Letizia se deja su misterioso anillo en palacio para recibir al presidente de Palestina

Los Reyes han ofrecido hoy un almuerzo en el Palacio Real para homenajear a Mahmud Abás, presidente de Palestina que, previamente, compartía un despacho con Felipe VI. Un acto que estrena la intensa semana institucional de la Reina y en la que ha sorprendido con un conjunto cuya combinación de colores resulta algo complicada. Sin embargo, esto no es lo que ha llamado más nuestra atención. Analizando con detalle las fotografías, hemos podido comprobar que Letizia no luce la misteriosa sortija que durante los últimos actos oficiales la ha acompañado y cuya procedencia aún sigue suponiendo una verdadera incógnita.

Se trata de un anillo que representa un aro doble con pequeños brillantes pavé en verde y que bien podría ser una adquisición de la propia Letizia o tratarse de alguna joya que permanecía guardada en el joyero real desde hace años y de la que no se tenía constancia.

Lo cierto es que mucho no pegaba con el atuendo de la Reina para atender hoy su agenda (de lo más completa esta semana). Ha escogido para este encuentro una falda plisada de color azul marino estampada con flores en tonos crudo, azulón y beis firmada por Hugo Boss y una blusa de cuello alto de manga larga, tejida en seda de color mostaza. Un conjunto llamativo cromáticamente pero correcto en su forma que ha aderezado con unos pendientes de largo medio azules de lapislázuli de Tous que fue creada el exclusiva para la reina y unos salones de charol del mismo color, destalonados y con un taconazo de aguja de más de 10 centímetros de Magrit (a la venta por 270 euros).

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Con la melena lisa con la raya al medio y las puntas peinadas hacia dentro, la reina ha mostrado una cara en la que los signos del cansancio predominaban sobre la escasez de maquillaje. Al contrario que en sus últimas apariciones públicas, la Reina no ha aparecido con el tono bronceado que tanto la favorecía. En su lugar, ha vuelto a lucir un rostro de porcelana que destacaba aún más si cabe que igual no había pasado una buena noche.

Por qué no ha habido cena de gala

Un encuentro diferente al que se produce en otras ocasiones cuando los Reyes ejercen de anfitriones de jefes de Estado extranjeros. Normalmente el protocolo exige la tradicional recepción en el Patio de la Armería seguida de una cena de gala en uno de los grandes salones de palacio. Sin embargo, en esta ocasión no quedaba más remedio que adaptar al protocolo a las circunstancias. Palestina no ha sido reconocido aún como Estado por lo que los actos centrales de su visita no seguirán el mismo esquema que, por ejemplo, la del presidente de Israel, Reuven Rivlin, hace pocos días.

No obstante, el tratamiento ha sido tan cuidado como el de anteriores ocasiones y han procurado que las diferencias fueran las menos posibles: sí ha tenido lugar el tradicional intercambio de regalos oficiales y en la comida, entre el centenar de invitados, ha destacado la presencia de Mariano Rajoy, con quien también ha mantenido un encuentro de trabajo esta misma mañana.

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