópera. Su visita al Teatro Real de Madrid de este lunes es la segunda que realizan en menos de un mes. El pasado jueves 16 de enero, asistieron a la considerada ópera de las óperas, Tristan e Isolda de Wagner, en compañía del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y la mujer de este, María Margarita Sousa Uva. Coincidieron en espacio y tiempo con dos exministros, Rodrigo Rato y Cristina Alberdi, que asistieron por separado.

Su aparición vino a acallar los incesantes rumores de crisis en su matrimonio. Lo hicieron, como en la representación de Brokeback Mountain, minutos antes de dar comienzo la función y mostrando su mejor sonrisa, lo que despertó en numerosas ocasiones el aplauso de los allí presentes. De hecho, la proximidad de los Príncipes fue tal que, a pesar de no tratarse de una actividad recogida en la agenda oficial de la Casa Real, no dudaron en charlar con todo aquel que se atrevía a acercarse a ellos en los pasillos del edificio.