El gesto de caballerosidad y la sonrisa pícara de Gonzalo Rodés Vila a la Reina Letizia

Todo comenzó con un acto de caballerosidad. Este lunes, durante la reunión del patronato de la Fundación Princesa de Girona, y tras guardar un riguroso minuto de silencio por los dos policías asesinados en Kabul, Gonzalo Rodés Vila, el vicepresidente de la fundación, tuvo un gesto de cortesía que no pasó desapercibido a los objetivos de las cámaras.

Como se puede apreciar en el vídeo, Rodés Vila, que se disponía ya a sentarse, se percata de que la Reina, a su lado, había cogido también posición en su silla. Es entonces cuando raudo separa su propia silla de la mesa, la rodea por dentro con la elegancia de 007 en ‘Casino Royale’ y, con un ágil movimiento y exhibiendo una sonrisa perfecta, mueve los brazos a su derecha para colocar en dos fases la silla para Doña Letizia.

Rodés ya está sentado y su sonrisa sigue siendo perfecta cuando Felipe VI se apercibe de que algo se cuece a su izquierda. El Rey, sin embargo, solo llega a tiempo de ver a un señor con corbata que sonríe a la Reina. Y mientras Don Felipe, con el rictus serio, ordena sus papeles y se prepara para dar comienzo a la sesión, su esposa y el abogado catalán mantienen una comunicación bidireccional. El de la sonrisa perfecta. Hablan, cuchichean, comentan. Dura un instante, apenas lo que tarda en desintegrarse un bosón de Higgs, pero ocurre. ¿Quién es Gonzalo Rodés, el hombre que acomodó a la Reina en un femtosegundo?

Los Rodés, un clan bien cimentado

Se trata del hijo más resultón del fallecido empresario Leopoldo Rodés Castañé, apodado en algunos selectos círculos como el Rockefeller catalán. Para que se hagan una idea de su dimensión privada –no se trataba de un prócer conocido por el gran público–, a su funeral acudieron cerca de un millar de personas, entre las que se encontraban desde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a Carlos Fitz-James, duque de Alba, pasando por el padre de la Constitución Miquel Roca; Carlos Falcó, marqués de Griñón; el exalcalde Xavier Trias, Naty Abascal con Rafael Medina, duque de Feria; Isak Andic, fundador de Mango, o el embajador de EEUU, James Costos. Esto por citar solo a unos pocos.

Gonzalo Rodés Vila (1965), el más joven de cinco hermanos, estudió en el Colegio Alemán y se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona. Domina, además del castellano y el catalán, el inglés y el francés y se defiende en alemán. Quienes lo conocen aseguran a Vanitatis que tiene un buen sentido del humor y que es un seductor nato. Ni una Reina se resiste a su sonrisa picarona, como hemos visto. Hace diez años aproximadamente se separó de la golfista Estefanía Knuth, con quien tuvo tres hijos. Su actual pareja es Irene Vidal. El nombre quizá no haga levantar ninguna ceja más allá de Barcelona, pero les resultará curioso saber que se trata de la propietaria del famoso restaurante La Camarga, aquel donde la líder popular (y clienta habitual) Alicia Sánchez-Camacho se reunió para comer con Victoria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Jr, y cuya conversación, grabada por la agencia Método 3, puede encontrarse aun hoy en la red para sonrojo, sobre todo, de la primera.

Su primer trabajo como abogado fue en el prestigioso bufete Cuatrecasas. Solo cuatro años después, cofundó el despacho Rodés & Sala, que en 2007 ya facturaba 6,44 millones de euros. En 2009, el mismo año que accedió a la vicepresidencia de la FPdGi, entró como socio en el bufete Gómez-Acebo y Pombo. Hoy, Gonzalo es socio de GBS Finanzas. El inofensivo Lancelot de la Reina Letizia lleva ligado al entramado empresarial familiar desde muy joven, con puestos destacados en el grupo Havas Media, líder mundial del marketing, y que dio empleo nada menos que a Iñaki Urdangarin en el lejano e inocente 2006.

Gonzalo tiene tres hermanos varones y dos hermanas: Fernando, consejero de Acciona, accionista del diario 'Ara' y casado con una hija de la reina de la jet mallorquina, Cristina Macaya; Alfonso, CEO de Havas Media; Cristina, publicista al frente de AD BCN, y Alicia, la única que vive fuera de Cataluña, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Todos pueden presentar tarjetas de diversas sociedades, pero los cuatro más jóvenes coinciden como accionistas de dos: Tresuno e Inversiones y Servicios Publicitarios. Son un bien cimentado clan.

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